Claudia Muñoz David
En diciembre de 2017 comenzó la plantación de las especies que hoy forman parte del Humedal Centinela de Arauco, infraestructura que la empresa debió construir en su planta ubicada en Mariquina como medida reparatoria luego del daño ambiental generado en 2004, en el Santuario de la Naturaleza Carlos Anwandter. En diciembre de 2017, además, se inició el período de marcha blanca del humedal artificial, que -según se informó desde la empresa- debería finalizar a principios de 2019.
Esta estructura -formada por ocho piscinas instaladas en un terreno de 10 mil metros cuadrados- fue acondicionada con especies representativas del Humedal del Río Cruces con el objetivo de recibir el primer impacto de los riles que son vertidos por la empresa después del tratamiento terciario. Al recibir parte de los efluentes industriales tratados en la planta, podrá proporcionar señales y alertas que ayudarán a entender la influencia de la empresa en el río Cruces. Se trata del único humedal artificial en el mundo que posee características de centinela.
Su construcción comenzó a fines de 2016 y demoró un año antes de su habilitación. La inversión desarrollada por la empresa fue de 10 millones de dólares y respondió a un fallo emitido por el Primer Juzgado Civil de Valdivia en julio de 2013. La subgerente de Asuntos Públicos de Arauco Valdivia, Marcela Wulf, destacó que "con este humedal dimos cumplimiento al fallo en concordancia con lo que estableció en su minuto el Consejo Científico-Social".
Y aseguró que "es importante corporativamente porque -dado que se trata de una experiencia inédita- nos permitirá monitorear nuestra calidad de afluente y demostrar empíricamente que existe compatibilidad productiva entre nuestras operaciones y el entorno. Además, va a permitir complementar el programa de monitoreo que la planta desarrolla en forma habitual y que nos permite obtener información científica con respecto a la calidad de nuestro afluente y su impacto".
El funcionamiento
Desde la década de los '70 comenzaron a ser construidos humedales artificiales con el objetivo de depurar, primero, desechos domésticos y después, los líquidos que son vertidos por las industrias. Sin embargo, el humedal construido por Arauco es el único que tiene como objetivo desarrollar investigación y no tratar efluentes. El diseño del humedal fue desarrollado por la empresa Ecocell y asesorado por el especialista brasileño Wagner Gerber. Su emplazamiento fue dispuesto después de la zona en la que se encuentra el tratamiento de aguas residuales de la planta, donde se desarrollan procesos físicos, químicos y biológicos para obtener un residuo industrial líquido tratado a nivel terciario.
Wulf explicó que al tratarse de un proyecto inédito "fue complejo determinar cómo llevarlo a cabo. Por lo mismo, buscamos la mejor asesoría y la mejor tecnología a nivel mundial para resolver su construcción, ya que este humedal tenía características particulares y además grandes expectativas a las que debíamos responder".
Cuenta con ocho piscinas, las que poseen sistemas de ingeniería aplicada para simular el funcionamiento de un humedal natural. En este caso posee instalaciones para recibir flujos superficiales -cuando la zona inundada está sobre la superficie- y subsuperficiales, cuando el flujo pasa dos o tres centímetros bajo la superficie. Cuatro de las lagunas serán vertidas con efluentes y las otras cuatro con agua del río.
En el Humedal Centinela fueron plantados 40 mil ejemplares de seis especies diferentes de juncos y totoras, las que fueron extraídas desde terrenos de Forestal Valdivia. Antes de su traslado, un ornitólogo se aseguró de detectar nidos de aves. El sustrato en el que fueron instaladas las plantas fue la gravilla, sobre ella se acumularán microorganismos que degradarán materia orgánica u otros componentes .
Además, cada piscina posee 15 chimeneas que permitirán el intercambio de gases entre el sustrato y el aire, como también colaborar con la toma de muestras.
Finalmente, las aguas que circulan por el Humedal Centinela son retornadas al sistema de tratamiento de efluentes.
Una vez que termine la marcha blanca, serán desarrollados análisis y estudios. Actualmente, se está cerrando el proceso de adaptación de las plantas en el humedal e implementando las rutinas de control operacional que tendrá.
Proyecciones
Sobre el uso futuro de este humedal, Wulf explicó que "sabemos que este humedal será una fuente muy importante de estudios y desarrollo académico. Creemos que más adelante se logrará sinergia con centros de investigación y entidades del país para generar ciencia a partir de los análisis que se hagan".