Alimentos son la prioridad de los adultos mayores al hacer compras
VALDIVIA. El estudio de la Universidad San Sebastián dio a conocer las principales variables que influyen en la administración de los ingresos.
El 45% de los adultos mayores de Valdivia destina los ingresos que percibe a comprar alimentos, el 25% emplea el dinero para adquirir diversos artículos y el 17% lo ocupa en proveerse de pañales. Éstos son algunos de los resultados que arrojó el segundo Estudio de Percepción del Comportamiento de Compra Adulto Mayor, desarrollado por la carrera de Ingeniería Comercial USS Valdivia y la Dirección Nacional de Estudios USS.
El cuestionario que sirvió de base para la investigación se aplicó telefónicamente entre el 12 y el 19 de julio del año en curso, a hombres cuya edad fuera igual o mayor de 65 años y mujeres de 60 años en adelante.
La muestra, que constó de 412 casos, quedó compuesta principalmente por mujeres (75%) y por personas de ingresos iguales o inferiores a $250 mil (57%). Si se tiene en cuenta la edad de los participantes, el 50% dijo tener entre 60 y 69 años de edad, el 38% entre 70 y 79 años y, por último, el 12% de 80 años en adelante.
Ingresos
El 63% de los adultos mayores consultados dijo que los ingresos que percibe provienen de su pensión, quedando en segundo lugar el trabajo o negocio (24%). Más atrás, se sitúan como fuentes los bonos del Estado, como la pensión básica solidaria de vejez o de invalidez, entre otros (7%); arriendo de propiedades (2%); y ayuda de familiares (2%).
Al preguntárseles si dichos dineros les alcanzan para cubrir sus necesidades, el 58% afirmó que sí, lo que agrupa a quienes dijeron holgadamente (21%) y sólo lo justo (37%); en tanto, el 41% aseguró que no lograban satisfacerlas con lo que perciben.
Compras
Casi todos los encuestados señalaron que hacen las compras sin requerir ayuda (86%), los que en su mayoría lo hacen movilizándose a pie al lugar donde efectúan esas compras (40%). Sobre este punto, la docente de Ingeniería Comercial de la USS Valdivia, Constanza Caicha, expresó que ello estaría relacionado con la cercanía al lugar de compra (ver primer cuadro, en la página siguiente), aunque "también lo podríamos vincular a que un menor ingreso implica que las personas deben ajustarse a él y, por lo tanto, optan por no utilizar el transporte público o privado para ir a hacer sus compras".
En cuanto al grado de adaptación de los locales de venta de productos a las necesidades de los mayores, el 83% de ellos afirmó que sí se adaptan (49% de acuerdo y 34% muy de acuerdo).
Respecto al medio de pago que usan para sus compras, el 70% prefiere el efectivo y sólo el 25% opta por la tarjeta bancaria. Muy atrás se sitúa la tarjeta de casa comercial (4%). La profesora Constanza Caicha explicó que "ellos reciben sus pensiones en efectivo y además, es difícil que puedan conseguir una tarjeta de crédito. Igualmente, hay que considerar que deciden usar el efectivo por un tema de confianza y de costumbre".
Estos datos, a juicio de la profesional y docente, constituyen "un valioso insumo para tener en cuenta, porque no existe mucha información acerca de cómo los adultos mayores toman sus decisiones. Entonces, generar este tipo de información resultará muy útil tanto para los privados como para el sector público, lo que podrá influir en que se adapten a los requerimientos de este segmento de la población".
El precio es la principal variable que influye en la selección de un lugar de compra, con un 69% (ver detalles en el primer cuadro de datos, en esta página); y si se pregunta a los adultos mayores qué contenidos le interesaría que contuviera una página web dedicada a ellos, el 54% se inclinó por la publicación de los mejores precios de medicamentos en farmacias (ver detalles en el segundo cuadro de datos, en esta página).
Trabajo y salud
El cuestionario incluyó también una pregunta sobre el sector en el que desempeñan su trabajo, que pudo responder el 47% de los encuestados. De ellos, el 30% hace labores de diversa naturaleza, el 16% se encuentra en el comercio formal y el 15% ejercita libremente su profesión u oficio. A estas ocupaciones, se suman el servicio doméstico en casa (9%), comercio informal (9%), educación (7%), administración pública (6%), agricultura (5%), turismo (2%) y recreación y diversión (1%).
Y, finalmente, se consultó a los adultos mayores por la adscripción del médico al que acudieron en su última consulta: el 61% de éstos pertenecía a la salud pública. Constanza Caicha puntualizó al respecto que "esto plantea un desafío, porque implica una gran carga para la salud pública. Es decir, si los adultos mayores se atienden en el sistema público, ello supone un mayor gasto del Estado en esta materia. Además, para las isapres, las personas de la tercera edad no son un cliente atractivo, por el mayor riesgo que implican. Entonces, teniendo presente que se trata de un grupo etario que crece y representa actualmente un porcentaje importante de la población, a futuro tendrá que destinarse una mayor cantidad de recursos públicos".