Celebrar el legado de Stan Lee
Periodista
¿Quién alguna vez de niño (o tal vez de adulto) no jugó a ser un trepamuros o pensó que su código genético podía esconder alguna anomalía que se pudiera transformar en súper poder, como lanzar rayos por los ojos o controlar el clima?
La materialización de las habilidades irreales en la figura humana viene desde tiempos inmemoriales. Está contenida en mitos y leyendas y gracias a los cómics tuvo una actualización que terminó marcando a fuego la cultura popular. Uno de los creativos detrás de ese fenómeno fue Stanley Martin Lieber o mejor conocido como Stan Lee, que el pasado 12 de noviembre falleció a los 95 años de edad.
Fue el cerebro de la editorial Marvel (o al menos uno de los más famosos e influyentes) y creador de personajes como Spider Man, Hulk, Los Cuatro Fantásticos, Ant Man, Thor y los X-Men. A través de ellos, en cientos de miles de viñetas impresas y digitales, el autor se las ingenió para abordar temas como el racismo y la responsabilidad que conlleva el poder.
Ya fuera con aventuras de contenido profundo o más simplonas y aburridas, lo que realmente importa al momento de repasar su legado, es su increíble talento creador que ha dejado huellas en distintas generaciones. Del papel, sus personajes pasaron a la televisión y de ahí, al cine en sagas cada vez más espectaculares. Ello ha generado un círculo virtuoso entre quienes son conocedores de la obra del autor y quienes se están iniciando en ella; como públicos promotores de un tipo de literatura que nunca ha perdido su atractivo.
Se podrá discutir, pero a Stan Lee se le debe la humanización de los superhéroes y el hecho de haberlos dotado de una innegable y misteriosa impronta que solamente los que leemos cómics podemos entender. Por eso y muchas otras cosas más es que al momento del adiós, solamente podemos aplaudir, dar las gracias y gritar a todo pulmón ¡Excelsior!
Daniel
Navarrete