El fiscal Daniel Soto dirige una investigación para dar con el paradero de personas que el pasado lunes, mantuvieron intimidados, a través de llamadas telefónicas y bajo amenazas de muerte, a una menor de edad y a sus padres, cobrando una recompensa de 200 mil pesos.

El hecho comenzó a las 19 horas del lunes, en Las Animas, cuando los secuestradores llamaron a la menor de edad a su celular y, con engaños, la obligaron a salir de su casa, asegurándose que llegara hasta el mall de la ciudad.

Luego, llamaron a los padres de la niña, señalándoles que mantenían secuestrada a la menor, dándoles detalles de ella. Los amenazaron con matarla, si no depositaban la suma 200 mil pesos en una cuenta bancaria, y en un tiempo determinado.

Incluso, advirtieron que la menor ya estaba herida y hasta fingieron un llanto, para alarmar aun más a sus padres, quienes finalmente accedieron e hicieron el depósito.

Más tarde, sin embargo, la menor volvió sana y salva a su casa, sin haber conocido ni tenido contacto físico con sus secuestradores.

En el Ministerio Público, el fiscal Daniel Soto, señaló que trabajaba en la investigación con ambas policías, para dar con los autores de este hecho.

El comisario de Carabineros, Enzo Funes, recomendó a la comunidad, evitar hacer públicos antecedentes personales a través de las redes sociales. Además recomendó contactar de inmediato a la policía cuando se sufre algún tipo de amenaza similar a la descrita.

Una persona resultó con un impacto de bala en una pierna, ayer a las 14.45 horas en la población Norte Grande , en Las Ánimas, siendo socorrido por personas cercanas que lo trasladaron al Cesfam de ese sector.

Carabineros tomaron el procedimiento y concurrieron a detener al autor de los disparos; sin embargo una turba de vecinos se los impidió lanzándose contra el personal policial, arrojando pedradas e insultos.

La situación obligó a uno de los carabineros a ejecutar dos tiros al aire, para contener a los atacantes. No hubo heridos.

Juan Vargas Oñate

Pese al frente de mal tiempo registrado durante dos días, con intensas lluvias y vientos, no hubo damnificados, ni necesidad de albergues en las comunas de la región de Los Ríos. Así lo afirmó ayer desde Santiago, el intendente César Asenjo Jerez, al realizar un balance de la situación.

La autoridad, que participa de reuniones en La Moneda, destacó la oportuna reacción de los equipos de seguridad locales, pero hizo un llamado a que la comunidad siga conductas de prevención y autocuidado en sus respectivas viviendas y barrios.

Además, a que los municipios intensifiquen la limpieza de canaletas, ductos, alcantarillas y colectores.

Asenjo recibió ayer un completo informe de Onemi regional, que registraba una caída total de aguas lluvia el martes "de entre 90 a 100 milímetros".

Calles y rutas

Sobre la situación de las rutas y calles, indicó que el socavón registrado en la ruta T-350, (puente Cutipay) fue encargado a la Dirección de Vialidad, que trabajó ayer para su reposición.

También, informó de la caída de árboles en las rutas de accesos a Valdivia, Paillaco y Corral, "pero rápidamente despejadas por empresas contratistas del Ministerio de Obras Públicas".

De las calles en Valdivia, las más afectadas fueron la Avenida Ecuador con Simpson y Nueva San Luis con Alfonso Moreno, pero -dijo- "el problema de inundación fue solucionado". También , Puerto Natales en la Villa Austral; General Lagos, a la altura del campus Miraflores de la Uach y avenida Pedro Montt, detrás del supermercado Acuenta.

Desborde de río

El intendente agregó que en Panguipulli, el río Llancahue se desbordó, por lo que el tránsito en la ruta CH-201, que une a Coñaripe con Liquiñe se interrumpió, cerrándose también el paso fronterizo de Carirriñe, por disposición de la Gobernación Provincial de Valdivia.

El presidente de la Unión Comunal de Juntas de Vecinos de Valdivia, Roberto Paredes, se reunió ayer con el alcalde Omar Sabat, para evaluar lo ocurrido el martes con el temporal. El dirigente vecinal, pidió que el Departamento de Aseo y Ornato, "actúe con más anticipación, para limpiar las calles y los colectores de aguas lluvia (especialmente las hojas que caen de los árboles), para evitar los anegamientos e inundaciones, sobre todo cuando ahora, se sabe con antelación los días cuando habrá lluvias".