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Jueces venezolanos asilados en embajada vendrían a Chile

DIPLOMACIA. Los magistrados salieron "por su propia voluntad" del lugar.
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Cinco magistrados venezolanos que permanecían asilados en la embajada chilena en Caracas, abandonaron ayer la representación diplomática para dirigirse a Colombia y luego buscar el modo de llegar a Chile, señaló el canciller, Heraldo Muñoz.

"Hemos recibido la confirmación de su intención de llegar a vivir en Chile como asilados", dijo el ministro de Relaciones Exteriores, al ratificar que el grupo de jueces salió "por su propia voluntad" de la embajada.

"Sabemos que están en Colombia y que, de hecho, varios, sino todos ellos, han tomado contacto con la embajada de Chile en Bogotá y que su intención es acoger el asilo que el Gobierno de Chile les otorgó", agregó el canciller Heraldo Muñoz.

Tribunal supremo

Los otrora miembros del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Venezuela son Elenis Rodríguez Martínez, Luis Marcano Salazar, José Núñez Sifontes, Beatriz Ruiz Marín y Zuleima Del Valle González.

Ellos se acercaron a la embajada chilena en Caracas entre julio y agosto pasados, tras jurar por sus cargos ante la Asamblea Nacional, de mayoría opositora, que el régimen de Nicolás Maduro desconoce.

El grupo decidió salir ayer, voluntariamente, de la representación chilena, después de esperar "un tiempo más que prudente por los salvoconductos que solicitó formalmente Chile, luego de que les otorgó asilo político" en agosto, subrayó Muñoz.

En la embajada quedó en calidad de huésped el líder opositor Roberto Enríquez, presidente del Partido Social Cristiano (Copei) y vicepresidente de la Organización Demócrata Cristiana de América (ODCA).El dirigente, que se encuentra refugiado desde abril, no había solicitado asilo hasta ahora.

Elecciones

El canciller también se refirió a los comicios que enfrentará Venezuela durante el fin de semana: "Estamos muy atentos a lo que suceda el domingo con estas elecciones regionales (...), y deseamos la expresión de la voluntad popular en esas elecciones con los menores obstáculos posibles, y sabemos que los ha habido", dijo Muñoz tras participar en un foro del Sistema de Integración Centroamericana (SICA).

Refugiados sirios inician una nueva vida en Chile

GUERRA. Más de 60 personas serán reasentadas en Valparaíso y Santiago, a causa del conflicto en ese país de Medio Oriente. Casi la mitad del grupo son niños.
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Valeria Barahona

El país abrió sus puertas a 66 refugiados sirios provenientes del Líbano, quienes huyeron del conflicto civil que afecta a su país desde hace seis años. De ellos casi la mitad son niños y, una vez que aprendan español, retomarán sus estudios en las regiones de Valparaíso y Metropolitana, donde desde ayer viven junto a sus familias.

Los refugiados que se instalarán en Chile son 36 adultos y 32 niños, de tres meses de edad en adelante, que abandonaron su país huyendo de la guerra. Ellos conforman 14 familias, provenientes de Alepo y Damasco.

El conflicto, desde 2011, ha dejado alrededor de 450 mil fallecidos, 1,5 millones de heridos, la mitad de un país destruido y más de diez millones de desplazados, según la agencia de noticias EFE.

El recibimiento de refugiados por parte de Chile responde a un llamado del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) hecho en 2014.

"buena voluntad"

"Sabemos que vienen de una historia difícil y lo que queremos es que encuentren en nuestro país una tierra que los recibe con amistad, con buena voluntad", dijo la Presidenta Michelle Bachelet en el aeropuerto de Santiago, tras el desembarco del vuelo proveniente de Beirut.

La Mandataria expresó sus "mejores deseos" de "paz y seguridad", para asentarse en el país y "dejar atrás el miedo, el dolor y la incertidumbre".

Proceso

Los ciudadanos sirios fueron acogidos por Extranjería, del Ministerio del Interior; Acnur, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y la Vicaría para la Pastoral Social Caritas, quienes acompañarán a las familias durante dos años para facilitar su adaptación.

La mitad de los acogidos vivirán en Villa Alemana, Región de Valparaíso, mientras el resto se quedará en Macul, Región Metropolitana, en hogares arrendados por el Estado.

El programa también prevé la asignación de un monto de subsistencia mensual, clases intensivas de español para los adultos durante tres meses, integración escolar de los niños, incorporación a Fonasa y orientación hacia la autonomía económica y laboral con capacitaciones, identificación de oportunidades de empleo y fondos de micro emprendimiento.

Bachelet explicó que entre los refugiados vienen joyeros, carpinteros, mueblistas, sastres y técnicos en aire acondicionado, por lo que se les ayudará a encontrar trabajo en sus oficios.