¿Quién cuida a la cuidadora?
El cuidado de las personas mayores con algún nivel de discapacidad es cubierto en Chile por las propias familias en alrededor del 86% de los casos. En cada una de éstas hay una mujer que, cumpliendo un rol previo de esposa, hija o nuera, adquirirá además el trabajo de cuidar. Porque eso es, un trabajo. El único que actualmente no tiene reemplazo tecnológico y que, por tanto, debiese ser bien cotizado en el mercado, producto del mayor envejecimiento de la población chilena.
Por tanto, el hecho de hacerlo gratis o solo por amor, que es lo mismo, significa un alto costo, en términos de tiempo, dinero, emociones y proyectos personales.
Durante este año se levantó una ola feminista. Pero, al mismo tiempo, el Ministerio de Salud publicó, a través de la Subsecretaría de Salud Pública, un documento normativo sobre el lenguaje a ser utilizado en el contexto de trabajo de cuidado de las personas mayores. Lo primero que llama la atención en este texto es que define a la persona que cuida como cuidador. Esto niega que las personas que cuidan son mujeres.
En segundo término, plantea que es una ratificación de la Convención Interamericana de Protección de los Derechos de las Personas Mayores, es decir, un compromiso gubernamental. Y aquí lo más sorprendente. Instruye que no se puede hablar de cuidador estresado/sobrecargado y que se debe evitar todo tipo de adjetivo negativo asociado a este trabajo y lo reduce a persona de referencia. En contraposición, existen iniciativas que desmienten esta situación, como el Programa de Atención a las personas con dependencia severa que ofrece capacitación en autocuidado a las cuidadoras y también Chile Cuida que brinda cuidadoras de respiro. Dichos programas existen, precisamente, porque se reconoce la sobrecarga de este trabajo.
¿Es que acaso el Ministerio de Salud pretende que, al evitar decir que este trabajo desgasta a las mujeres, el problema desaparecerá? ¿O es simplemente pretender seguir negando que el cuidado es un trabajo y poder mantener su gratuidad como asunto de familia?
El cuidado demanda conocimientos específicos que implican, desde el punto de vista de la persona mayor, una necesidad y un derecho. Silenciar no es la solución.
Amparo Muñoz Docente Escuela de Enfermería U.Central
Día de la discapacidad
Cuando terminamos una tradicional jornada de solidaridad y en la celebración del Día Internacional de la Discapacidad es necesario reflexionar y, sobre todo, llamar a las empresas a no bajar los brazos.
Hoy más que nunca, con la nueva ley de inclusión laboral para personas con discapacidad, el país necesita que amplíen su visión y que refuercen su compromiso mediante el tránsito desde la solidaridad hacia la generación de una cultura organizacional inclusiva. Ahí está el desafío. En esa diferencia es que pasan de ser colaboradores en este ámbito a ser agentes de cambio.
Cuando una empresa u organización crea espacios de trabajo inclusivos y en los que se valora la diversidad, está declarando que la discapacidad no es un tema de uno ni de otro sector, sino que del país.
En un tiempo más las empresas deberán manifestar cómo cumplirán con la ley 21.015, si será a través de contratación o implementando medidas alternativas en alianza con organizaciones sociales que trabajen en esta temática o con la contratación de servicios de otras empresas que tengan empleadas a personas con discapacidad.
Ambas vías serán un aporte importante, sin embargo la primera de ellas es la que ayudará a generar un cambio de cultura empresarial, a normalizar la discapacidad y a que tengamos generaciones más conscientes y activas que no discriminan negativa ni positivamente. Sólo haciendo parte a las personas con discapacidad, sin prejuicios y en igualdad de condiciones, es cuando entenderemos que la discapacidad no las define.
María José Escudero Directora Ejecutiva Fund.Ronda
Funcionarios despedidos
Con mucha preocupación la ciudadanía se ha ido informando de los despidos arbitrarios, masivos e ilegales que están afectando a funcionarias y funcionarios de la Administración Pública estos últimos días los que alcanzan ya a cerca de 3.000 en todo el país. Nuestra región no ha sido la excepción.
Increíble por decir lo menos es la explicación de la seremi de Gobierno de Los Ríos que manifiesta al respecto que " la prioridad es sacar adelante todas las urgencias que nos han encomendado para destrabar diferentes proyectos estancados". Es decir, según esta autoridad regional despidiendo funcionarios altamente calificados, profesionales, técnicos, administrativos y auxiliares se solucionarían los problemas de proyectos estancados.
Lo peor es que los despedidos son los funcionarios más vulnerables, como los contratados bajo la modalidad de contrata y honorarios, éstos últimos que laboran con una enorme inseguridad e incertidumbre porque no gozan de feriado, imposiciones, salud.
Jacinto Tejeda Muñoz Ingeniero (e) en Adm.Pública jacinto.tejeda.m@gmail.com