
Sion Sono: "Hacer películas con pocos recursos también puede ser divertido"
CONFESIONES. El director de "Suicide club" es uno de los invitados del FICValdivia y ayer compartió las claves de su trabajo con la audiencia. "En Japón creen que estoy mal de la cabeza", dijo.
De sombrero negro, usando un abrigo que de lejos parece una bata de dormir y moviéndose como si estuviera en casa. Así llegó Sion Sono a la Carpa de la Ciencia.
El cineasta japonés es uno de los principales invitados al 24° FICValdivia y está en la ciudad para acompañar la exhibición de una retrospectiva con seis de sus películas. Ayer el realizador hizo una pausa en sus obligaciones de visita internacional y se reunió con sus seguidores para repasar las claves de su propio trabajo.
Sono nació en la ciudad de Toyokawa en diciembre de 1961. Tiene un historial de más de cuarenta obras, entre cortometrajes y largometrajes, y jamás había estado tan al sur del planeta. Comenzó en el mundo del arte como poeta y reconoce que el cine nunca estuvo entre sus planes. De joven escribía en libretas y luego en las paredes de la ciudad, lo que grabó para su primera película con la que recibió un premio. "Al principio no tenía intenciones de ser director de cine, sino que quería dedicarme a la música", dice. Y es por sus habilidades en esa área que se encarga personalmente de la música y los efectos de sonido de sus películas.
Fuera de norma
En su filmografía, Sion Sono va de extremos como el mostrar la realidad de las típicas familias japonesas, al cine de género con incursiones en los fantástico y el thriller. "Trato de plasmar experiencias reales, es que entre ficción y realidad a veces no hay tantas diferencias. Y por eso siento que en Japón creen que estoy mal de la cabeza, porque también, a diferencia de otros cineastas, me he encargado de tocar temas como la guerra o el terremoto de Japón en 2011. Solamente yo hago eso. En la cinematografía de mi país no soy querido, ni aceptado".
El cineasta piensa sus películas como si fueran novelas, que luego podría llevar a la pantalla grande y en el proceso de investigación de las historias ha desarrollado curiosos métodos. "Trato de estudiar mucho a las personas y sobretodo a las mujeres, porque ellas nunca dicen lo que piensan, entonces es complicado entenderlas". Por eso, optó por grabar conversaciones entre amigas que van al baño, lugar donde según explica, se produce la intimidad necesaria para hablar como realmente son.
Hacer cine
En el Festival Internacional de Cine de Valdivia el programa dedicado al director japonés considera "Guilty of romance", "Love and peace", "Love exposure", "Suicide club", Tokyo vampire hotel" y "Why don't you play in hell". Son de entre 2001 y 2017 y algunas con un gran despliegue escenográfico y de recursos estéticos.
No obstante y al margen de ostentar de sus puestas en escena, Sion Sono prefiere referirse a que la pasión por hacer cine debe ser la principal motivación. Más que el dinero. "Hacer películas con pocos recursos también puede ser divertido. Incluso de la falta de dinero, puede salir la creatividad y eso es mucho más interesante. Hoy en día solamente necesitas de poca tecnología, por ejemplo puedes usar un teléfono celular e incluso grabarte a ti mismo leyendo, como algo suficiente para contar una historia sencilla y honesta", explica. Y agrega: "En el cine hay personas que admiro, que me han enseñado cosas, pero siento que lo más importante es ser original".
Los integrantes del equipo realizador
Al igual que Cristóbal Durán en "Brutal" y Carlos Vargas en "Carbón" (ambas en la Ventana del Cine Austral), Marisol Cumsille repite con diversos profesionales del cine local. La producción es de José Miguel Matamala y la fotografía de Carlos Vargas. El equipo lo completan Ilan Stehberg (edición) y Alejandro Contreras (música y sonido). En el elenco destacan Camila Medina, Camilo Arancibia, Samuel González y Pedro Guillermo Jara.
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ESPECIAL 24° FICVALDIVIA