Con el objetivo de que docentes y estudiantes de segundo ciclo de enseñanza básica exploren las potencialidades y usos de placas de desarrollo de hardware, para construir dispositivos digitales e interactivos que puedan controlar objetos del mundo real mediante microprocesadores llamados Arduinos, 80 escolares de Valdivia y Río Bueno participaron en el proyecto "Aplicaciones Robóticas para la Ciencia Escolar".

El diseño didáctico forma parte de los proyectos Explora para la valoración y la divulgación de la ciencia y la tecnología, que comenzó a ejecutarse en enero de 2018 en tres colegios de Los Ríos.

La directora general del proyecto, Eliana Scheihing, explicó que el primer objetivo del proyecto es la formación de profesores, "porque nuestro enfoque es que los talleres permanezcan en los establecimientos. El segundo es desarrollar actividades didácticas con aplicaciones que tengan sentido en los distintos contextos escolares y finalmente, ofrecer tecnología y metodología que motive a profesores y alumnos a desarrollar habilidades en el ámbito de programación, pero también trabajar el método científico", dijo.

La aplicación del proyecto tuvo una etapa de formación docente, en la cual participaron ocho profesores, quienes actualmente guían a sus estudiantes en el avance de una serie de actividades de programación e instalación de circuitos llamados "desafíos", mediante los cuales es posible medir condiciones ambientales como temperatura, humedad, luz y ruido.

Scheihing señaló que hubo tres instancias de formación docente para los equipos de cada establecimiento, los cuales se incorporaron en distintas fechas, a partir de enero de este año y cuyo resultado serán prototipos que han elaborado los estudiantes junto a sus profesores guías y que se presentarán en una feria.

Desarrollo de ideas

La directora también adelantó algunos de los prototipos ideados que alumnos de 11 a 14 años han diseñado durante este proceso y destacó las iniciativas que están vinculadas al reciclaje. "Por ejemplo, hay un grupo que inició una campaña para reciclar pilas y medir el voltaje con el que la gente las está desechando, para hacer un estudio respecto a eso. Así también, hay un grupo que va a medir la calidad del agua con un prototipo de luminosidad, para calcular la claridad que tiene", enfatizó.

La propuesta se ha incorporado en la modalidad de taller de jornada escolar completa en el caso de la Escuela Pampa Ríos de Río Bueno, como taller extraprogramático en el colegio Alonso de Ercilla de Valdivia y en el colegio Aliwen -también valdiviano- es parte de los contenidos de la asignatura de Ciencias y Tecnología.

Pablo Quintana Villanueva

Un llamado a la población para que extreme las precauciones al salir a acampar, hacer caminatas o actividades deportivas al aire libre, formuló la seremi de Salud, María Angélica Hildebrandt. Ello, debido a que con la llegada de la primavera aumentan las visitas a campos y bosques, áreas que son el hábitat natural del huésped del hantavirus, el ratón de cola larga.

La autoridad explicó que el hantavirus es una enfermedad de origen viral, que es transmitida por aquel roedor -cuando es portador del agente infeccioso- al ser humano. "La transmisión más común se produce a través de la inhalación de aerosoles emanados de la orina de animales contagiados. Al tratarse de un roedor silvestre, el mayor riesgo lo tienen las personas que viven en sectores rurales, poco intervenidos por el hombre, al igual que aquéllas que por motivos recreacionales van a esos lugares", precisó.

La patología comienza con un cuadro similar al de la influenza, con fiebre, dolores musculares y articulares; también hay dolor de cabeza acompañado -a veces- con malestares gastrointestinales y con dificultad respiratoria progresiva. Estos pacientes necesitan ser diagnosticados oportunamente y llevados a hospitales que dispongan de camas UTI, puesto que su manejo es muy complejo y requiere de atención especial.

Alta mortalidad

Hildebrandt subrayó que el hantavirus se caracteriza por su alta mortalidad, que en el país alcanza el 34%. "En la región, entre los años 2000 y 2017, se ha presentado 95 casos de síndrome cardiopulmonar por hantavirus. Desde 2010, se ha producido 45 casos, con una mediana de cinco por año; siendo 2017 el que presentó el mayor número de afectados por esta patología, con 10 casos", recordó la seremi.

En lo que va corrido de 2018, agregó, sólo se registra un caso. Y si se considera la distribución de casos a lo largo de un año, se observa un marcado incremento en los meses de febrero y marzo.

En el contexto nacional, el 38,1% de los casos corresponde a personas que se desempeñan en labores agrícolas, el 14,3% son dueñas de casa y el 9,5%, a estudiantes. La actividad de mayor riesgo es residir en zonas rurales, con 81%.

Zonas rurales

La Autoridad Sanitaria entregó una serie de medidas para evitar que la población residente en zonas rurales se contagie de hantavirus, entre las cuales está el ventilar por al menos 30 minutos los recintos que han permanecido cerrados por largo tiempo, para luego rociar el suelo y superficies con agua y cloro. Sólo después se puede limpiar y barrer.

También se requiere mantener el exterior de casas y bodegas libre de maleza y basura, las bodegas ventiladas y ordenadas, sin materiales de desecho; sellar y desratizar galpones y bodegas; mantener los alimentos y el agua fuera del alcance de los roedores, almacenándolos siempre en envases herméticos; tapar los orificios y cavidades por donde puedan entrar los roedores; y no matar zorros, culebras ni lechuzas, porque éstos protegen de los ratones.

Camping y paseos

La seremi María Angélica Hildebrandt recalcó que también deben adoptar medidas, las personas que salgan de paseo a lugares campestres o boscosos, y acampen; como elegir lugares limpios y libres de matorrales y pastizales; usar carpa con piso, cierre y sin agujeros; guardar alimentos en envases resistentes y cerrados, y no dejar ollas ni utensilios al alcance de los roedores; caminar sólo por senderos habilitados; no recoger ni consumir frutos silvestres; mantener la basura en recipientes cerrados, y de ser necesario, enterrarla; y beber sólo agua segura.

Si encuentra ratones muertos o, bien, excrementos, nidos, alimentos u otros restos biológicos que hayan estado en contacto con roedores portadores del virus:

Utilice su ropa habitual de trabajo (overol, botas o zapatos de seguridad y guantes), además de mascarilla N100, para manipular dichos vestigios biológicos.

Rocíe sobre los restos biológicos una solución de cloro, que se prepara con dos cucharadas soperas de cloro comercial por cada litro de agua, y espere cinco minutos.

Coloque los restos en una bolsa plástica, ciérrela y póngala dentro de otra bolsa, la que también debe ser cerrada. Ambas deberán ser enterradas a más de 60 centímetros de profundidad, o quemadas.

Lave sus manos con los guantes puestos en solución desinfectante, y después lave las manos desnudas con abundante agua.

Llame a Salud Responde al número 600 360 7777, en el caso de que no posea alguno de los elementos antes mencionados, o tenga alguna duda sobre los pasos que debe seguir. Y si tiene inquietudes acerca de la enfermedad en general, puede llamar a los números 63-2265105 (Seremía de Salud Los Ríos) y 64-2335101 (oficina en La Unión).