Hace pocos días los funcionarios de Correos de Chile lanzaron la versión número 25 de su campaña de Navidad "Apadrina una carta", que consiste básicamente en reunir las misivas que muchos niños y niñas envían al Viejito Pascuero, con personas de buen corazón que quieran hacer realidad esas peticiones.
La idea es que lleguen regalos a los pequeños que los soliciten desde los lugares más vulnerables de la región. Pero no es solamente eso lo que la cruzada logra. A través de las cartas, cada año, se puede apreciar realidades que el resto del año no se visibilizan, relacionadas con la pobreza, la soledad, las urgencias laborales, los esfuerzos por salir adelante.
Algunas familias piden simplemente una cena para compartir, porque no tienen cómo costearla; pan de pascua, o compañía en Nochebuena para algún adulto mayor. También hay cosas más complejas, como un trabajo para algún papá o mamá sin empleo; o apoyo con tratamientos médicos costosos. En el contexto navideño estas verdades llegan al corazón y el espíritu solidario que se activa en estas fechas, a menudo, logra mucho más.
En esa posibilidad solidaria está también el gran valor de esta cruzada que los carteros crearon hace un cuarto de siglo y que mantienen solamente por vocación de servicio público. Uno real. Sin promesas, ni eslóganes.
Por lo mismo es que el llamado es a colaborar. ¿Cómo hacerlo? Simplemente recogiendo una carta en la oficina de Correos de Valdivia y haciéndose cargo de ella. Hay plazo hasta el 22 de diciembre.
Como cada año, Diarioaustral se sumará a la cruzada seleccionando algunas cartas y contando las historias de quienes las envían. También entregaremos datos de otras instituciones benéficas y grupos solidarios con los cuales se puede contribuir para que sus iniciativas navideñas tengan éxito.
La idea es abrir espacios para que se sumen voluntades y para que esta fecha significativa marque, realmente, un hito en el calendario. Además, para que se creen vínculos solidarios que quizás se puedan mantener durante el resto del año. Ese compromiso perdurable sería, sin dudas, un buen regalo navideño.