Varsovia defendió ayer la reforma legal aprobada por el Senado en la noche del miércoles que convierte en ilegal acusar a polacos de complicidad en el Holocausto y pena con hasta tres años de cárcel el uso de la expresión "campos de concentración polacos", pese a las críticas y advertencias de, entre otros países, Estados Unidos.

Esta nueva ley, indicó el Ministerio de Exteriores en un comunicado, "no inhibe la libertad de expresión o investigación", sino que tan sólo trata de "combatir todas las formas de negación y distorsión de la verdad del Holocausto o el que se minimice la responsabilidad de sus verdaderos autores".

"Fueron los alemanes los que atacaron Polonia, mientras que los polacos y los judíos fueron las víctimas", dijo, por su parte, la vocera del Gobierno polaco, Joanna Kopcinska.

Washington, en tanto, había mostrado, a través de un comunicado del Departamento de Estado, sus temores a que la reforma pudiese afectar a la libertad de expresión y la investigación académica, así como a las relaciones "estratégicas" de Polonia con Estados Unidos e Israel.

"Animamos a Polonia a reevaluar esta legislación, a la luz de su potencial impacto en el principio de la libertad de expresión y en nuestra habilidad de ser socios efectivos", indicó.

Sin embargo, en el comunicado enviado por el Ministerio de Exteriores polaco, si bien se reconoce "diferencias" con otros países a causa de la norma, se afirma que esta "no afectará a la asociación estratégica de Polonia con Estados Unidos".

La reforma legal fue aprobada el viernes de la semana pasada por la cámara baja polaca y en la noche del miércoles por el Senado.

Para que la ley entre en vigor, sólo falta la firma del presidente polaco, Andrzej Duda, quien se ha comprometido a revisarla en detalle antes de ratificarla.

El Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, abrió ayer el camino para la publicación de un memorándum secreto escrito por el personal republicano del Comité de Inteligencia del Congreso que revelaría malas prácticas del FBI y dijo que acusaría a las autoridades policiales de abusar de sus atribuciones investigativas.

Se esperaba que Trump, quien tenía una breve ventana para bloquear la divulgación del memorando por motivos de seguridad nacional, dijera hoy al Congreso que no tenía objeciones con su publicación y que probablemente no solicitaría que se redactara ningún material adicional, según un alto funcionario de la administración.

A pesar de esto, tras revisar el documento redactado por el equipo del congresista republicano Devin Nunes, que encabeza la Comisión de inteligencia, un aliado de Trump, el Presidente dio ayer el visto bueno para su publicación.

Así, depende ahora del Comité de Inteligencia de la Cámara, cuyos líderes republicanos han presionado para su divulgación, hacer público el documento, que ahonda en la investigación del FBI por los posibles vínculos entre Rusia y la campaña presidencial de Trump en 2016, caso denominado como Rusiagate. Sin embargo, otro funcionario de la Casa Blanca, según la agencia de noticias AP, aseguró que el método preciso para hacerlo público aún se estaba discutiendo.

Críticas

La decisión del Mandatario se produjo a pesar de un creciente coro de advertencias de funcionarios de Seguridad Nacional que dicen que la divulgación del documento pondría en peligro información sensible del Gobierno, incluido el método de recopilación de información e inteligencia, y de los demócratas que dicen que está motivada políticamente y que distorsiona las acciones del Departamento de Justicia y el FBI, omitiendo el contexto crucial.

El FBI, por su parte, declaró el miércoles que tiene "graves preocupaciones" sobre la precisión de la nota clasificada, que fue escrita como parte de un esfuerzo por revelar lo que los republicanos dicen son abusos de vigilancia por parte del FBI y del Departamento de Justicia durante las primeras etapas de la investigación de la injerencia rusa.

Altos funcionarios del FBI también han hecho llamados directos a la Casa Blanca, advirtiendo que podría sentar un precedente peligroso.

Rumores de despido

La postura del FBI significa que Trump, al permitir la publicación del memorando, desafiaría abiertamente a su propio director del FBI, al seguir presionando para que se divulgue.

También sugiere una clara disposición del timonel de la institución, Christopher Wray, para desafiar a un Presidente que hace unos meses despidió a su predecesor, James Comey, situación que podría repetirse.