Abrir los ojos frente al narcotráfico
La noticia sobre una red operada desde Llancahue obliga a volver la vista hacia realidades que se están multiplicando. Es imposible no preguntarse cómo un hombre que cumple condena tiene las facilidades para seguir "trabajando" desde el interior de un recinto penal...
Preocupante es la noticia sobre una red de tráfico de drogas dirigida desde la cárcel de Llancahue, que quedó al descubierto luego de la detención de una mujer en Santiago, quien ocultaba en una casa 20 kilos de pasta base de cocaína.
Según los primeros antecedentes, la detenida es pareja de un interno de la cárcel de Valdivia y recibía instrucciones vía teléfono celular sobre cómo operar el "negocio", que podría haberles generado ganancias ilegales por 200 millones de pesos.
Si bien la acción policial para desbaratar al grupo es digna de felicitación; es imposible no preguntarse cómo un hombre que cumple condena por tráfico de drogas tiene las facilidades para seguir "trabajando" desde el interior de un recinto penitenciario, cuyo fin es, precisamente, evitar su accionar.
Hasta ayer, la dirección regional de Gendarmería no había dado una versión al respecto, ni tampoco informó qué medidas tomará para enfrentar la situación y evitar que se repita; aunque es vox populi que los reclusos reciben teléfonos y múltiples otros implementos desde el exterior, por diferentes medios ilícitos no controlados.
Este hecho sale de lo común, pero a diario se reporta muchos otros que hablan de un microtráfico creciente en toda la región y de la instalación progresiva de una narcocultura, que se traduce en acceso a dinero abundante y fácil sobre todo para jóvenes; pero que también implica violencia y otros delitos.
Estas situaciones se ven en forma incipiente en la zona, pero es necesario abrir los ojos, antes que de que escalen.
Claramente la represión al tráfico no está generando resultados esperados y es preciso que además se activen otros mecanismos para reducir la demanda, revisar la legislación y las fórmulas aplicadas.
En su trabajo "95 propuestas para un Chile mejor" el grupo Res Pública invitaba en 2013 a generar un tratamiento para todas las drogas similar al que reciben tabaco y alcohol. Esto, porque el "negocio de las drogas" y corrupción asociada a él proliferan a la sombra de la prohibición. Quizás sea tiempo de acoger esa idea y preguntarse si se ha seguido el camino más eficaz para frenar este grave problema.