Expertos abordaron la importancia de la prevención frente al abuso sexual infantil
JORNADA. Diarioaustral de Los Ríos junto a Santo Tomás y las municipalidades de Valdivia y Panguipulli organizaron el seminario "No enmudecer" realizado ayer.
Un llamado a contribuir con la prevención y a denunciar el abuso sexual infantil, fue el que realizaron ayer José Andrés Murillo y Valeska Villanueva a las cerca de 300 personas que asistieron al seminario "No enmudecer", efectuado en el Teatro Lord Cochrane de Valdivia.
Murillo, director ejecutivo de la Fundación para la Confianza (FPLC) y Villanueva, subcomisario y psicóloga de la Brigada de Delitos Sexuales (Brisexme) de la PDI, abordaron distintos aspectos de esta temática y recordaron el importante rol que juega la familia, el colegio y los adultos en la protección de las víctimas, en la identificación de los abusadores y en la generación de ambientes seguros para que estos delitos no ocurran.
Ambos fueron los expositores en la actividad fue convocada por Diarioaustral de la Región de Los Ríos y que tuvo dos etapas: el seminario efectuado durante la mañana y las mesas temáticas realizadas durante la tarde en la Universidad Santo Tomás, institución que certificó a los participantes.
Además, la iniciativa contó con el respaldo de las municipalidades de Valdivia y Panguipulli.
Desde la pdi
En su intervención, la subcomisario Villanueva abordó el tema "Fases y retractación del abuso sexual infantil y adolescente". En ella explicó la tipificación de los delitos (violación y abuso) y recordó que durante 2017, la Brisexme de la PDI de Los Ríos realizó 473 investigaciones de delitos sexuales ordenadas por las siete fiscalías de la región, además de 270 instrucciones particulares por delitos sexuales. Sumado a lo anterior, la PDI recibió en total 173 denuncias de delitos sexuales.
Precisó los alcances del abuso sexual y detalló que se concreta a través de tres fases: la seducción, "donde el abusador seduce al niño o niña con regalos, siendo muy amoroso, simpático, es la figura que todos quieren, es por ejemplo el tío que siempre presta atención, que se gana la confianza del niño y de su familia, para luego dar paso a la fase de la interacción sexual abusiva, que es cuando comienza el abuso sexual".
La fase de interacción sexual abusiva -dijo- va de la mano con la tercera fase, que es imposición del secreto. "Muchas veces escuchamos relatos en los cuales hay amenazas y manipulación de parte del abusador; no obstante, en otras ocasiones el abusador no lo hace, porque su figura en sí es una amenaza".
Villanueva recomendó a los padres, profesores, familiares y figuras significativas de niños, niñas y adolescentes, estar atentos a cinco posibles indicadores de abuso sexual en menores: los sexualizadores (donde hay conductas hipersexualizadas, juegos sexualizados y masturbación compulsiva); los emocionales, con los sentimientos de estigmatización, aislamiento, sentimiento de culpa y responsabilidad, además de las conductas regresivas.
Asimismo, hay indicadores depresivos, como la ira, irritabilidad, problemas de sueño y apetito y baja autoestima, además del aumento de miedos, angustia y pesadillas.
"Finalmente, el indicador conductual, considera hostilidad y conductas agresivas, desobediencia, problemas de aprendizaje, dificultades escolares, automutilación e ideas suicidas", recalcó.
Villanueva señaló que una de las dificultades que enfrentan quienes investigan casos de abuso sexual es la retractación de las víctimas. "No es un tema fácil, porque significa que algo está pasando y ocurre luego de que el niño da un relato, entrega detalles, sensaciones y emociones, pero de un minuto a otro dice 'era mentira, a mi no me pasó'. Aquí estamos en presencia de algún evento que lo provocó".
Lo anterior podría indicar que por ejemplo, la familia no apoyó a la víctima o la víctima se siente culpable del sufrimiento de la familia. "Es fundamental trabajar con la familia para que no ocurra la retractación,", puntualizó.
La confianza
En su charla, José Andrés Murillo coincidió con las recomendaciones de Villanueva y con la importancia de realizar las denuncias, para proteger a las víctimas y generar lo que él llamó una "confianza lúcida" para saber detectar y frenar los casos de abuso.
"Por mucho tiempo la sociedad chilena vivió en un clima de confianza ciega, donde no nos dábamos cuenta que los niños podían ser víctimas, vulnerados y sufrir. Pasamos de eso a un tiempo donde creemos que todo es abuso, vulneración, lo que es desconfianza generalizada. Ninguna de esas actitudes es buena. Tenemos que volver a establecernos, a construir un clima de confianza lúcida, donde podamos establecer redes comunitarias, educacionales, formativas y familiares, donde sabemos que el abuso existe, pero que también puede ser prevenido, para lo cual tenemos que hablar, informarnos y crear las condiciones y redes preventivas", aseguró.
También recomendó informarse sobre el tema y entregó algunas cifras respecto del problema en Chile: "Un estudio de la Fundación para la Confianza revela que el 25% de la población en Chile será víctima de abuso sexual antes de cumplir los 18 años; que el 95% de los casos el abuso sexual es cometido por alguien cercano a la víctima, mientras que en el 20% de esas situaciones, el victimario es el padre biológico".
También explicó que el abuso sucede ante la vista de "terceros", que no intervienen a tiempo, o se desentienden de las situaciones que conocen y que ellos ("que en el fondo somos todos") deben cambiar su mirada y proteger más a las víctimas de lo que se hace actualmente.
"Muchas veces hay contextos institucionales que pueden favorecer el abuso. Hay protocolos que no están a tono, que no cuentan con las condiciones básicas para poder prevenir y luchar contra estas situaciones, por lo que se debe hacer una revisión institucional completa. En la Iglesia Católica se tiene que hacer una revisión de las estructuras de poder y eso es lo que le hemos dicho a la Iglesia", concluyó Murillo.
Mesas temáticas
La jornada de seminario concluyó con la realización de mesas temáticas en la Universidad Santo Tomás. En ese sentido, la rectora de la UST, Laura Bertolotto reflexionó que "el abuso sexual deja graves consecuencias. Estamos constantemente escuchando y sabiendo, pero pareciera que no nos estamos involucrando; lo que nos desafía como sociedad a trabajar en prevención".