Adolescente de 15 años recibió primera peluca de campaña
RECOLECCIÓN. Una escolar de Puerto Montt fue la primera beneficiaria de la cruzada que inició Vicky Carrasco y su familia para reunir pelo.
Lo único que Antonia Quezada quiere es volver a clases. Tiene 15 años y estudia en el Colegio Salesiano de Puerto Montt, pero desde el año pasado no ha podido ver ni a sus compañeros ni a sus profesores. Debió ser trasladada hasta Valdivia para recibir tratamiento oncológico en el Hospital Base de la capital regional. Si todo resulta bien, podría regresar a su colegio dentro de un mes. Ya tiene parte de sus útiles, libros y uniforme; además, recibió algo que realmente deseaba, una peluca.
Antonia Quezada fue la primera beneficiaria de la campaña de recolección de cabello que inició Vicky Carrasco junto a su familia, empresas y peluquerías colaboradoras, a fines del año pasado.
Logró reunir 12 kilos de pelo en 208 trenzas y gracias al trabajo del empresario de salones de peluquería Marcello Avatte -quien reside en Viña del Mar- la primera peluca estuvo lista a fines de febrero.
El miércoles pasado Vicky Carrasco llegó hasta la cabaña en la que Antonia vive junto a su madre, Roxana Montecinos, en Barrios Bajos. Llegó con una caja pintada de morado, en la que con letras verdes, azules, amarillas y anaranjadas, confeccionadas con goma eva, se leía "Fuerza Antonia".
"¡Hola Antonia! ¿Te contaron por qué vengo?", le dijo a través de la reja. La adolescente no podía parar de reír, nerviosa, mientras abría la puerta. Ya sabía.
Adentro de la caja estaba la peluca, era castaña, brillante, de cabello largo y liso. Pero no se la pudo probar, porque en el hospital le dijeron que primero debía lavarla. También recibió una carta de Marcello Avatte, cuyo hijo fue tratado por una leucemia en el Hospital Luis Calvo Mackenna cuando tenía cuatro años. Para Roxana Montecinos, la madre de Antonia, tener esta peluca es como un sueño.
La historia de antonia
Muchas de las personas que reciben sus tratamientos en la Unidad de Oncología del Hospital Base de Valdivia no son de la región de Los Ríos. Antonia Quezada y su familia viven en Puerto Montt. Su madre es asistente de aula y estudia psicopedagogía; mientras que su padre, Marco Quezada, es contratista en mantención de equipos, en Chinquihue. Tiene dos hermanas, una de 16 y otra de seis años.
Roxana relató: "Antonia tiene un sarcoma, un tumor bastante agresivo. El primer médico que la vio, en Puerto Montt, nos dijo que era una bolita de grasa -un lipoma- en una de sus piernas. Pero comenzó a crecer muy rápido y luego de hacerle más exámenes llegamos a una doctora que nos explicó que era un tumor con alta vascularización y que era muy urgente estudiarlo. Después de otros exámenes supimos que era un sarcoma y que teníamos que viajar a Valdivia. Empecé a buscar en internet y todo lo que decía era malo, ahí se nos vino el mundo encima".
Antonia y su madre llegaron a Valdivia a mediados de 2017. "Nos dijeron que tenía cáncer y que debía recibir quimioterapia. En ese momento asimilamos todo", explicó.
El 4 de octubre comenzó el tratamiento. "Con Antonia conversamos el tema de su pelito. Pensábamos que iba a demorar en caer, que eso pasaría en enero. Sin embargo, a los 11 días ya estaba cayendo. Cuando ella se bañaba trataba de que no lo viera. Cuando se lo secaba, volaba por todas partes y yo lo escondía rápido debajo de la cama. Le cortamos una melenita para que no fuera muy brusco el cambio. Le dije que le compraría turbantes y gorritos lindos. Salí de la casa y cuando volví la vi sin pelo, se lo cortó solita, fue su decisión. Estuvo triste porque fue muy rápido y ella es una adolescente de 15 años", dijo Roxana. En ese momento empezó la búsqueda de una peluca. Sin embargo, son muy costosas. En el mercado pueden valer entre 500 y 750 mil pesos. Planearon reunir dinero a través de bingos y rifas, pero nada de eso funcionó.
