Redacción Diarioaustral
Como parte de las actividades conmemorativas de sus 63 años, la Universidad Austral presentó ayer el resultado de los trabajos de recuperación y puesta en valor del antiguo mural creado en el campus Isla Teja por la artista, muralista, vitralista y escultora nacional, María Martner.
La obra data del año 1967, fue efectuada como parte de una donación del pueblo estadounidense a la construcción de la creciente ciudad universitaria y este año, a través de la Dirección Museológica, se aplicó un completo plan que incluye documentación, investigación, conservación e instalación de elementos museográficos que releven la obra, volviéndola visible y asegurando así su preservación para el futuro.
Ubicada justo frente al acceso hacia el Jardín Botánico, la obra de Martner se asemeja a otras propuestas llevadas a cabo por la artista, donde destacan materiales como piedras naturales en distintos tamaños y extraídas de canteras de variadas zonas del país que dan forma a una composición abstracta.
Ceremonia
El resultado de este trabajo se dio a conocer en una ceremonia efectuada ayer, donde el rector Óscar Galindo destacó que "es un momento muy especial y es parte de un trabajo que estamos haciendo a través de la Dirección Museológica que consiste en poner en valor el patrimonio y las colecciones de nuestra casa de estudios. Hemos estado trabajando en las casas patrimoniales, poniendo en valor el archivo de la institución y una serie de colecciones que nuestra Universidad tiene".
Y agrego: "Este es un hito no solamente para nuestra Universidad Austral sino para la comunidad regional.
Se trata de una obra notable de una de nuestras artistas nacionales más destacadas y todo ello forma parte del 63° aniversario de nuestra Universidad que ha buscado valorar el aporte de las mujeres a su fundación y desarrollo".
Trabajo arduo
Por su parte, la directora de la Dirección Museológica Uach, Karin Weil, explicó que "una puesta en valor significa mostrar, entender en qué consiste la obra, cuál fue el contexto en el que fue realizada y cuál es el valor que se da al tener un mural de las pocas mujeres muralistas en Chile".
Puso en relieve además las dimensiones de esta obra y la época en la que fue construida, porque "haber hecho un trabajo como éste no fue fácil. María Martner viajaba desde Santiago en una citroneta, llegaba a Valdivia el año '67 y estaba meses no solo aquí trabajando en el mural, sino que también -porque el valor de sus murales tiene que ver con el contexto y el territorio- cada una de las piedras que fue instalada fue recolectada por ella y sus ayudantes".
Agradecimiento
La hija de la escultura, Cecilia Velasco Martner, quien también estuvo presente en la jornada, manifestó a nombre de su familia que "agradezco a la comunidad de la Universidad Austral de Chile por el reconocimiento, el interés y el querer conservar este mural. Es muy emocionante y creo que mi mamá estaría muy contenta, porque era un mural que le gustaba mucho".