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Contraloría: Suprema ordena reintegro inmediato de Pérez

FALLO. El tribunal declaró ilegal la destitución de la ex subcontralora y que Jorge Bermúdez, quien descartó renunciar a su cargo, actuó de forma arbitraria.
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Matías Jullian Velásquez

La Corte Suprema declaró ayer como ilegal la destitución de la ex subcontralora Dorothy Pérez y ordenó su reintegro inmediato, lo que supone un duro golpe para la máxima autoridad de la institución, Jorge Bermúdez, quien descartó renunciar a su cargo.

La Tercera Sala del máximo tribunal ratificó, en fallo dividido, la sentencia que ya había sido acogida por la Corte de Apelaciones respecto al recurso de protección presentado contra Bermúdez por la destitución de Pérez, aduciendo falta de confianza.

Tras el fallo de la Suprema, Bermúdez emitió una declaración en la que aseguró que respeta y acatará la determinación, y que no renunciará a su cargo.

"Sólo me corresponde decir que la Contraloría de la República General acata y cumple los fallos de la justicia. Son los tribunales de justicia los que controlan el actuar de esta institución", así, "en cumplimiento del fallo de la excelentísima Corte Suprema, la señora Dorothy Pérez se reintegrará a la Contraloría para desarrollar las funciones que le encomienda la ley", dijo el contralor.

"Por mi parte, seguiré cumpliendo con mis obligaciones y ejerciendo todas las atribuciones", agregó Bermúdez.

A su turno, el abogado de Pérez, Ciro Colombara, señaló a radio Cooperativa que se siente "muy satisfecho" con la decisión de los supremos, pues "desde un principio dijimos que el actuar del contralor de la República había sido arbitrario e ilegal", agregando que "el fallo debe cumplirse de manera completa y oportuna". En esa línea, el abogado -al ser consultado si Pérez volverá a ocupar su cargo- remarcó que "eso es lo que han resuelto los tribunales".

"Ciudad somos todos"

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José Fco. Yuraszeck Krebs, S.J.

En estos días en que nos aproximamos a la Navidad, Hogar de Cristo lanzó un regalo visual que resume muy bien en su título lo que pretende la causa del Hogar de Cristo en términos de inclusión e integración: "Ciudad somos todos", un libro fotográfico cuyo título no es casual.

Una ciudad fracturada donde muchos de sus habitantes viven hacinados en guettos y otros esponjados en casas con parques y pisicinas, donde algunos miran de reojo los rucos instalados a la vera de las autopistas y otros apenas divisan al que desde un auto en la luz roja del semáforo les regala unas monedas. Es lo opuesto a lo que hace la periodista devenida en fotógrafa a causa de una sordera, Ximena Hinzpeter.

Ella camina, recorre, mira, descubre y retrata. Deja el corazón en la calle. Captura rostros de personas muchas veces marginadas y excluidas, plenos de dignidad, color y dolor a la vez. "Donde más vida y verdad encontré fue en los barrios en que el Hogar de Cristo pone su corazón. Es la condición humana lo que me conmueve. ¿Cómo se las arregla cada cual para vivir la vida? Para pasar este trance al que fuimos arrojados y que nos tiene perplejos como extranjeros aunque no lo sepamos. Eso busco en las calles, a las almas en pena que todos somos", explica.

Nosotros esperamos que ese ejercicio y las imágenes que generosamente nos compartió nos abran a todos los sentidos y nos movilicen para iluminar con nuestros pasos, ojos y conciencia esos rincones oscuros de la ciudad que no vemos.

El material que Ximena publicó y explotó en redes sociales se convierte ahora en este libro que tiene un único objetivo: entendernos y mirarnos como iguales en nuestra maravillosa diversidad como miembros de la misma maraña urbana, del mismo corazón palpitante que constituye la urbe. Si no lo hacemos así, el narcotráfico, la desesperanza, el resentimiento, la indiferencia, la desigualdad, nos ganarán la partida, adueñándose de los territorios.

Como bien escribe el crítico de arte Pedro Gandolfo, "las fotografías de Ximena Hinzpeter se abren a una dimensión ética ineludible" y nos recuerdan que el rostro "es el puente hacia la humanidad del otro, hacia la igual dignidad que yace en cada hombre y en cada mujer".

En el Hogar de Cristo queremos honrar esa igual dignidad que reconocemos tanto en los acogidos en nuestros programas de Arica a Punta Arenas, como en nuestros trabajadores, voluntarios y en todas las personas que nos permiten servir de la mejor manera posible la misión que nos legara el padre Hurtado de acoger y convocar.