Jefe Carrera Diseño de Videojuegos

IP Sto Tomás

En una sociedad en constante avance, existen diversas competencias profundamente reforzadas por un medio que privilegia la productividad como fin último de las personas, el legado de la era industrial aún cala profundo en nuestras creencias y se tiende a observar con recelo atributos que no obedezcan a los estándares malentendidos como "inteligencia".

Pero los tiempos cambian, la humanidad aprende, y desde los años noventa se han hecho variadas investigaciones que apuntan hacia modelos de inteligencias múltiples, donde antes se privilegiaba la memoria y la repetición como método efectivo de aprendizaje, hoy llegamos a comprender que existen competencias que van más allá y muchas veces resultan más útiles que la mera operación matemática o redacción básica.

El desarrollo de la creatividad es una competencia que tenemos al debe como sociedad, sobre todo porque nos permite adaptarnos a variadas situaciones con un repertorio diverso de respuestas, la imaginación en ese sentido juega un rol fundamental y es una tarea necesaria el mantenerla y fomentarla en diversos contextos para mejorar la forma en que construimos el mundo, repetir y repetir para perfeccionar se ha direccionado a transformar y adaptarse. ¿Dónde estaríamos ahora si alguien no hubiera pensado diferente a los paradigmas establecidos?

No es de extrañar entonces que en la actualidad la creatividad se encuentre ligada a emprendimientos innovadores, donde algunos buscan la seguridad de un trabajo subordinado de tiempo completo, las mentes creativas buscan espacios que les otorguen la libertad de transformar y reinventar (se) constantemente, valorando la disciplina para gestionar el tiempo propio y trabajar en áreas que lo empapen de conocimientos prácticos y teóricos útiles para la vida, curiosos por encontrar nuevas respuestas en el diario vivir y sin miedo a caerse para volver a levantarse fortalecido. Los invito entonces a dejar de resistirnos a los cambios que la nueva era nos trae.

Juan

Salazar

El publicista Sergio Ovalle, el sommelier Franco Alarcón y la ingeniera Corina Jorquera, son los socios y creadores de la cerveza Tótem, un emprendimiento que comenzó hace tres años en la comuna de Ñuñoa, en Santiago, con una producción que sólo alcanzaba para saciar el gusto por las cervezas propias y de sus amigos y familiares. Ahora se desarrolla en Valdivia, porque los tres tomaron la opción de vivir en esta región.

Comienzo

Sergio Ovalle explicó que "en un principio la producción era para nosotros y nuestros cercanos, ellos eran nuestros catadores. Básicamente el primer año experimentamos mucho, tanto en sabores, tonalidades, grados de alcohol y los tiempos que hay que esperar en cada proceso. Cómo ocurre en la mayoría de los negocios, preferimos equivocarnos mucho aún en pequeño, en vez de hacerlo ya con una mayor producción ".

De a poco fueron viendo que realmente podían hacer algo más serio.

Corina Jorquera cuenta: "yo ayudaba a vender las cervezas entre mis compañeros de Universidad y realmente tenían muy buena recepción, por lo que la idea de comercializar ya oficialmente el producto fue lo mejor que le pudo pasar al emprendimiento".

Valdivia

Sobre su llegada a Valdivia, Franco Alarcón manifestó que la idea siempre fue trabajar y sobretodo vivir en Valdivia, así que "cuando se dio la oportunidad de viajar al sur y continuar con nuestro proyecto en la capital de la cerveza artesanal en el país,lo hicimos. Ha sido un cambio total en todo sentido para nosotros, siempre de manera positiva".

Los socios coinciden que el estilo de vida de la ciudad es óptimo para vivir y trabajar. Además, les ha ido bien, aunque se encuentran en un periodo de reestructuración de la cervecería, ya que buscan expandir la producción a nivel nacional y en un futuro a nivel internacional.

"Hasta este momento nuestra producción era de tres mil litros mensuales, pero con la inversión que estamos haciendo, dentro de muy poco tiempo podremos hacer 10 mil litros, ese es nuestra meta a corto plazo".

Jorquera añadió que "la idea es crecer paulatinamente en el negocio, estamos al tanto de la experiencia de otras cervecerías con éxito en la región y queremos seguir sus pasos, pero con nuestro modo".

nombre y sabor

Uno de sus sellos es el nombre de la cerveza.

Cuentan que buscaban un nombre que fuera corto, de fácil reconocimiento entre la gente y porque querían darle misticismo a la marca con un nombre fuera de lo común y tradicional, "por eso nos quedamos con Tótem, que significa objeto de adoración, que es lo que buscamos en el público, que se identifiquen con nuestro producto, que es de alta calidad. Además, está la imagen de la marca, que se desliga completamente de lo que las cervezas nos tienen acostumbrados", afirmó Ovalle.

Los socios buscan crecer en el mercado de cervezas artesanales en el país, con la innovación en sabores de sus productos.

Alarcón afirmó que "Para el común de la gente que bebe cerveza artesanal, quizás no hay mucha diferencia entre una marca y otra, en relación si es negra, rubia o ámbar. Por eso nosotros buscamos buscar ese rasgo diferenciador, con más lúpulos y otros ingredientes, siempre con los estándares de calidad. Eso es lo que seguiremos buscando en el futuro".

La cerveza Totem se puede encontrar en botellas en el local Beerstore (isla Teja); como schop en el local Growler (isla Teja) y también en Puerto Varas, en los locales Shoper y Bravo Cabrera.