Pasó casi un mes fuera de casa, pero volvió lleno de nuevas experiencias basqueteras. De vivencias que fortalecen y moldean la personalidad. A sus 14 años de edad -nació el 14 de enero de 2003- Benjamín Edgardo Herrera Álvarez, "Cuchi" para los amigos, está en pleno proceso de formación, pero ya con inyecciones competitivas y de proyección hacia el alto rendimiento. Con 1.85 metros de estatura es el base titular de la selección chilena Sub-14 que fue quinta en el Sudamericano de Venezuela y fue el mejor jugador del Nacional Escolar que coronó como campeón al Colegio Austral de Valdivia. Benjamín es el menor de tres hijos del matrimonio formado por Edgardo Herrera y Karina Álvarez, quienes junto a Francisca (25) y Matías (16) son los primeros hinchas y motivadores para una carrera que comenzó a los 10 años de edad y que sueña con proyectar a nivel internacional.
Sus primeros pasos deportivos los dio en el fútbol, donde incluso fue jugador infantil del club O'Higgins de Lanco, pero pronto se definió por el básquetbol, tras los pasos de su hermano Matías, quien ya estaba en la Sub-11 del Deportivo Valdivia. Se encantó con los cestos y el trabajo formativo de los entrenadores César Barría, Eduardo Castro, Jorge Bustos y el preparador físico Sebastián Gómez, junto a la motivación que le entregó Keith Hood en el Windsor School. No olvida a ninguno de ellos.
Hoy es un admirador de Erik Carrasco (CDV) a nivel nacional y del serbio Milos Teodosic (Los Ángeles Clippers) de la NBA.
En la parte escolar, "Cuchi" Herrera es alumno de Primer Año Medio del Colegio Austral, donde rinde exámenes libres para poder dedicar tiempo y espacio a la práctica del básquetbol.
Sueños de altura
¿Cuál es tu máximo sueño?
-Ser profesional y vivir del básquetbol, en Europa, Estados Unidos y obviamente que en la NBA. Como se están dando las cosas ahora, no se ve tan imposible irse al exterior. El básquetbol joven de Chile, de a poco ha ido subiendo en las series menores, con lo que Europa y Estados Unidos ya no se ven tan lejos. Ojalá esa oportunidad se me produzca lo más pronto posible.
¿Ser campeones escolares de Chile fue como un trámite nada más?
-Sacamos diferencias porque la mayoría jugamos juntos en el club y siete estábamos en la preselección nacional. En el nacional federado del año pasado, al cual fuimos con Peña y Parra, conocimos y nos hicimos amigos de los gemelos Chandía, de Ty Jones y Chandía. Luego, se movió el profe Eduardo Casto, las familias se pusieron de acuerdo y ellos se vinieron a vivir a Valdivia, para buscar el paso al Sudamericano Escolar, con el apoyo del Deportivo Valdivia y el Colegio Austral. Entonces, con todo el trabajo del año como equipo en la Liga Saesa y los torneos escolares, fue más fácil enfrentar a los rivales en el nacional escolar.
En los Juegos Escolares fuiste el mejor jugador. ¿Es un logro especial?
-Los premios individuales no me importan mucho, ya que mi primer interés es el equipo. Si uno sale mejor jugador o goleador, el premio es de todos. En los Juegos Nacionales traté de hacer lo mejor para el equipo. Si sale un premio individual, es secundario.
¿Sintieron el cambio de nivel del escolar al Sudamericano?
-Más que el nivel, fue fundamental que en los Juegos Nacionales los aros estaban notoriamente más bajos y la pelota era muy distinta. Hubo poco tiempo para acostumbrarse. La meta era quedar entre los tres primeros, pero nos tocó con Brasil y Venezuela, que fueron los finalistas. Sin embargo, nos deja contentos que peleamos de igual a igual con los dos y perdimos por escasa diferencia.
¿Qué sigue ahora en el trabajo de selección?
-Es un proceso largo, que para nosotros comenzó con el año pasado y tuvo su primer capítulo en el Sudamericano U-14 de Venezuela. Pero, el próximo año está el Sudamericano U-15 de Uruguay y la meta es llegar a un Premundial. Después está la U-17.
Uno de los mejores del Sudamericano
Benjamín Herrera señala que sus objetivos son transformarse en un buen asistidor, leer bien el juego, mejorar los cambios de velocidad y su lanzamiento perimetral. Los primeros números para cumplir con esas metas ya comenzó a alcanzarlos a nivel internacional, ya que el el Sudamericano U-14 de Venezuela, donde Chile quedó en la quinta ubicación, fue el jugador con mejor promedio de asistencias (4,4) y de recuperaciones (4,4) por partido. Además, en el partido que Chile le ganó a Paraguay por 71-36, bajó 17 rebotes, cifra que constituye un record para un base en Sudamericanos de series menores.
"Los premios individuales no me importan mucho, ya que mi primer interés es el equipo".
Benjamín Herrera, Basquetbolista"