La segregación de las mujeres en las ocupaciones abordó un estudio del Observatorio Laboral de Los Ríos. Para analizar el grado de inclusión de la mujer en el mercado laboral fue aplicado el índice de disimilitud de Duncan y Duncan. ¿Cuál fueron los principales resultados? En todas las regiones de Chile existe un cierto grado de segregación.
Las cinco regiones con mayores niveles de segregación en el período de análisis (1992-2003 y 2015) son Antofagasta, Atacama, Tarapacá, Magallanes y Los Ríos. Mientras que las cinco regiones con menor nivel son Metropolitana, O'Higgins, Maule, Valparaíso y Coquimbo.
Cristian Mondaca, doctor en Economía y analista senior del Observatorio Laboral (iniciativa del Sence y ejecutada por la Universidad Austral de Chile), dijo que Los Ríos ha tenido distintos comportamientos en el tiempo; sin embargo, en los últimos años el nivel de segregación ha disminuido de forma significativa.
"Actualmente está en el nivel más bajo que ha presentado durante toda su historia. Esto es del orden del 30%, es decir, que se debería redistribuir al 30% de las mujeres en aquellas ocupaciones con menor participación, para lograr una distribución equitativa con respecto al hombre", explicó. Los Ríos ha llegado a niveles que superan el 50%.
Esa disminución -dijo- está asociada a cambios en la distribución de las ocupaciones. El estudio -en base a datos de la Encuesta Casen- observó que había ámbitos donde las mujeres no primaban.
Por ejemplo, en las ocupaciones ligadas a los poderes legislativo, ejecutivo y judicial, en las áreas científicas e intelectuales y en los campos técnicos y profesionales de nivel medio. "En 1992 y 2003, los hombres ocupaban mayormente esos puestos, en cambio en 2015 son principalmente mujeres", precisó Mondaca.
Mayor al nacional
El nivel de segregación que presentan las regiones, en su mayoría, es más alto al observado a nivel nacional. O'Higgins y la Metropolitana y, esporádicamente, Maule y Valparaíso son las excepciones en casi todos los años analizados.
La gran mayoría presenta niveles que, incluso, han llegado a ser un 67% más altos que el promedio nacional y cercanos al valor 50.
Cristian Mondaca explicó que la segregación en la ocupación en regiones está asociada a las características productivas de cada territorio.
"Si uno mira las regiones más segregadoras, son aquellas que se han especializado en las actividades donde existe una inclusión limitada de las mujeres. Por ejemplo, Antofagasta y Atacama, en la minería. En el caso del sur y específicamente de Los Ríos, actividades vinculadas al rubro silvoagropecuario", explicó.
Otras cifras
La Encuesta Nacional de Empleo, del INE, arrojó que en el trimestre móvil febrero- abril de 2018 la participación masculina fue de un 70,7% y la tasa desocupación de un 6%. En cambio, la participación femenina alcanzó el 49,1% y la tasa de desocupación el 7,7%.
A juicio de Mondaca esos datos recientes son otra evidente de la segregación y la escasa inclusión de las mujeres en los mercados laborales. Indicó que las cifras que presenta Chile están lejanas a las que registran otros países miembros de la OCDE, "donde la participación de los hombres es cercana al 77% y en el caso de las mujeres es superior al 60%", precisó.
En ese contexto internacional, Chile tiene baja participación de la mujer en puestos gerenciales, solamente el 25,3% (año 2015). "Respecto de la brecha de participación laboral, la diferencia de género es una de las más altas que se observan en el bloque OCDE. La distancia entre el porcentaje del hombre y de la mujer es de un 21,9%. También la brecha salarial es una de las más elevadas, alcanza el 21,1%", detalló Mondaca.
En esa línea, planteó que ese escenario que enfrenta Chile no se condice con la conformación de la población, ya que según el último Censo el 51,1% de la población son mujeres.
Desafíos
¿Por qué es preocupante la segregación? Cristian Mondaca explicó que desde el punto de vista económico genera una ineficiencia en los mercados laborales. "Esta problemática se perpetúa en el tiempo porque se convierte en un círculo vicioso, donde generalmente se brinda menos oportunidades para que las mujeres puedan desarrollarse", señaló.
En esa línea también apuntó a los estereotipos que contribuyen a mantener esas prácticas, "en el ámbito de la educación inicial, si no se rompen estos estereotipos se seguirá perpetuando la imagen de que solamente pueden haber hombres mecánicos, mujeres matronas y educadoras de párvulos", sostuvo.
Para abordar la problemática de la segregación femenina en las ocupaciones Cristian Mondaca planteó que las soluciones deben ser pensadas descentralizadamente."Es decir, proponer medidas que debieran ser abordadas a nivel regional", subrayó.
La seremi de la Mujer y Equidad de Género de Los Ríos, Waleska Ferhmann, indicó respecto de las desigualdades en el mercado y la segregación que "hemos destacado la Agenda Mujer que ha sido impulsada por el Gobierno, hay proyectos y reformas, incluso constitucionales que apuntan a garantizar la igualdad de derechos y oportunidades para mujeres y hombres, lo que viene acompañado del proyecto que promoverá una mayor participación de las mujeres en cargos de alta dirección pública y privada".
"En la educación inicial, si no se rompen estos estereotipos se seguirá perpetuando la imagen de que solamente pueden haber hombres mecá-nicos y mujeres matronas". "Las regiones más segregadoras son las que se han especializado en actividades donde existe una inclusión limitada de las mujeres". Cristian Mondaca Analista Observatorio Laboral."
de la población chilena son mujeres, de acuerdo a los datos arrojados por el último Censo. 51,1%
y 2003 los hombres ocupaban mayormente cargos ligados a los poderes ejecutivo, legislativo y judicial. 1992
es el nivel de partici- pación de los hombres en 77%
países de la OCDE y de mujeres es superior al 60%. 49,1%