La liga de fútbol griega fue suspendida indefinidamente en respuesta al incidente ocurrido el domingo durante el partido entre el Paok de Salónica y el AEK de Atenas, según anunció el titular del Ministerio de Deportes de ese país, Yorgos Vassiliadis, tras reunirse con el Primer Ministro, Alexis Tsipras.

Vassiliadis anunció que comenzarán a consultar con todos los implicados y que la liga no se reanudará hasta que lleguen a un acuerdo.

La decisión se tomó después de que en el encuentro del domingo entre el PAOK Salónica y el AEK Atenas, el presidente del primer club, Ivan Savidis, invadiera la cancha del Estadio Tumba armado con una pistola justo después de que el árbitro anulara por fuera de juego un gol de su equipo, en el tiempo añadido, que le habría significado una derrota al AEK y perder el liderato de la tabla.

El hecho de que Savidis, un magnate industrial ruso de origen griego, irrumpiera armado en el campo de juego, ha desencadenado una ola de indignación no solo en el mundo del deporte.

La policía griega ha emitido una orden de detención contra Savidis y otras cuatro personas, probablemente sus guardaespaldas, que invadieron el campo de juego junto a él.

"El Gobierno ha luchado durante los últimos tres años para el saneamiento del fútbol griego. Conseguimos muchas cosas, pero hay muchas más por hacer. No permitiremos que se vuelva a la situación anterior, incluso si eso supone un coste político para el Gobierno", afirmó Vassialiadis ayer. Añadió que el Gobierno está en contacto permanente con la UEFA y que intentará evitar que los equipos griegos queden excluidos de los torneos europeos.

Cuando se le consultó sobre cómo ve la UEFA la entrada de hombres armados en el terreno de juego, Vassialiadis dijo que los europeos están "sorprendidos, como nosotros".

Hace dos años el Gobierno ya interrumpió durante varias semanas los campeonatos profesionales de fútbol griegos tras un enfrentamiento entre hinchas del Panathinaikos y el Olympiacos, que impidió que se disputase el clásico.