María Alejandra Pino C.
El 27 de octubre de 2015, el cuerpo de María Carolina Hidalgo fue hallado en su auto sumergido en el río Valdivia, a 15 metros del muelle de pasajeros de Niebla. La joven de 28 años había sido vista por última vez el 30 de septiembre de ese año en su vehículo BMW, color verde, patente PZ-1574. A tres años de la muerte de la ingeniera, su familia pide a la Fiscalía agilizar la investigación, iniciar nuevas diligencias y -aunque no lo han solicitado formalmente-de ser necesario realizar la exhumación del cuerpo.
Entre esas diligencias, piden a la Fiscalía que ordene al Servicio Médico Legal efectuar un nuevo peritaje del posible origen de las lesiones de cuero cabelludo, tórax, intercostal y cuello que fueron observadas por la autopsia que se practicó al cuerpo de María Carolina Hidalgo.
Además, que se realice un nuevo peritaje del posible origen del trauma cervical de naturaleza no precisada, que fue detectado en la autopsia. Asimismo, que se investigue la existencia de sustancias anestésicas u otros depresores del sistema nervioso central en el cuerpo de la joven.
En total, son 15 nuevas diligencias que el abogado por la parte querellante Juan Quintana pidió a la Fiscalía. Estas surgieron a partir de informes encargados por la familia al médico forense Luis Ravanal y a Mauricio Peña, quien hizo un análisis del vehículo en el que fue encontrada la joven.
La causa que investiga la muerte de María Carolina Hidalgo está vigente y a cargo de la fiscal jefe de Valdivia Tatiana Esquivel. En su inicio, fue llevada adelante por la fiscal María Isabel Ruiz-Esquide. Actualmente, se siguen desarrollando diligencias -las cuales son confidenciales según informaron desde la Fiscalía- para determinar las circunstancias en que ocurrió el hecho.
Respecto de ese proceso, Alfredo Hidalgo, padre de la joven, señaló que "estamos preocupados, porque prácticamente han transcurrido tres años y la Fiscalía aún no toma cartas serias en el tema".
Conclusiones
Para dilucidar las causas de la muerte de María Carolina Hidalgo, la policía siguió tres líneas de investigación: un accidente de tránsito, suicidio y la intervención de terceros; en enero de 2016, un informe del equipo policial descartó esta última hipótesis. Hasta ese minuto, el único imputado en el caso -sin ser formalizado- era la pareja de la joven.
Sin embargo, la familia apunta a que "no hay ningún antecedente concreto y cierto de que ella hubiese tenido la intención de atentar contra su vida y tenemos pruebas que lo demuestran. Estamos totalmente convencidos de que hubo participación de terceras personas en la muerte de mi hija", afirmó Hidalgo.
Añadió que "esa certeza nos mueve a seguir luchando y haciendo gestiones para que esta investigación llegue a buen término. No puede ser que un crimen más quede en la impunidad".
A juicio de Hidalgo la investigación fue sesgada. "Cuando se extrajo el cuerpo de mi hija del río hubo algunas personas de la Fiscalía que hicieron declaraciones sin tener mayores antecedentes acerca de cómo habría ocurrido el hecho. Ellos declararon que no había participación de terceros y eso produjo un sesgo que dirigió a las policías hacia una línea investigativa", agregó.
Ello ha llevado a la familia a desarrollar una investigación paralela a la de la Fiscalía, cuyos resultados fueron puestos a disposición de ese organismo. Una de las conclusiones claves la entregó el médico forense Luis Ravanal, quien hizo un análisis documental de la autopsia que se le practicó a la joven.
Según el informe de Ravanal, "el diagnóstico de causa de muerte establecido por el Servicio Médico Legal calificado como asfixia por sumersión 'compatible con la forma médico legal del suicidio', a la luz de los antecedentes analizados, no cuenta con el sustento técnico necesario para considerarlo un diagnóstico de certeza y/o indubitado".
"Por cuando el resultado del estudio de plancton (diatomeas) a nivel de la médula ósea fue negativo, por lo que se descarta la aspiración de agua en vida, dentro del contexto diagnóstico de asfixia por sumersión, en ausencia de otros elementos o signos corporales que lo sustenten, más allá de la incuestionable condición de que se trataba de un cadáver en sumersión", agrega el informe.
Además, el médico forense se refiere a las lesiones contusas detectadas a nivel de cuero cabelludo y señala en el informe de autopsia y en los dos informes de ampliación de autopsia, "se excluyó el análisis de causa y mecanismo que provoca estas lesiones. Lo concreto es que se trata de lesiones previas a la muerte por asfixia, por cuanto la infiltración hemorrágica de los tejidos es un proceso vital, cuyo origen causal no se ha establecido", indica.
A raíz de esas y otras observaciones que explica en su informe, Ravanal señala que "no es posible excluir la participación de terceros, considerando el resultados negativo que descarta la asfixia por sumersión, por ende, se trataría de un cadáver que fue sumergido en un medio acuoso al interior de un vehículo automotor (automóvil)".
Respecto del análisis del vehículo, el experto Mauricio Peña indicó en su informe que la observación general, rotura de soporte de espejo lateral derecho, daños localizados y otros factores, descartan un accidente de tránsito o suicidio.
Esta afirmación se sustenta en evidencia que presentó en su informe. Por ejemplo, señala que "de los puntos de control del frontal en su parte central y travesaño, es posible afirmar que los daños pudieron ser causados por elemento en punta redonda o con forma de anillo pequeño. Con respecto a la altura de golpe se midió 60 centímetros aproximadamente desde el suelo".
Además, indica que "de los puntos de control del frontal, parachoques y soportes, se puede afirmar que el vehículo no tuvo impactos considerables en el parachoques ni en la parte superior del frontal. Esto se corrobora al considerar que no existen daños en la línea del capot ni en foco izquierdo".
Sicólogo forense
En otro ámbito, Alfredo Hidalgo afirmó que los antecedentes contenidos en el expediente revelan que su hija no presentó en los días previos a su desaparición actitudes que evidenciaran una intención de terminar con su vida.
Para respaldar lo anterior, la familia contrató al sicólogo jurídico, criminalista y perito forense Cristián Araos, quien hizo un análisis de los perfiles de María Carolina Hidalgo y de su pareja.
En el informe que entregó el especialista, caracteriza a la mujer como una profesional con un trabajo estable. Indica que "no existe estado pre suicida. Todo el 'cuento' de la supuesta intención suicida se basa en hechos temporales o en ningún caso previos a la 'desaparición' de María Carolina Hidalgo. Un desenlace suicida real u objetivo ocurre de manera posterior y coetánea al gatillante sicológico que lo precede".
Respecto de la pareja de la joven, el sicólogo señala que tendría características de una persona "manipulador, frío, calculador, mitómano, pasivo/agresivo, con abuso de alcohol, elocuente, celópata"