Seguramente, la primera palabra que viene a su mente cuando escuchan de mi país es petróleo", fue la frase coincidente de los representantes diplomáticos de las naciones de Medio Oriente que participaron ayer en la jornada final del Encuentro Empresarial del Sur (EESur). Y la respuesta de los asistentes fue siempre afirmativa, pues la producción de "crudo" (noticias, polémicas, precios y otros) suele ser la temática recurrente cuando se habla de Kuwait, Arabia Saudí, Egipto e Irán. Poco se sabe de sus modernas ciudades, la belleza de sus paisajes, sus culturas milenarias y las enormes posibilidades de intercambio económico que ellos representan para Chile y la región de Los Ríos, si se produce un contacto serio.
Ayer los invitados al EEsur se encargaron de presentar esos otros aspectos de sus naciones y generaron un impacto positivo en la concurrencia del Villa del Río (ver páginas 2-3) que pudo distinguir el genuino interés de apertura y colaboración expresado hacia el intercambio comercial, pero también de apoyo tecnológico, becas universitarias, fondos de cooperación internacional y turismo, entre múltiples aspectos aún inexplorados.
Algo similar ocurrió con las exposiciones del embajador de Holanda, quien intervino en dos ocasiones en la actividad de Codeproval y en ambas dejó claras las múltiples áreas en las cuales la región puede nutrirse de la experiencia de su país, como energías renovables, infraestructura para vencer al agua, desarrollo en armonía con la naturaleza y ciudades inteligentes, entre otras.
Después de conocer esas realidades con relatos tan directos, la pregunta que surge es ¿cuáles son los caminos que la región puede seguir para estrechar vínculos con ellas, para no mirarlas desde lejos, sino aprender, contactarse, dar pasos de acercamiento?
Claramente, las rutas son a través de la cooperación público-privada y de la adecuada utilización de la institucionalidad vigente, los tratados internacionales, los convenios de cooperación académica y especialmente de la gestión parlamentaria (en este caso fue la del diputado Iván Flores) que permitan un trabajo bilateral constante, ordenado y eficiente.
Sin duda queda aquí un desafío planteado para Los Ríos. Y no debiera pasar inadvertido.