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Crean aplicación para medir los daños dejados por los terremotos

TECNOLOGÍA. Se trata de una herramienta informática ideada por investigadores de la Universidad Austral de Chile, que ayuda a determinar si un inmueble es habitable o no, después de un desastre.
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Claudia Muñoz David

Treinta edificios dañados y veinte colapsados fueron las primeras cifras que entregó la Protección Civil mexicana sobre el estado de la infraestructura urbana de Ciudad de México luego del terremoto que afectó el martes a la zona centro de ese país. Con el paso de los días, ese catastro continúa siendo actualizado y modificado.

Calcular los daños posteriores a un sismo es una tarea que las autoridades y los ingenieros chilenos conocen bien. Tanto, que para unificar criterios a la hora de determinar si una vivienda, colegio o edificio de oficinas es habitable o no, un grupo de investigadores de la Universidad Austral de Chile creó una aplicación móvil que ya está terminada. Se llama TiDHA (Timely post Disaster Habitability Assessment).

Esta App es la primera en su tipo creada en el país. Permite realizar una evaluación rápida de las condiciones de las estructuras después de un sismo y está pensada para ser operada por usuarios no expertos, pero con conocimientos básicos en daños estructurales, como estudiantes de ingeniería en construcción.

El director del proyecto, el experto en ingeniería sísmica Galo Valdebenito, explicó que la idea nació luego del terremoto chileno de febrero de 2010. Tras la emergencia, recorrió parte de las regiones del Biobío, La Araucanía y Los Ríos apoyando al gobierno en la evaluación de los edificios. "En un comienzo hubo todo un caos en relación a qué edificios eran habitables, cuáles eran accesibles, cuáles eran reparables y cuáles no. Hubo una tensión importante y también un poco de aprovechamiento por parte de empresas que ofrecían reparaciones. El problema era que no existía un protocolo o metodología para evaluar. Observamos que en localidades pequeñas hubo desinformación y muchas empresas constructoras cobraron lo que quisieron por reparaciones dudosas. Además, algunos organismos desalojaban edificios sin razones técnicas. Eso generaba grandes costos", explicó.

Ante esa incertidumbre, hace tres años el equipo conformado por profesionales del Núcleo de Investigación en Riesgos Naturales y Antropogénicos, RiNA, comenzó a trabajar en la creación de una plataforma que permitiera realizar evaluaciones en forma oportuna y rápida. Trabajaron en esto expertos de la Facultad de Ciencias de la Ingeniería, el Instituto de Obras Civiles e Informática.

¿cómo funciona?

La herramienta informática es sencilla, se puede utilizar en terreno y ya se encuentra en su tercera versión. Gracias a ella se podría conocer el estado de una estructura -si es habitable, hasta qué piso es habitable, qué restricciones tiene de acceso- en pocas horas. Los resultados son objetivos y estandarizados.

Quien utiliza la aplicación debe ingresar una serie de indicadores al sistema, como el daño estructural, pero también el no estructural, como los problemas en luminarias, escaleras, tabiques, fachadas cornisas y vidrios. Además, incorpora información para determinar el grado de vulnerabilidad o predisposición que puede tener a sufrir daños y las condiciones preexistentes de amenazas, por ejemplo, si había un tendido eléctrico cercano o estanques de agua. El programa entrega un reporte que define las condiciones de las infraestructuras a través de simbología similar a la de un semáforo. Todo esto tomando en cuenta las normativas chilenas.

El daño puede ser evaluado en forma estandarizada fundamentalmente porque la aplicación posee una gran base de datos conformada por un archivo fotográfico. "Gracias a las fotografías se puede determinar si el daño es muy leve, leve, moderado, fuerte o severo. De esta manera disminuimos la dispersión en el resultado", destacó.

La aplicación puede ser instalada en un teléfono celular o en una tablet. "Está pensada para que pueda ser usada por estudiantes de los últimos años de ingeniería, arquitectura o profesionales de las direcciones de obra de las municipalidades o del Gobierno Regional en general. Solo se necesita una inducción rápida", detalló Valdebenito. Y agregó: "Esto no reemplaza la labor de un profesional experto, sino que es una ayuda para mejorar la gestión después del desastre. Esto es muy importante porque las primeras 72 horas luego de una catástrofe son críticas. Cuando está la luz apagada, cuando todo el mundo corre para todos lados, muchas veces las decisiones que se toman no son las mejores".

Las primeras pruebas en terreno fueron desarrolladas después del terremoto de Iquique, ocurrido en 2014.

Proyecciones

La primera etapa del proyecto ya finalizó y la innovación está patentada. Actualmente el equipo se encuentra trabajando en la centralización de la información.

"Acabamos de finalizar el prototipo de un sistema especial de comunicación. La información generada en la aplicación es comunicada a través de antenas de celulares, de sistemas satelitales o de bluetooth a un servidor, que puede ser la Onemi, el Ministerio de Defensa, Bomberos o las policías. Eso se instala en un sistema de información geográfico que despliega un mapa. De esta manera, la persona que está en su oficina puede tener la información en tiempo real y saber qué está pasando en la ciudad, en cada barrio o casa", destacó.

Los evaluadores podrán almacenar la información sin importar si cuentan o no con internet. Luego, en el momento de alcanzar alguna conexión, pueden enviar los datos al sistema centralizado definido según el protocolo.

"Estamos trabajando este proyecto con la Onemi y con la Cámara Chilena de la Construcción. Estamos generando conversaciones para extender una licencia gratuita al Centro de Desarrollo Tecnológico de la cámara, para que ellos la usen y nos entreguen sus comentarios para hacer mejoras. Con la Onemi estamos buscando la validación de la herramienta y ajustando los protocolos", dijo.

El proyecto fue desarrollado con fondos de la Dirección de Investigación y Desarrollo de la Uach y del Núcleo de Investigación RiNa. Han sido invertidos 40 millones de pesos.

El núcleo de investigación

RiNA es un núcleo de investigación de excelencia que pertenece a la Universidad Austral de Chile. Se encuentra integrado por un equipo calificado y conformado por académicos de la propia Uach y de instituciones asociadas nacionales y extranjeras, cuyo objetivo se centra en estudiar la problemática de la evaluación, análisis y definición de estrategias de mitigación frente a riesgos naturales y antropogénicos en Chile y el mundo. RiNA pretende convertirse en un núcleo de investigación que se vincule con el medio, como una forma de favorecer en la resiliencia a escala urbana y rural.

3 años demoró el equipo en crear la herramienta. Hoy se encuentran trabajando en un sistema centralizado de comunicación para la recepción de los datos.

40 millones de pesos han sido invertidos en el desarrollo del proyecto. Este dinero proviene de los fondos de la Dirección de Investigación y Desarrollo de la Uach y del Núcleo de Investigación RiNa.

2014 ocurrió el terremoto de Iquique. En esa oportunidad, el equipo creador de la aplicación viajó a terreno para probar la efectividad del sistema.