Claudia Muñoz David
Para el director del Instituto Superior de Administración y Turismo (Insat), Sergio Sandoval, la labor de los directivos de establecimientos educacionales debería estar centrada en el rol pedagógico; en generar innovación, estar en las aulas, conversar con los colegas y los estudiantes. Sin embargo, hoy no pueden hacerlo -dice- porque deben cumplir con muchas tareas burocráticas que les quitan tiempo y energía.
"Existen varios actores que exigen y demandan mucha información por parte de las escuelas, colegios y liceos. Están los sostenedores, las distintas seremis, el Ministerio de Educación, la Superintendencia de Educación, Contraloría e incluso las universidades. Todo esto genera distracción. Nosotros no estamos en contra de este tipo de control, pero las instituciones no deben olvidar que postulamos para ser líderes pedagógicos, no líderes administrativos o de gestión", relató.
Sandoval aseguró que uno de los principales problemas de la burocracia en el área educativa es la falta de modernización. Por ejemplo, el establecimiento que lidera tiene la capacidad de enviar información a los apoderados incluso usando mensajes de texto mediante teléfonos celulares, pero la comunicación con otros estamentos aún no es expedita ni incorpora la tecnología. Tampoco existe una plataforma o espacio único para que todas las entidades que requieren información acudan a ella.
"Imagina que nosotros tenemos la especialidad de Servicios de Turismo. Para hacer una salida a terreno, aunque sea al Parque Saval, tenemos que enviar un oficio a nuestro sostenedor, que es la Municipalidad; uno a la Superintendencia de Educación; otro a la Provincial de Educación y otro más a la Seremi de Educación. Si hubiese una plataforma sería mucho más fácil y ahorraríamos material e insumos. En el instituto tenemos 70 salidas durante el año, es decir, debemos encargarnos de enviar 280 oficios solo para salidas. Y eso es un solo aspecto administrativo", explicó.
Mientras se preocupan de aspectos como justificar el uso de recursos o la necesidad de mejorar infraestructura, también buscan formas de innovar pedagógicamente. En el Insat tienen un sistema de redes tutorías que ha sido pionero y destacado a nivel nacional, pero no ha sido sencilla de implementar. "La innovación en los colegios cuesta, es difícil de justificar. Si queremos generar cambios significativos en la educación hay que ser más flexible, no podemos seguir con procesos que se están desarrollando igual hace 50 años. Lamentablemente, la burocracia es una barrera, no apoya las innovaciones", contó.
El programa
Para desburocratizar la carga administrativa, el Ministerio de Educación lanzó el plan Todos al Aula, que busca que equipos directivos y profesores puedan concentrar sus energías en las salas de clases.
Para ello, se requerirá la participación de diferentes actores de la educación, quienes identificarán aquellos aspectos que generan la sobrecarga de trabajo y presentarán nuevos lineamientos. Durante tres meses una comisión de expertos -presidida por la ex ministra de Educación Mariana Aylwin- sesionará, y se espera que los resultados sean entregados durante agosto. También habrá mesas de trabajo regionales.
El seremi de Educación de Los Ríos, Tomás Mandiola, indicó que "Todos al aula busca que nuestros directores y profesores pongan su energía donde efectivamente se dan los aprendizajes, en la sala de clases. Solo así podremos ver los impactos reales en la calidad de la educación".
Mesas de diálogo
Las mesas de diálogo regionales comenzarán en agosto. En ellas participarán docentes, sostenedores, directores, representantes del Ministerio de Educación, de la Agencia de Calidad de la Educación y la Superintendencia. Estarán encargados de recopilar información. El seremi Mandiola señaló que actualmente se está trabajando a nivel nacional y regional en la coordinación de esas mesas, con el objetivo de generar una instancia de participación real y aportar con su experiencia en la elaboración de procesos e insumos.
"En Los Ríos queremos que los directores y equipos educativos de nuestros 482 establecimientos participen activamente en este proceso. Trabajaremos de forma coordinada con nuestras directoras provinciales para relevar la importancia de lo que significa 'Todos al aula', brindando los espacios para que puedan participar. Y esto porque su opinión es valiosa y en base a ella construiremos las propuestas que nos ayudarán a simplificar los procesos. Queremos liberar los tiempos, permitiendo con ello que el 40 por ciento de las horas que se destinan a trámites burocráticos sea dedicado al aula a fin de desarrollar actividades pedagógicas significativas, que impacten en forma positiva en nuestros estudiantes. Este es un paso importante para delinear los caminos a seguir que permitan volver a poner la calidad en el centro de la educación", dijo.
Para los docentes
En el proceso educativo, la planificación desarrollada por los docentes es fundamental. Sin embargo, en este aspecto también existe un desafío, el que está relacionado con el tiempo que se combina con las clases en el aula. La docente del Instituto de Ciencias de la Educación y Coordinadora de Prácticas Pedagógicas de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad Austral de Chile, Elizabeth Martínez, indicó que en esta área también se debe trabajar y generar estrategias. "La organización curricular también le compete a la institución, pero el profesor tiene un trabajo particular con respecto a él. La planificación que está asociada a la planeación del aprendizaje no es una tarea administrativa, sino que pedagógica y primordial en el ejercicio docente. La planificación es necesaria y debe surgir desde la experiencia del profesor", explicó.
El problema es que tanto el proceso de planificación del aprendizaje como el proceso evaluativo requieren de tiempo. "A pesar de que la Ley de Carrera Docente puso cambios en términos de operar un cierto porcentaje de tiempo en el aula y otro para trabajar el desarrollo de la planificación curricular, la cantidad de tiempo sigue siendo poca y no se alcanza a cubrir. El profesor ocupa mucho tiempo en planificar y evaluar fuera del contexto aula, lo que se suma a la cantidad de estudiantes por profesor y a que necesita perfeccionares. Esto aún no está equilibrado en nuestra realidad nacional", agregó.
Para Martínez, algunas de las labores que podrían ser liberadas son pasar la asistencia, tener el registro de los estudiantes actualizado, tener una bitácora diagnóstica de las realidades familiares, estar a cargo de la lista de Junaeb, entre otras. "A veces también hay instancias en las que al profesor debe realizar estas funciones. Son temas muy logísticos que no tienen que ver con él, pero que se suman dentro de su desarrollo profesional", explicó.
Lo que esperan
El director del Instituto Superior de Administración y Turismo (Insat), Sergio Sandoval, indicó que se siente optimista con el programa. "Espero que todas las entidades y los actores que tienen alguna participación en el proceso escolar conversen, vean qué se puede consensuar y si se puede generar algún sistema donde esté todo consolidado. No hay que olvidar de que se iniciarán los Servicios Locales de Educación. Este será otro actor más, que dialogarán con todos los colegios de la región. Espero que esté muy preparado el sistema para que las necesidades internas de los establecimientos se puedan resolver", dijo.
Mientras que la académica Elizabeth Martínez indicó que "sería interesante volver a la Ley de Carrera Docente y evaluar los porcentajes asignados a la tarea pedagógica, para poder llegar a acuerdos con respecto a la disponibilidad de tiempo que tiene el profesor según contrato para las clases, para planificar y para perfeccionarse".