El 6 de enero se desarrolló en Valdivia el Segundo Encuentro de Personas con Heridas Crónicas "Me educo, aprendo, me cuido", en el cual los 70 asistentes se interiorizaron acerca de los cuidados de los pacientes, y de realizar un autocuidado constante.
Uno de los organizadores de este evento y presidente de la Agrupación de Autocuidado Esperanza Viva, de personas con heridas crónicas, fue Gamalier Ulloa, quien se mostró muy satisfecho con la actividad.
¿Cómo nació la agrupación?
-La agrupación nació por una necesidad de los enfermos de úlceras varicosas y en los medios de comunicación, salió publicado que estas heridas se curaban en el Hospital Base Valdivia y en el Consultorio de Niebla. En el primero era un tratamiento experimental, muy caro, por lo que muchos vimos como única esperanza, la segunda opción.
En lo personal, estuve cuatro años sentado en un sillón sin poder caminar, por lo que me la jugué y fui, sin conocer Niebla, a la hora convenida y lo primero que viví, fue recibir un abrazo y el cobijo de las enfermeras, personas a quienes no conocía y que con su trato, ya nos ayudaban a mejorar. Así, como muchos de nosotros nos atendíamos dos veces por semana, forjamos lazos de amistad y eventualmente, uno de los integrantes dijo '¿por qué no nos agrupamos?' Así lo hicimos. El 7 de mayo del 2013 firmamos 15 personas y ahora somos cerca de 200, aunque hay muchas más.
¿Por qué cree usted que hace cuatro años se visibilizó el tema de las heridas crónicas?
-Esta es una enfermedad terrible y las personas la viven en silencio. Para los enfermos de úlceras varicosas, no es agradable andar cojeando en la calle, con dolores. Y lo peor, por lo menos en mi caso, el mal olor que salía de mis heridas. Uno trata de ser invisible.
¿Es muy largo el tratamiento?
-Eso depende de cada uno de los pacientes. Puede ser un año y medio como en el caso mío, dos meses o incluso más de 30 años. Lo que pasa es que son heridas muy rebeldes, es como si tuvieran vida propia. Las enfermeras y técnicos que nos realizan las curaciones tienen que ser especializados, capacitados y con experiencia. Además, tenemos que utilizar unas medias especiales, las cuales son carísimas.
¿Qué actividades han realizado?
-El año pasado hubo un seminario, al cual vinieron médicos, enfermeros, técnicos, laboratorios a ofrecer sus servicios y productos. También vinieron representantes del Instituto Nacional de Heridas de Santiago, para tratarnos. E incluso tenemos algunos proyectos para internacionalizar la agrupación. Lo que nos dijeron los especialistas es que no sólo somos el único grupo en Chile, si no también en América. Sólo en Inglaterra hay un grupo similar al nuestro. También hemos tenido talleres de estimulación de la memoria, de kinesiología, de nutrición y gimnasia.
¿Qué es lo que necesitan?
-Debemos agradecer a la municipalidad el apoyo que nos ha brindado. Sin embargo, actualmente estamos buscando un terreno para poder construir nuestra sede. En muchas ocasiones llegan pacientes de lejos, entonces nos gustaría poder recibirlos bien y entregarles algún tipo de apoyo.