María Alejandra Pino C.
De lunes a miércoles, grupos de estudiantes del Liceo Rodulfo Amando Philippi de Paillaco visitan la "Ruka kimun", ubicada en el frontis del establecimiento.
Allí se reúnen en torno al kütral (fuego) y se les enseña la importancia de éste; conocen el Rehue y se les transmite que ése es un lugar sagrado donde se han desarrollado ceremonias y se han realizado ofrendas a la Ñuke Mapu (Madre Tierra).
Así se introduce a los estudiantes en la cosmovisión mapuche, iniciativa que es impulsada por el Programa de Interculturalidad del Liceo, a cargo de la educadora de párvulos Marisol Molina.
"Este año le quisimos dar vida a la ruka, con talleres de cosmovisión y de lengua y desde el 2017 estamos trabajando con el equipo de palín", contó.
Añadió que "con estos encuentros y actividades se sensibiliza a los estudiantes a través del conocimiento de la cultura", expresó y añadió que contribuye a potenciar los aprendizajes que se generan en el aula.
A futuro, el objetivo del programa es iniciar el rescate del epew (tipo de relato oral mapuche), "a fin de emular la tradición oral y enseñarles a los estudiantes que muchas de las historias que hoy día se registran en los libros son herencia ancestral que se trasmitió de generación en generación", explicó la educadora.
El Programa de Interculturalidad se desarrolla a través de la gestión de los propios participantes, "nos ha motivado las ganas de hacer cosas", precisó Marisol Molina.
Experiencias
Cristóbal Delgadillo está en tercero medio. Junto a un grupo de compañeros participa de forma activa en el programa y actualmente realizan tareas para mejorar la seguridad de la ruka. Esto es, instalar una puerta, cerrar las ventanas y hacer bancas.
"El Liceo está fomentando mucho el tema de los pueblos originarios y es bastante interesante, porque uno empieza a descubrir y a redescubrir lo que conocía de los mapuches y empieza a alimentar más su cultura", destacó.
El joven también integra el equipo de palín, que se conformó para participar en el Campeonato Regional que se realizó en diciembre de 2017 en la comuna. "Estamos tratando de integrar a más chicos de primero y segundo año", comentó.
Manuel Bermúdez está en primero medio y también se ha involucrado en el programa. El año pasado se sumó al equipo de palín, "es un deporte sano que practicamos en el liceo", dijo.
"Las actividades que se realizan son muy culturales y le sirven al Liceo y a nosotros mismos como estudiantes. Por eso, invito a los alumnos de otros cursos a que se unan al equipo de palín y que se motiven a aportar para la mejora de la ruka, a crear cosas para este espacio ", añadió.
Esa motivación fue destacada por la encargada del programa, quien comentó que "ellos llegaron con las herramientas y en dos días tenían lista la puerta; aquí también hay una valoración de los oficios porque nos vamos enterando de las cosas que son capaces de hacer, de los talentos y habilidades que tienen y que son lindas de rescatar".
JUnto a las comunidades
La idea de fortalecer la educación intercultural no es nueva en el establecimiento.
En 2013, se celebró el primer We Tripantu (año nuevo) en el Liceo y en 2014 fue inaugurada la ruka. Esto último gracias a un trabajo liderado por la especialidad de atención de párvulos del establecimiento en el contexto del Mes de la Interculturalidad.
Su construcción convocó a la comunidad escolar y colaboradores como Berta Triviño, conocedora de la cocina mapuche, "cuando le propuse la idea de construir una ruka al interior del establecimiento, iniciativa que ya habíamos implementado en Itropulli, Berta llegó con una maqueta hecha de varillas y plumavit. Junto a su hijo Eduardo Huequelef, que ese año estaba en tercero medio, comenzamos a trabajar. Nos donó la madera don Pedro Cañulef , miembro de una comunidad indígena".
En el proceso de impulsar la interculturalidad, Marisol Molina destacó el respaldo de la Asociación Paillaco Futa Trawun, que es presidida por Verónica Henríquez.
"Este trabajo tiene que ir de la mano de las comunidades, porque éstas son las que orientan esta labor. Cada comunidad, cada lof tiene sus particularidades, incluso en el uso de la lengua. Si bien es cierto en Paillaco no hay tantos hablantes sí hemos podido ir en rescate de lo que existe", subrayó.
Esa labor colaborativa se extiende a otras especialidades del Liceo. La última semana de mayo en conjunto con la carrera de Gastronomía, a cargo del profesor René Apablaza, realizaron un taller de gastronomía ligada a los pueblos originarios.
"Los estudiantes pudieron conocer la preparación de estos platos heredados ancestralmente. Nos trasladamos a la ruka donde hicieron preparaciones típicas, orientados por la señora Berta Triviño. Además, el cantor popular Eduardo Huequelef amenizó con música. Fue una experiencia significativa para los estudiantes, porque descubrieron otros saberes", destacó Marisol Molina.
A nivel comunal
La alcaldesa Ramona Reyes destacó el trabajo realizado por el Programa de Interculturalidad del Liceo Rodulfo Amando Philippi.
"Lo más destacado de este programa es la mirada transversal, que involucra las asignaturas de lenguaje, biología, entre otras y la especialidad de gastronomía, logrando que los jóvenes adquieran conocimientos ancestrales de forma práctica", expresó.
Reyes agregó que la educación intercultural es un área que se viene desarrollando en Paillaco desde 2015, cuando comenzó a ejecutarse un innovador programa de lengua y cultura mapuche en cuatro escuelas rurales.
"Yo participo en la Asociación de Municipalidades con Alcalde Mapuche (AMCAM), institución que el año pasado firmó un convenio con el Ministerio de Educación para fortalecer la educación intercultural bilingüe en las escuelas de los municipios participantes", declaró.
Además, indicó que esta iniciativa no sólo entregará mayores herramientas a los educadores, sino que también permitirá crear una política de interculturalidad, que fortalezca el trabajo que desde el municipio se está realizando con las comunidades mapuches presentes en la comuna.