Oscar Gallardo Ríos
Gracias a un convenio firmado entre el Centro de Salud Familiar (Cesfam) de Río Bueno y el Regimiento Reforzado N° 9 Arauco de Osorno, un grupo de niños que viven en la comuna ribereña podrán rehabilitarse de diversas enfermedades a través de la equinoterapia.
En total son siete los niños riobueninos que podrán acceder a este beneficio, y que una vez a la semana viajarán a la ciudad de Osorno, en un bus facilitado por el Departamento Administrativo de Educación Municipal (Daem). Las sesiones comenzaron en el presente mes de agosto y se extenderán hasta diciembre.
La kinesióloga a cargo del programa en el Cesfam de Río Bueno, Gabriela Díaz, destacó que "este es un proyecto que nació en junio de este año tras las gestiones del alcalde Luis Reyes, lo que nos ha permitido incorporar a niños de nuestra comuna".
"La terapia mezcla ejercicios terapéuticos kinésicos con los efectos del caballo que tienen beneficios en los niños por los movimientos tridimensionales que producen los equinos. Trabajaremos con ellos desde agosto hasta diciembre en sesiones de una vez a la semana con una duración de una hora", agregó la profesional.
Regimiento
El instructor de equinoterapia del Regimiento Arauco, el cabo primero Sergio Águila, sostuvo que desde 1995 el destacamento militar realiza este trabajo con pequeños. En total, son alrededor de 200 niños que anualmente llegan ilusionados de compartir con los animales, acariciarlos y generar un lazo que les permite mejorar su calidad de vida.
"Primero realizamos un trabajo de adaptación con los caballos, donde los pequeños logran relajarse y tener confianza con los animales. Ellos nunca han montado uno y el animal más grande que han tenido cerca es un perro. Para nosotros, como destacamento, este trabajo es fantástico, porque llevamos un beneficio a las familias", afirmó.
Experiencia
Nelly es abuela de Marcelo (8), uno de los niños que se beneficiará con el convenio suscrito entre el Cesfam y el Regimiento Arauco. Su nieto es hiperactivo, posee una deficiencia mental leve, acompañada de una depresión, todo lo cual le ha ocasionado una serie de dificultades en el colegio.
"Estoy feliz con el llamado que tuve desde el Cesfam para que Marcelo asista a esta terapia. Él le tenía mucho miedo a los caballos, pero logró subirse y dar varias vueltas. Con este apoyo, más las facilidades que tengo en mi trabajo, espero que mi nieto mejore y supere sus problemas", asegura.