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Los alimentos más recomendados Papel antioxidante del licopeno

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Investigaciones de este carotenoide, pigmento que da el característico color rojo al tomate, atribuyen su bajo nivel con enfermedades como el Parkinson y la demencia vascular.

Función de las Vitaminas A, C y E

Contenidas en alimentos como la zanahoria (A), cítricos (C) y brócoli (E), estas vitaminas han sido estudiadas y vinculadas a la prevención del daño neuronal causado por estrés oxidativo.

Efectos en la digestión

Entre los efectos que el Parkinson causa en los pacientes, están los problemas de disfagia (dificultad para tragar sólidos y líquidos), que conlleva distintos riesgos para la salud.

Una alimentación adecuada es una aliada para protegerse y enfrentar el Parkinson

HÁBITOS BENEFICIOSOS PARA EVITAR LA ENFERMEDAD. Por ser un mal neurodegenerativo y su origen estar en la muerte de ciertas neuronas, el consumo de antioxidantes se ha relacionado con un menor riesgo de daño neuronal, lo que podría considerarse como una herramienta preventiva o para mitigar su progreso.
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Natalia Quiero Sanz

Aunque la cura de la enfermedad de Par-kinson sigue siendo un enigma al igual que la certeza sobre su prevención, ya que sus causas tienen encima un manto de misterios, las investigaciones iluminan cada vez más el camino para entender mejor este mal neurodegenerativo, crónico y progresivo. Algo que vale la pena de relevar durante abril, mes en el que se crea consciencia en el marco del Día Mundial de esta patología.

Entre las certezas está su origen en la muerte de las neuronas relacionadas con la secreción de dopamina y el vínculo con el envejecimiento, pues su incidencia se incrementa a partir de la sexta década de vida. También se ha atribuido a lo hereditario y genético, así como la exposición a ciertos contaminantes con la mayor probabilidad de que una persona desarrolle Parkinson e, incluso, a factores que tienen que ver con la alimentación.

En este punto se detiene Victoria Halabí, directora de Nutrición y Dietética de la Universidad del Desarrollo, debido al rol que tienen con el Parkinson los antioxidantes, bastante reconocidos por sus efecto beneficiosos y protectores de la salud frente a patologías tan graves como el cáncer.

"El estrés oxidativo está empezando a ser considerado un importante factor causal y también secundario en las enfermedades neurodegenerativas como el Parkinson. El alto contenido lipídico del sistema nervioso, la baja capacidad antioxidante y la presencia de hierro, además de su elevada actividad metabólica, lo hacen particularmente susceptible de daño oxidativo", explica al respecto.

Estudios

La nutricionista cuenta que diversos estudios in vitro han demostrado la efectividad de los antioxidantes, al proteger el tejido nervioso del daño de los radicales libres, sustancias que tienen que ver con el daño oxidativo, envejecimiento celular y graves enfermedades. "En la mayoría, los antioxidantes dietarios se dirigieron al papel de las vitaminas A, C y E junto con el ß-caroteno y mostraron una prevención del daño neuronal debido al estrés oxidativo", apunta.

También se conocen, aunque en menor cantidad, investigaciones sobre otro antioxidante, el licopeno, carotenoide que es el principal pigmento responsable de la coloración roja del tomate. "Un estudio presentó una reducción significativa de los niveles de licopeno en pacientes con enfermedad de Parkinson y demencia vascular", apunta. Es por dichos resultados que se ha planteado que antioxidantes como el licopeno pueden actuar sobre las neuronas o en forma indirecta afectando los marcadores periféricos del estrés oxidativo, dice. "Se cree que el licopeno puede cruzar la barrera sangre-cerebro y ser efectivo en reducir el daño causado por las especies reactivas del oxígeno", comenta.

La información que entrega la ciencia no hace más que confirmar lo beneficioso del consumo de antioxidantes, en opinión de Halabí, para prevenir la aparición de patologías neurodegenerativas como el Parkinson o mitigar su progreso.

En el sistema digestivo

Lo expuesto no es lo único importante del vínculo alimentación con el Parkinson, pues debido al cuadro clínico que le caracteriza, con síntomas como temblor de reposo y rigidez muscular, se generan alteraciones que también impactan el sistema digestivo e interfieren en el acto de comer.

Uno de los efectos que menciona son a nivel bucofaríngeo, como en la deglución y disfagia. Esta última, aclara, "es la dificultad para tragar y ocurre en estadios tempranos de la enfermedad, tanto en alimentos sólidos como líquido". Este problema, detalla, se relaciona con el riesgo de broncoaspiración de los alimentos y reflujo gastroesofágico. En este contexto, dice que no se puede dejar de sumar la ingesta de trozos de comida de tamaños inapropiados o una consistencia de los alimentos inadecuada a la capacidad del paciente o el mal manejo de vasos con líquidos y cubiertos debido al temblor y rigidez, lo que genera que la disfagia tenga una creciente importancia clínica.

Otro efecto de esta condición es el enlentecimiento del intestino. "Puede conllevar a un sobrecrecimiento bacteriano y un síndrome de mala absorción. El enlentecimiento del tránsito provoca la presencia de constipación de diferentes grados de severidad", apunta.

La experta asevera que el estreñimiento es uno de los síntomas más comunes del Parkinson. "Se ha observado que puede preceder por muchos años los síntomas motores. En el estudio Honolulu Heart Program se encontró que los hombres que reportaron menos de una defecación diaria tenían riesgo 2,7 veces mayor de desarrollar este mal que los que defecaban, al menos, una vez por día", destaca.

Prevalencia

La sialorrea o salivación excesiva es otra condición y su prevalencia es en el 78% de los pacientes. "Surge de la combinación de una inadecuada deglución de la saliva y dificultad para mantener la boca cerrada, principalmente, y es de los problemas más molestos de los pacientes con Parkinson y una de las principales causas de broncoaspiración y neumonías", afirma.

La nutricionista añade que sialorrea y disfagia, junto con su efecto en lo funcional y alimentación, afectan la calidad de vida y son importantes causas de aislamiento social de pacientes con Parkinson. Esto incrementa la depresión, otro síntoma del mal, por lo que Halabí enfatiza en lo fundamental de "adecuar a la realidad del paciente lo que debe comer y en qué momento hacerlo, para así disminuir las consecuencias de estos problemas".