La historia de vicky
Durante el primer semestre del año pasado Vicky Carrasco debió asistir en muchas ocasiones hasta la Unidad de Oncología del Hospital Base de Valdivia por una serie de exámenes a los que debió ser sometido su hijo, de 11 años.
"Vi solamente una parte de lo que era estar en oncología y conocí realidades que me partieron el corazón. Veía cómo a mi hijo le dolían las punciones lumbares, pero después miraba al lado y había niñitos que también sufrían, incluso más. Fueron cuatro meses bien duros en los que te sostiene la familia y la fe. Ahí vi pequeños milagros. Cuando salí, en junio, le dije a mi marido, Samuel Bravo, que necesitaba hacer algo para ayudar", relató.
Su idea fue crear un banco de pelo. "En Valdivia no hay. En Santiago está la Fundación Nuestros Hijos y en Temuco una empresa confecciona las pelucas y las vende más baratas a la Unidad de Oncología. Pero hasta Valdivia llegan niños de todo el sur y había que hacer algo", contó.
Buscando en internet cómo crear este banco encontró en un diario un artículo en el que se hablaba de Marcello Avatte. Vicky le escribió, le contó su historia y le comentó que quería hacer una campaña para recolectar el pelo. A los 10 minutos él respondió y le dijo que confeccionaría las pelucas en forma gratuita. "Durante meses me mandaba fotos de las pelucas, de campañas que había hecho él. Eso tenía que estar en Valdivia, pensaba yo", agregó.
La campaña comenzó en noviembre y durante un mes y dos semanas personas de todas las edades donaron sus trenzas, las que debían medir unos 30 centímetros. Se unieron peluquerías y empresas en la cruzada, que terminaba el 31 de diciembre. En total, juntaron 208 trenzas, de diferentes colores y tipos de cabello. Marcello Avatte se encuentra seleccionándolas y evaluando cuántas podrán ser elaboradas."Estoy muy feliz y emocionada con lo que se ha hecho", dijo Carrasco. Para contactarse con Vicky se puede escribir a vickycarrascosilva.a.s@gmail.com.
El contacto
Roxana Montecinos contactó a Vicky Carrasco a través de redes sociales luego de enterarse de la campaña. "Le expliqué el caso, pero pensé que era solo para niñas de Valdivia. Antonia también le habló. Nos contactamos varias veces y cuando me dijeron que Marcello Avatte nos iba a ayudar confeccionando la peluca yo no lo podía creer. No dábamos más de la emoción, leía y releía el mensaje pensando que no era verdad. Antonia me decía '¡Sí mamá, dijo que sí, dijo que sí!", contó Montecinos.
Mientras Avatte elaboraba la peluca -demoró alrededor de una semana- les enviaba videos por WhatsApp para explicarles cómo la debían colocar, cómo la debían lavar. "Sin conocernos, sin pedirnos nada, él trabajó mucho por nosotras. Estamos muy agradecidas con mi flaquita", dijo. La peluca de Antonia costaría unos 680 mil pesos en el mercado.
Roxana Montecinos piensa que junto a su hija tuvieron suerte, porque en el hospital muchos niños pierden su pelo por las quimioterapias. "Tenemos muchos amiguitos y amiguitas en oncología, hemos perdido también algunos y ese ha sido nuestro dolor más grande. Nosotros vemos el sufrimiento y ahí es cuando comenzamos a dar gracias hasta por lo más mínimo. En vez de que los niños digan 'no quiero más quimios' dicen 'que vengan pronto para que antes salgamos de esto'", aseguró.
Antonia Quezada ha sido sometida a quimioterapias durante un poco más de cinco meses, pero ahora está muy emocionada. Hace un mes sus amigos la visitaron para celebrar su cumpleaños. Aunque siempre se envían mensajes por WhatsApp no es lo mismo. "Quiero volver a clases. Siempre me han gustado mucho las matemáticas y quería ser profesora, pero ahora quiero estudiar medicina porque he visto todo lo que se hace en el hospital", aseguró. En ese regreso tendrá su peluca, la que una amiga de su mamá alisará a cambio de unas ricas once.