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Tedeum y desfile también tienen facetas lúdicas

FIESTAS PATRIAS. No todo es seriedad en estas ceremonias tradicionales.
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Tanto el Tedeum como la Parada Militar son actividades en las cuales hay una gran preparación para que resulten bien logradas, y ello implica mucha seriedad y protocolos que deben ser cumplidos con estrictez. Sin embargo, hay elementos que permiten un poco de relajo dentro del marco rígido propio de dichos eventos.

En la acción de gracias realizada en la Iglesia Catedral de Valdivia, la cueca, el canto y la música fueron los factores que otorgaron la nota artística de la que carece el solo oficio religioso. Lograron que los semblantes impasibles se volvieran alegres con los sones folclóricos, o inspirados en el caso de las interpretaciones del Coro del Colegio Santa Marta y la Orquesta Infantil Cifan.

Ya en la Parada Militar, que es otra ceremonia cargada de rituales que deben seguirse "al pie de la letra", nuevamente fue la cueca y las tradiciones del campo los que distendieron el ambiente. Pero también arrancó sonrisas y miradas de satisfacción el gesto de compartir la "chicha en cacho" o el niño que desde uno de los palcos miró el desfile vestido con toda la gallardía militar.