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El uso de la leña en la calefacción

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El experto alemán Alfred Kerschberger se refirió al uso de la leña en el sur de Chile. Al respecto, dijo que "el problema no es la leña, es un combustible bueno y renovable, el problema es el uso que estamos haciendo de ésta, ocupando leña húmeda y en artefactos de no muy buena calidad". En ese sentido, afirmó que "sería bueno ir cambiando al pellet, que es un combustible homogéneo, que siempre trae la misma calidad, que no tiene humedad y que garantiza una buena combustión. Eso combinado con algunos filtros de partículas o un ciclón va a permitir que la calidad del aire mejore muchísimo".

Experto entregó claves para hacer más eficientes las casas y edificios

EN SEMINARIO. El alemán Alfred Kerschberger, doctor en Arquitectura, fue invitado por la empresa Novaclima a Valdivia.
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María Alejandra Pino C.

¿Por qué estamos empezando ahora cuando debimos comenzar ayer?, planteó el experto alemán en eficiencia energética Alfred Kerschberger, quien afirmó que Chile tiene potencial en esta materia. "Me sorprende por qué no se ha empezado aún a profundizar el trabajo en materia de eficiencia energética; en Chile, tienes las temperaturas, los envolventes térmicos a la mano, el poder adquisitivo y el ahorro, entonces ¿por qué no?, quizás falta de voluntad política o de conocimiento técnico, hoy están todas las herramientas para hacerlo", agregó y detalló que los costos de la energía son altos -comparables con el centro de Europa- y los tiempos de amortización y de ahorro económico a los que se podría llegar son significativos.

"Por ejemplo -indicó- en Mongolia y China, donde los gobiernos subvencionan los precios, los costos de la energía son un décimo del valor que tienen en Chile, y este país tiene un tremendo potencial y debe hacer los esfuerzos para mejorar la eficiencia, dado que eso va ayudar, también, a resolver los problemas de la contaminación que son una realidad en muchas ciudades del sur de Chile", sostuvo .

Concepto integrado

Para avanzar en eficiencia energética, el experto alemán planteó algunos elementos claves. Primero, la reglamentación, que exista normativa y exigencias del Estado. Segundo, educación; enseñar a los profesionales el uso de los materiales. Tercero, incentivos económicos o ahorro de impuestos a los que utilicen eficientemente la energía. Cuarto, crear conciencia en la población respecto de las ventajas asociadas a una mejor calidad de vida y del aire y de ahorro de dinero.

En el caso de la normativa chilena, dijo que ésta es "bastante exigente", pero que tiene algunos errores. "Por ejemplo, las exigencias en el sur son muy altas, difíciles de cumplir; sin embargo, en las zonas más cálidas como en Santiago las exigencias son bajas. Lo que uno debería decir es que un edificio no debe consumir más de 80 a 90 kilowatts-hora por metro cuadrado por año, ése es un buen valor y de alta eficiencia y no requiere tanta inversión, eso tiene que ser igual tanto en Santiago como en el sur, donde para lograrlo necesitará algo más de aislación".

En el desarrollo de iniciativas de eficiencia enérgica, Alfred Kerschberger planteó que es importante crear un concepto integrado, "no sólo se trata de la aislación, de la ventana o del termopanel o la ventilación cruzada y el equipo de climatización como elementos independientes, sino que el conjunto tiene ser bueno para lo lograr un óptimo resultado", explicó.

Además, destacó que los materiales existen en Chile y que lo relevante es que los consumidores los exijan y los compren.

Respecto de los materiales -indicó- se ha ido evolucionando en el espesor de las aislaciones, donde antes había que instalar 15 centímetros, hoy en día con siete o cinco centímetros se obtiene el mismo resultado. En el caso de las ventanas, "con un vidrio doble de buena calidad puedes ahorrar hasta un 80 por ciento, simplemente cambiando la ventana y el marco", explicó.

Además, detalló que "en salas de clases o en edificios más vidriados, la recuperación de calor, es decir, ventilación cruzada, cuando tú inyectas aire exterior y lo cruzas con el aire interior, recuperas ese calor y logras hasta un 90 ó 95 por ciento de ahorro".

También- dijo- en relación a la calefacción hoy existen las calderas de condensación que ahorran un 35 por cinto en comparación con las calderas tradicionales.

Producto patentado

Alfred Kerschberger creó y patentó el sistema de aislación térmica transparente. Éste permite que la radiación solar pase a través de la aislación, caliente el muro y éste pueda irradiar el calor al interior de la casa.

En los años '90 y principios de 2000 fue una tecnología innovadora y que hoy se sigue utilizando, sobre todo, en piscinas y en salas que requieran calefacción durante todo el año.

"La aislación transparente tuvo su justificación en ciertos años, pero no dio tanto resultado porque la tecnología también fue cambiando en las ventanas, las que han mejorado mucho en los últimos diez años. Donde teníamos valores U (transmitancia térmica) de 1,5, en Alemania hoy son de 0,5, es decir, ventanas que tienen cero pérdida y que permiten que entre la radicación solar y que se quede en el recinto. En Chile, por ejemplo los valores U son de 2,8 ", explicó.

Currículum

Alfred Kerschberger es doctor en Arquitectura, desde sus inicios se enfocó en la eficiencia energética y es experto en esa materia, en planificación y en medición en edificios. Es miembro de la Sociedad Internacional de Energía Solar (ISES) y de la Cámara de Arquitectos Planificadores Urbanos, en Baden-Wuertemberg, Alemania.

En sus primeros años, trabajó en la remodelación de viviendas en Alemania, después se dedicó a la investigación y desarrollo, lo que le permitió salir a través de Sociedad Alemana para la Cooperación Internacional (GIZ) a varios países del mundo. Desarrolló proyectos en Estados Unidos, Mongolia, China, Ucrania y en Alemania, siempre buscando la alta eficiencia energética en la arquitectura.

"El gobierno Alemán tiene un programa de desarrollo tecnológico donde apoya a distintos países a incorporar nuevas tecnologías y envía a expertos alemanes a esos países a organizar y hacer proyectos y eso me permitió apoyar iniciativas muy interesantes y de gran envergadura, estamos hablando de proyectos de 70 mil metros cuadrados, de un millón de metros cuadrados, o sea, cientos de edificios donde estudiaron cómo hacerlos energéticamente muy eficientes", explicó Kerschberger.

Sostuvo que "la ventaja de trabajar con mi oficina de arquitectura es que no solamente hacemos el trabajo estándar de la normativa alemana, que ya es muy exigente, sino que siempre trabajamos en innovación y estamos a la vanguardia de las últimas tecnologías, las que incorporamos en aquellos proyectos que desarrollamos en el extranjero".