Agrupación unionina atiende a 20 personas en situación de calle
APOYO. "Ayúdame a Ayudar" se llama la organización cuyos voluntarios recorren todas las noches las calles de La Unión, para llevar comida a quienes no tienen un hogar.
Aunque sólo a principios de este mes consiguió su personalidad jurídica, la agrupación "Ayúdame a Ayudar La Unión" suma cinco años de trabajo en beneficio de las personas en situación de calle. Su misión es clara: llevarles todas las noches una contundente ración de comida caliente.
En total son cerca de 50 las personas que forman parte de la organización y que entregan su aporte de diferentes maneras. Mientras algunos cocinan o donan abarrotes, un grupo 20 voluntarios se turna todas las noches en brigadas de tres personas para recorrer las calles de la ciudad y materializar la entrega del beneficio.
Así lo explicó el presidente de "Ayúdame a Ayudar La Unión", Hardy Cárdenas, quien sostuvo que "estamos trabajando hace cinco años, pero a inicios de abril se nos entregó la personalidad jurídica, por lo cual estamos con papeles en regla. Con esto ya tenemos la posibilidad de postular a proyectos y optar a recursos para poder sobrellevar una actividad que hacemos con mucho cariño, que es darle comida y abrigo a las personas en situación de calle, así como a adultos mayores que viven solos y postrados".
"Esta organización se formó por un grupo de amigos que nos fuimos dando cuenta de que había gente durmiendo debajo de los puentes, y que nadie se preocupaba de ellos, que nadie estaba atento a sus necesidades, ni a lo que les estaba pasando. Así fue como comenzamos a entregar comida en un perol recorriendo las calles y los puentes. Desde que se inicio la agrupación ha crecido un montón, y ha ingresado gente muy valiosa", agregó.
Cárdenas detalló que actualmente entregan ayuda diariamente a un promedio de 20 personas, de las cuales 15 son personas en situación de calle, y los restantes son adultos mayores que viven en situación de abandono. "Junto con llevarles alimentación también les ofrecemos una conversación. Nos esperan con alegría porque saben que cada noche vamos a llegar", destacó.
Con respecto a la rutina de cada jornada, el presidente de la agrupación explicó que "cada día una familia común y corriente de acá de La Unión se encarga de cocinar. Los voluntarios pasan a retirar la comida, y aunque haya viento, lluvia, o sea feriado o no, salen a repartirla. Disponemos de los vehículos que los mismos voluntarios nos facilitan para cumplir esta labor. Salimos siempre entre las 21 y 23 horas".
"Les llevamos principalmente sopita, una comida con hartas calorías que les permita entrar en calor, porque hay personas que no comen en todo el día. Además les dejamos un sándwich y un café, que en los días de frío lo necesitan mucho", complementó junto con señalar que en determinadas fechas organizan una comida en el Parque Municipal. También organizan operativos de higiene.
En la actualidad las personas en situación de calle pernoctan principalmente en el ex puente Comercio, y en un paradero de locomoción colectiva ubicado en calle Camilo Henríquez en la salida hacia Trumao.
Dejar atrás prejuicios
Hardy Cárdenas asegura que "ellos agradecen mucho esta ayuda. Como voluntarios nos sentimos muy acogidos y agradecidos, además que son súper respetuosos. Hemos hecho una campaña fuerte para concientizar sobre la situación que viven las personas en situación de calle y también para ir eliminando los prejuicios hacia ellos, y dejar de colocar barreras".
"Son personas que por alguna u otra razón no han podido sobrellevar un dolor de la vida, como puede ser la separación de sus papás, el abandono, el abuso sexual, o la pérdida de un ser querido. Cuando tú entras en sus vidas te das cuenta por qué llegan al alcoholismo finalmente, porque viven un dolor angustioso que cuesta mucho sobrellevar", añadió.
El líder de la organización sostuvo que uno de sus más grandes objetivos en la actualidad es entregar un apoyo más integral a las personas que actualmente ayudan. "Una enfermera y una técnico paramédico ya están trabajando con nosotros, con lo cual ya estamos empezando a entregar una atención más integral", dijo.
Otro de los desafíos importantes que impulsa la organización tiene que ver con la búsqueda de un espacio físico en que las personas en situación de calle puedan pernoctar de manera permanente. "Queremos que la municipalidad nos pueda ayudar de una u otra forma en arrendar una casa y para que las personas que viven en la calle puedan tener un lugar donde alojar. Nuestro aporte sería la comida, y eso ya se planteó en una mesa de trabajo (ver recuadro), y quedaron en estudiar el tema. La Dideco nos pidió que busquemos un lugar, y que ellos nos podían ayudar con el sueldo de dos funcionarios", señaló.
Cárdenas enfatizó que "nos faltan la 'lucas' para poder financiar el arriendo de una casa. Necesitamos el apoyo de otras organizaciones sociales, y de las empresas que quieran unirse a esta causa".
Los interesados en apoyar a la organización pueden contactarse al teléfono +56965375751, o bien a través del fanpage "Ayúdame a Ayudar La Unión".
Voluntarios
Alan Solís es uno de los voluntarios que recorre las calles para entregar alimentación a personas sin hogar. "Con mi esposa comenzamos a participar de esta agrupación hace un año y medio, y lo hicimos como una necesidad de colaborar con la sociedad. Poco a poco hemos ido adquiriendo más responsabilidades, es algo que nos llena mucho. Mi mamá y mi hermana cocinan, y con mi esposa repartimos la comida todos los sábados", contó.
El ingeniero en prevención de riesgos subrayó que "para nosotros ha sido una experiencia enriquecedora en todo sentido. Ellos nos reciben con mucho cariño, y nos hacemos parte de la tristeza que llevan ellos. Nos damos el tiempo de conocer el por qué están ahí. Nos hemos dado cuenta que las carencias afectivas que sufren son muy grandes. Ellos no están ahí porque quieren, sino que porque no han recibido la ayuda necesaria para salir adelante de sus problemas. De ahí es que nace el alcoholismo y el tema de aislarse, pues es su manera de olvidar. Son personas muy sensibles, pues tienen muchas carencias".
Daniela Godoy, esposa de Alan y también voluntaria de la agrupación, relató que "ha sido una experiencia maravillosa, es una labor que me llena el corazón. Siento que estoy haciendo algo más de lo estrictamente necesario para vivir".
"Somos las personas con quienes ellos pueden conversar, porque la mayoría de las veces la gente los insulta, los critican, y los juzgan. Más que ir a darle un plato de comida, tratamos de entregarles un poco de amor, aunque sea por un rato. Tratamos de acompañarlos aunque sea un momento y decirle que los aceptamos ta cual son", añadió.