Apoyo a donación de órganos
A pesar de las medidas para facilitar la procuración y trasplantes, todavía falta mayor conciencia ciudadana sobre el tema. Fue aprobada la "donación cruzada" y también la propuesta del diputado Berger para realizar cursos sobre el tema a enfermeras y médicos en formación.
De acuerdo a cifras del Ministerio de Salud, 2017 fue uno de los años con más trasplantes realizados en el país durante la última década. Se superaron las 400 intervenciones de este tipo en el país, sumando 98 en servicios públicos y 15 en establecimientos privados de salud.
Del total efectuado en el sistema estatal, 45 fueron en regiones y Los Ríos aportó con 17, todos renales, efectuados en el Hospital Base de Valdivia, que es Centro de Referencia para este tipo de procedimientos desde Arica a Punta Arenas.
Si bien estas cifras son mejores que las de años anteriores, las de donaciones de órganos se mantienen estables o bajas, a pesar de existir la ley de Donante Universal (todas las personas mayores de 18 años son potenciales donantes).
La tasa chilena se acerca a 10 donantes efectivos por millón de habitantes; pero aún ese número es lejano a los 43,4 que exhibe España; a los 16 de Uruguay y a los 12 de Argentina. Una de las razones de este bajo índice es la negativa familiar para cumplir con la ley, aunque ese porcentaje de rechazo ha bajado desde 53% en 2015 a un 35 por ciento. Por otra parte, actualmente hay cerca de 4 millones de personas que formalmente se niegan a donar, manifestando esa voluntad ante el Registro Civil.
El tema no es sencillo, pese a que se han realizado cambios legislativos para ayudar. Fue incorporada la modalidad "cruzada" de donación, que permite una búsqueda recíproca entre parejas de donantes-receptor (quien recibe puede aportar un donante para otra persona y viceversa) Además, en diciembre pasado fue aprobada una propuesta del diputado Bernardo Berger para incorporar cursos obligatorios sobre donación y trasplante de órganos a carreras de enfermería y medicina, de modo de apoyar la formación de profesionales que puedan colaborar en pesquisar donantes, procurar órganos y realizar trasplantes.
La idea es facilitar el procedimiento y reducir las posibilidades de error. Sin embargo, la mayor ayuda sigue siendo la de la comunidad y la conciencia sobre la realidad de las casi 2 mil personas que hoy esperan una donación para seguir viviendo.