Victoria Gatica Villegas
Un acierto científico y policial fue el que hizo en 2004 el médico veterinario, dr. Manuel Ortiz. Con dos muestras orgánicas tomadas como evidencia en un camión y en un sitio donde habían faenado vacunos en forma ilegal, pudo acreditar la procedencia de la carne y dejar en evidencia un delito de abigeato.
El caso era liderado por la Fiscalía de La Unión y fue la primera vez que se utilizó pruebas científicas en un caso de este tipo.
Desde entonces, el Laboratorio de Marcadores Moleculares del CIA-Cenerema de la Universidad Austral de Chile, abrió una nueva arista en su labor: el análisis forense molecular.
Ese procedimiento se transformó en un medio de prueba importante, considerando que, su confiabilidad científica es de 100%. Desde esa fecha hasta hoy han analizado un total de 174 casos, solicitados por las diferentes fiscalías del país, de las cuales, en 145 se ha confirmado la concreción del delito de abigeato, por parte del imputado investigado por la policía.
Según explica el dr. Ortiz, jefe del Laboratorio, el método de prueba ha sido tan valorado, que incluso autoridades regionales han planteado la necesidad de crear un Banco de ADN Animal, el cual permitiría -a bajo costo- que agricultores entreguen muestras de sus bovinos para que sean guardadas y posteriormente analizadas en caso de robo.
Análisis forense
¿Qué es el análisis forense molecular? El Laboratorio de Marcadores Moleculares del CIA-Cenerema de la UACh presta actualmente dos servicios relacionados a dicho análisis: el primero de ellos, es el análisis comparativo de ADN. "Donde comparamos los perfiles genéticos encontrados en el sitio del suceso con los de la evidencia encontrada en poder del imputado, después de la investigación policial", explica Ortíz.
La policía realiza toma de muestras, la cual puede ser carne, ropa manchada con material orgánico, herramientas utilizadas en el faenamiento y en el laboratorio se hace el análisis comparativo de las muestras, "vemos por ejemplo, si ese bovino que fue faenado en Río Bueno, tiene un perfil genético que corresponde al del saco encontrado en Osorno. En un caso que los perfiles sean genéticamente iguales, corresponden al mismo animal, con un 100% de seguridad", detalló el profesional.
El segundo servicio que prestan, es el análisis de paternidad o maternidad, que se efectúa cuando el animal sale vivo del predio, a través del arreo. En este caso, detalló Ortiz, el animal puede dejar evidencia genética a través de los padres (padre y/o madre). "En base a eso, la víctima puede asegurar que, por ejemplo un novillo le pertenece, porque tiene a la madre, para lo cual se hace un examen de maternidad, cuya seguridad de la prueba es de 99,9%. Para eso sólo se necesita a uno de los padres", explicó.
El equipo que realiza el trabajo de análisis y posterior informe pericial, está compuesto por el dr. Manuel Ortíz y la médico veterinaria María José Araneda, ambos pertenecientes al Laboratorio de Marcadores Moleculares, dependiente de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la UACh.
Banco de adn animal
Tomando en cuenta lo anterior, el rol de un Banco de ADN Animal -aseguró el especialista- permite completar un espacio, "cuando la víctima pierde un animal -que es robado- pero no tiene un padre o madre dentro del predio, entonces no hay posibilidades de acreditar su pertenencia porque no deja ninguna evidencia, lo que es muy común en predios engorderos, en predios donde no existen muchos registros", dijo.
La muestra utilizada para extraer el ADN de un bovino se obtiene a través de muestras de pelo con raíz. "Su ventaja, es que es fácil de almacenar, no requiere frío, se puede guardar a temperatura ambiente en condiciones normales y no temperaturas extremas, ni expuesto a la luz ultravioleta directa, sino que en un lugar oscuro".
Dichas muestras se pueden preservar durante muchos años. En el laboratorio, por ejemplo, existe un banco genético de caballos, de alrededor de 53 mil muestras. "A veces analizamos algunas muestras antiguas como control y funcionan perfecto, muestras de hasta 10 años. El mayor requisito es que la muestra debe ser tomada bajo ciertos protocolos", ejemplificó el dr. Ortiz.
En Fresia, región de Los Lagos, existe un Banco de ADN Bovino -el primero y único y a nivel nacional- es de categoría dos protocolos (BADNB-2P). Su objetivo, es tener datos que permitan identificar y rastrear los animales que son sustraídos, y a través de esta huella genética lograr encontrar a los autores de este ilícito o a los receptadores.
Las muestras se conservan junto a documentación de respaldo respecto de la propiedad del animal. De dichas muestras, se conservarán dos copias, de las cuales, una queda en manos de la entidad encargada de resguardarlas y la otra, de la asociación de agricultores respectiva.
La ruta del abigeato
La Fiscalía de La Unión solicita peritajes de este tipo con frecuencia. El actual fiscal jefe Raúl Suárez, recordó que la necesidad de solicitar los análisis surgió cuando habían investigaciones de delitos de abigeato, sin detenidos en flagrancia, "sino que teníamos denuncias y el levantamiento de evidencia por el delito de abigeato bajo la modalidad de faenamiento del animal, que había sido encontrado en el predio de la víctima", dijo.
A partir de esa experiencia comenzaron a trabajar todos los casos de las carpetas de investigación, levantando muestras de animales faenados y guardando las muestras de tejido muscular de dicho animal.
En ese sentido y a partir de los cursos que se seguían en las investigaciones y cuando, por ejemplo se lograba encontrar carne en domicilios de personas que estaban siendo investigadas en calidad de imputados -explicó- se tomaba una muestra de dicha carne, logrando obtener el ADN de marcadores bovinos comparativos, " estableciéndose en ese caso, como ocurre con los seres humanos, la coincidencia de que el ADN del animal bovino faenado, era el mismo que el que estaba en el lugar o domicilio del imputado. Con ese tipo de pericias, como prueba de Fiscalía llevábamos el caso a juicio", enfatizó Suárez.
La iniciativa local marcó un precedente a lo largo del país, luego de que en todos los casos en los que existía coincidencia de ADN se demostrara que la carne que se encontraba en el domicilio del imputado era la misma que la encontrada en restos de animal faenado en un predio, obteniendo sentencias condenatorias.
"Partimos con este tipo de peritajes, posteriormente se fue replicando en otras fiscalías y ahora es una prueba estandarizada en las investigaciones de abigeato a nivel nacional y también con aceptación como prueba de cargo por parte de los diferentes tribunales orales, para imputar participación al acusado, con sentencias condenatorias en todos los casos", concluyó el persecutor.
Investigan del abigeato
El delito de abigeato no es aislado en Los Ríos. Por lo mismo, el 26 de junio fue declarado como uno de los diez focos investigativos de la Fiscalía de Análisis Criminales y Focos, que es liderada por el fiscal jefe Álvaro Pérez.
El persecutor precisó que entre el 1 de enero de 2018 y el 4 de agosto, las fiscalías de Los Ríos han recibido 266 denuncias por el delito de abigeato, pero creen que existe un 49% de casos que no se denuncia.
La idea es que, con este tipo de herramientas científicas y el trabajo conjunto, ese índice disminuya.