Una buena forma de hacer crecer a las regiones como Los Ríos, es decir, con buenas perspectivas para la exportación de productos naturales, pero con valor agregado, lo constituye el trabajo de las cooperativas, que además de ir convirtiéndose en conglomerados de considerable tamaño también aportan buenas cifras si se les considera como fuentes de empleo.

En la zona hay numerosos ejemplos de emprendimientos que apuntan a la exportación de alimentos de gran calidad. La naturaleza de esta tierra y de su mar permiten establecer una oferta gastronómica que no ha parado de crecer en los últimos tiempos y que tienen aún mucho por delante, pero siempre y cuando el trabajo se realice de acuerdo a las exigencias actuales de los potenciales consumidores. Como la vista está puesta en los mercados exigentes, léase el europeo, el norteamericano o el asiático, debe quedar claro que la producción se cumple de acuerdo a los estándares que esas sociedades exigen. Ya no basta, por ende, con entregar las delicias si no van acompañadas por los más modernos sistemas de producción, almacenamiento y transporte.

A esto hay que agregar que para lograr la superación de todas las vallas que el proceso presenta, no resulta fácil conseguirlo mediante acciones aisladas. Para salir adelante, lo mejor es la asociatividad entre los pequeños y medianos productores, que al contar con un organismo como una cooperativa logran ventajas comparativas considerables.

El ejemplo lo ponen agrupaciones como Apicoop, la cooperativa de productores de miel y cera que acaba de inaugurar una moderna planta en Paillaco, que actualmente entrega dos mil toneladas anuales de sus artículos, de las cuales el 60 por ciento están destinadas al exigente mercado europeo.

Ahora apunta al lejano oriente para la llegada de su miel y una vez que logre competir por las mayores cantidades de consumidores del mundo, el límite de la cooperativa llegará a alturas difíciles de mencionar. Ellos marcan claramente el camino que se debe seguir en la actualidad.

Desde siempre se ha visto lo masculino y femenino como algo dicotómico, excluyente, discontinuo y complementario, encontrando diferentes distinciones relativas a lo que se espera de los hombres y de las mujeres, dependiendo de cómo se desarrolla la vida en comunidad. Pero algo que podemos afirmar con certeza es que no existe la mujer separada del hombre.

La relación entre los sexos inevitablemente implica una danza conjunta en la que no pueden verse en forma separada el uno del otro, es como la izquierda con la derecha o el anverso y el reverso. No existe uno sin el otro y sólo pueden verse en relación, se es hombre en oposición a ser mujer y se es mujer porque no se es hombre.

Pareciera que hombres y mujeres nos relacionamos independientemente de si esa forma de relación sea constitutiva de lo humano o construida a lo largo de un tipo especial de interacción, insertada en la forma que la cultura impone.

La forma en que cada uno de nosotros actúa su rol, depende en gran medida, de su identidad personal, pero también del contexto en que la persona se esté desenvolviendo. No existe 'la mujer' como tampoco 'el hombre'. Existen mujeres y varones en diferentes situaciones sociales y culturales, cumpliendo distintos roles y funciones.

Las características que les atribuimos a hombres y mujeres en nuestra sociedad, constituyen los 'estereotipos sociales'. Como tales, estas abstracciones nos facilitan entender la estructuración de un rol determinado.

El rol sexual se construye de acuerdo con la prescripción de las conductas que se consideran masculinas o femeninas. Esta tipificación es anónima, abstracta, pero fuertemente adjudicada y normativizada por el estereotipo que la sociedad impone. Tanto 'rol' como 'estereotipo' son categorías abstractas que encierran un alto grado de generalización, valoración y juicios en sí mismos, no obstante son útiles en el momento de teorizar.

Cabe considerar que, aunque el poder en muchos casos implica privilegios, también puede imponer exigencias que se viven con dolor. Por ejemplo, en el proceso de construir su masculinidad, los hombres van suprimiendo una amplia gama de emociones, necesidades y posibilidades, tales como el placer de cuidar de otros, la receptividad, la compasión, las que son experimentadas como inconsistentes con el poder masculino. Este tipo de necesidades y emociones a los hombres no les es permitido expresarlas.

Dra. Ana María Zlachevsky Premio Nacional de Psicología 2013

30 años | 7 de marzo de 1988

Detuvieron a integrantes del Comité por Elecciones

Quince personas, integrantes del Comité por Elecciones Libres, fueron detenidas en Isla Teja cuando participaban en una acción de propaganda de respaldo a la opción No en el plebiscito. Los afectados se quejaron por el trato policial y porque no hubo incidentes que justificaran que hayan ido a los calabozos de Carabineros.

20 años | 7 de marzo de 1998

En el segundo semestre se inician obras en Pedro Montt

Luego de varios años de postergación y a pesar de ser fundamental para el desarrollo urbano de Valdivia, para el segundo semestre del presente año fue anunciado el inicio de los trabajos de modernización de la avenida Pedro Montt, que será convertida en una moderna doble vía, entre el Coliseo y la avenida Francia.

10 años | 7 de marzo de 2008

Vecinos piden que limpien el futuro Parque Urbano

Vecinos del sector que acogerá al futuro Parque Urbano, junto a la avenida San Luis, en el sector sur de Valdivia, se han quejado de discriminación en su contra, porque el lugar permanentemente luce basura acumulada. "Esto ocurre en la costanera de los pobres, pero si fuera en Isla Teja ya estaría solucionado", dijo una vecina.