Lo que se vio ayer en el estadio Rostov Arena fue de alto impacto. En la última jugada del encuentro, Bélgica, que empataba 2-2 frente a Japón, logró poner el 3-2 e instalarse en los cuartos de final del Mundial de Rusia 2018, en los que se medirán frente a Brasil este viernes.

En el cuarto minuto de los seis de descuento que se otorgaron en el partido, Japón tuvo la oportunidad de definir, pero fue Bélgica la que montó el ataque decisivo desde las manos de Thibaut Courtois. El arquero del Chelsea se apoderó de un saque de esquina y movió el balón rápidamente por el centro del campo.

Thomas Meunier envió un centro rasante desde el vértice del área y Romelu Lukaku lo dejó pasar para dejar con ventaja a Chadli, quien envió a las redes para ponerle fin a la verdadera película de suspenso que se exhibió ayer en la ciudad de Rostov del Don.

Pero antes de poner el marcador a su favor, los belgas demostraron por qué son uno de los favoritos de la cita planetaria, dando vuelta el partido.

Japón se puso sorpresivamente al frente 2-0 en un lapso de cuatro minutos al inicio del complemento, primero cuando Jan Vertonghen no pudo despejar un balón y permitió que Genki Haraguchi ingresara solo frente a Courtois para fusilarlo y abrir el marcador.

El mal momento se convirtió en pesadilla para el cuadro belga cuando Takashi Inui sacó un certero disparo de fuera del área y amplió la delantera del Samurai Azul.

Vertoghen se redimió más tarde, con un largo remate de cabeza que superó por encima al arquero Eiji Kawashima a los 69 minutos. La igualdad tardó sólo cinco minutos más en restablecerse, cuando el recién ingresado Marouane Fellaini remató a quemarropa un preciso centro de Eden Hazard.

Tras el susto mayúsculo, Bélgica se medirá el viernes ante Brasil en Kazán, por los cuartos de final, una instancia a la que Japón nunca ha llegado y de la que nunca estuvo tan cerca.