Ya han pasado 50 años de la Reforma Agraria, y todavía se pueden percibir ecos de aquellos turbulentos acontecimientos de la vida rural que generan dispares opiniones.

Probablemente, desde el punto de vista cultural la reforma no afectó prácticamente en nada. Sin embargo, tuvo un impacto en la economía del país y de las personas, además de consecuencias políticas.

La reforma agraria chilena, se desarrolló de manera muy contraria a las reformas en otros países, con un diagnóstico errado y la implementación de sistema de producción colectiva, que incluso especialistas europeos a finales de los años 50, ya planteaban como ineficientes y destinados al fracaso.

Debido a esta violenta modificación en la estructura campesina, el gobierno comenzó a fijar los precios y estatizar la comercialización de los productos. Esto, implicó un descenso en la producción agraria y la administración gubernamental de ese entonces se vio en la obligación de importar alimentos básicos a fines de 1973 cuya cifra llegó a los US$ 555,6 millones.

Con posterioridad a la Reforma Agraria se estableció un proceso de devolución de las expropiaciones y de distribución de títulos de dominio, que junto con la apertura comercial y el favorable entorno macro y microeconómico, tienen a la agricultura chilena como unos de los pilares fundamentales del desarrollo económico y social de nuestra nación en la actualidad.

Cifras generales señalan que se expropiaron 9,5 millones de hectáreas de 5.500 predios entre los años 1965 y 1973. Su diseño fue dominado por objetivos ideológicos, en desmedro de un análisis técnico profundo.

Actualmente, vemos como el proceso de atomización de los campos tiende a revertirse. Las fuerzas implacables del mercado influyen de tal manera que muchos productores se han visto obligados a vender sus tierras debido a la pérdida de competitividad. Grandes consorcios están adquiriendo grandes extensiones de terreno, fenómeno que se debe estudiar por sus efectos a largo plazo, con el objeto de establecer medidas de sustentabilidad económica, sobre todo para el mediano productor que tiene un escaso apoyo en instrumento de fomento y créditos, en comparación con la Agricultura Familiar Campesina.

Víctor Valentin Presidente de SAVAL FG

Cien millones de dólares anuales es, aproximadamente, el monto que maneja la industria de cruceros en Chile. Lo hace, con la llegada de 220 barcos promedio y más de 400 mil personas, entre viajeros y tripulantes. En el período 2016-2017, el total ha sido de 228 recaladas y 44 de ellas corresponden a Puerto Montt y 14 a Castro; mientras que Punta Arenas registra 57, liderando la lista nacional, de acuerdo a los datos de la Corporación Puertos del Cono Sur.

Los Ríos no es parte de ese turismo de intereses especiales, pero siempre ha soñado con serlo. De hecho ya en 2003 una delegación local integrada por representantes del sector público y privado participó en la Feria Mundial de Buques Cruceros que se realizó en Miami (Estados Unidos) para promover el paso de viajeros por Corral y Valdivia, tomando como ejemplo el caso de los puertomontinos, que comenzaron con su iniciativa en 2001.

La gestión valdiviana permitió el arribo de algunas naves en los años posteriores, pero la experiencia no fue adecuada, los servicios no estuvieron a la altura, fallaron las coordinaciones y la idea se fue diluyendo.

Pese a lo anterior, hay varias organizaciones que siguen pensando en que esta zona puede abrirse a ese mercado con éxito. Por lo mismo, Codeproval incluyó el tema como parte del programa de su reciente Encuentro Empresarial del Sur, EESur; Portuaria Corral anunció que realiza gestiones para atraer los circuitos y el intendente Ricardo Millán, hace pocos días, aseguró que Valdivia cuenta con la infraestructura necesaria, pero que el desafío es "crear una oferta organizada para los pasajeros que lleguen".

Esa apreciación es coincidente con la expresada por el charlista invitado al EESur Sebastián Montero (ex presidente del directorio de la Corporación Puertos del Cono Sur), quien dejó muy claro en su exposición que los cruceristas no están interesados en conocer puertos -luego, las limitaciones de Corral no son tema- sino en aquello diferente que cada destino les puede ofrecer: paisaje hermoso, historia, experiencias inolvidables y únicas, buen servicio con guías que hablen inglés. La región tiene todo eso y más. Entonces, claramente aquí hay una tarea para asumir.

30 años | 4 de septiembre de 1987

Desmienten fusión de la Universidad Austral e IPV

El rector de la Universidad Austral, Juan Jorge Ebert, desmintió los rumores que señalan una eventual fusión entre la Uach y el Instituto Profesional de Valdivia, ex sede local de la UTE. Dicha iniciativa formaba parte de un proyecto para crear una Universidad del Sur, que además incluiría la incorporación del Instituto Profesional de Osorno.

20 años | 4 de septiembre de 1997

Postergan proyecto de Avenida Pedro Montt

La postergación del proyecto de construcción de la Avenida Pedro Montt de Valdivia motivó el viaje a Santiago del alcalde Jorge Sabat, para entrevistarse con personeros del Ministerio de Vivienda y Urbanismo. El problema radica en la postergación de los estudios de ingeniería, por parte de Sectra y el ministerio.

10 años | 4 de septiembre de 2007

Realizan foro acerca del cambio climático

Valdivia se transforma en "capital de la ciencia", a través de la realización del foro "Desafíos de los cambios climáticos para Chile, Antártica y sus glaciares", organizada por el Centro de Estudios Científicos. El encuentro reúne a investigadores de Chile, Argentina, Bolivia, Dinamarca, Suiza y Canadá.