Héroes del Riñihuazo recibieron homenaje con una acción de arte
PROPUESTA. Familiares de paleros se reunieron en el MAC para participar en un proyecto desarrollado por el artista visual Fernando Prats.
No había horario fijo de trabajo y los descansos eran a ratos. La pelea permanente era para ganarle al tiempo, con tal de sacar adelante una arriesgada obras de ingeniería, que se debió poner en marcha para salvar a la población de un desastre mayor. El terremoto de mayo de 1960 había provocado el derrumbe de cerros que taparon el desagüe del lago Riñihue por el Río San Pedro, generándose acumulación de agua que podría haber derivado en un aluvión con cientos de muertos.
En este escenario fue que llegó desde Temuco a la zona Jorge Manuel Riquelme. Tenía 19 años, era militar del regimiento Tucapel y se ofreció voluntariamente para la faena de remoción de escombros para abrirle paso al agua en forma controlada. "Me tocó reemplazar a tractoristas en uno de los tacos del Riñihue, recuerdo que iban en la mitad del despeje cuando llegué. Yo tuve seis días muy intensos de trabajo donde no supimos de descansos. Todo fue muy agotador", recuerda.
Su historia de palero en el Riñihuazo es conocida al interior de su familia y ayer, se hizo pública en un inédito homenaje que recibieron quienes protagonizaron la hazaña de hace 58 años.
Intervención
Como parte del proyecto "Museo sobre Museo", el artista visual Fernando Prats (representante de Chile en la Bienal de Venecia en 2011 con "Gran sur"), escogió al Museo de Arte Contemporáneo de Valdivia para una intervención. La iniciativa, con respaldo del programa Traslado del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, tomó como hito central la hazaña del Riñihue y a los hasta ahora anónimos personajes que pala en mano trabajaron entre mayo y julio de 1960.
Para identificarlos, se hizo un llamado público. Los datos fueron aportados a través de correo electrónico y de esta forma se logró dar con al menos 67 nombres que luego fueron escritos sobre vidrios ahumados de 28 x 22 centímetros.
Las placas se montaron en la sala Roberto Edwards. Asimismo, en las bóvedas fueron instaladas tres esculturas hechas con dos palas, una nueva y otra usada, unidas desde la lámina metálica como símbolos de los tres puntos de bloqueo barroso del Riñihue y como recuerdo de la estrategia de extracción de barro: literalmente de una pala a otra, a través de una larga cadena humana.
Los objetos se pudieron ver en una ceremonia especial realizada a las 11 horas de ayer. Asistieron autoridades regionales y familiares de quienes participaron en la liberación de las aguas del Riñihue, los que además se sumaron a un acto simbólico de valoración de la memoria. Ubicados en distintos puntos de las bóvedas y de la sala Edwards, gritaron los nombres de sus familiares. Todo el proceso fue registrado audiovisualmente y con fotografías.
Propósito
Fernando Prats actualmente vive en España. Tiene una extensa trayectoria en la que ha desarrollado diversas acciones de arte relacionadas con el territorio, la geografía y la naturaleza. "El proyecto de los paleros nació con la idea de reactivar, dar visibilidad y creer en esa fuerza y resistencia que tiene el ser humano en los momentos límite. Los nombres en las placas de vidrio son un homenaje a la lucha, además la obra forma parte del cierre de un ciclo de funcionamiento del Museo de Arte Contemporáneo, que prontamente será remodelado. Por eso es que creímos importante capturar parte de la energía de Valdivia, traerla a este recinto y canalizarla con esta obra para que sea un referente", señaló.
Como parte de su propuesta local, fue el propio creador el que se encargó de lavar el cielo raso y las murallas del recinto con agua del río Valdivia, usando una motobomba y una manguera a presión.
En la jornada del MAC también participó Catherine Hugó. La seremi de las Culturas, destacó la idea. "A través del arte se contribuye a sacar del anonimato, a aquellos héroes obreros, militares, profesionales, campesinos, que sin reparar en los efectos que la catástrofe había causado en su propia familia, volcaron todos sus esfuerzos en tratar de evitar un daño mayor", explicó. Y agregó: "De la catástrofe pudimos salir adelante y de lo negativo, sacamos algo positivo. Los paleros encarnan un espíritu luchador y solidario".
Testimonios
"Museo sobre Museo" tuvo como curador a Sebastián Vidal. El profesional estuvo a la cabeza del equipo responsable del proyecto, en el que además descubrió una historia personal: "Era necesario trabajar con la memoria de Valdivia. He tenido la oportunidad de venir en varias ocasiones a la ciudad por distintos proyectos de exhibición, pero nunca antes me había tocado sentir de manera tan sensible una actividad. Es que gracias a este proyecto me enteré que tengo un tío abuelo que fue palero. Indudablemente, rescatar el patrimonio tiene que ver con algo humano. La hazaña del Riñihue es muy conocida en Chile, pero le falta una visibilidad política, un memorial que reconozca a estos paleros anónimos".
Jorge Manuel Riquelme (77) es uno de ellos. Ayer acudió a la ceremonia junto a su esposa María Quezada, su hija Tatiana Riquelme y una de sus nietas. Todas coincidieron en lo pendiente que estaba un homenaje de este tipo. "Mi marido fue parte de este hecho y que se lo reconozcan en vida es muy importante. Nos ayuda a entender también el tremendo valor que tuvo su trabajo", indicó María Quezada. "Él siempre nos contó que fue parte de todo esto, pero aún así era difícil entender la magnitud de lo que ocurrió. Siento que actividades como esta son educativas, porque precisamente nos entregan información de una manera distinta", dijo Tatiana Riquelme.