Pamela De Vicenzi
Dos meses y medio quedan para Viña 2019 y la presencia de Luis Miguel sigue siendo la gran incógnita del certamen. A fines de septiembre se daba por hecho que el "Sol de México" sería la gran estrella del evento veraniego, lo que se sumó a los cuatro conciertos que fijó entre el 19 y 23 de febrero, en los días previos al festival.
Sin embargo, en los últimos días se ha puesto en duda el regreso del artista al certamen. Según un artículo de El Mercurio, las negociaciones no llegaron a puerto y el astro estaría descartado de Viña 2019. Sus erráticas presentaciones en México y trabas para televisar sus presentaciones habrían sido las causas del fracaso en la firma final.
Negociaciones
Sin embargo, ayer la alcaldesa de Viña del Mar, Virginia Reginato, aseguró que aún persisten las negociaciones. "Espero que esta semana podamos tener noticias y así anunciar, porque sé que hay muchas expectativas en que venga. Muchos queremos que él esté, pero desgraciadamente tenemos que esperar", señaló la edil.
Insistió en que si bien Luis Miguel "nunca ha estado confirmado", todavía hay chances de que esté presente en la parrilla musical: "No puedo decir que viene o no viene. Las esperanzas nunca hay que perderlas y por supuesto yo estoy en esas. Pero no puedo confirmar. La verdad es que quisiera poder confirmar no sólo a Luis Miguel, sino que también a otros artistas".
Reginato también puntualizó que son los canales los encargados de negociar con los cantantes. "En el trato con los artistas no tengo mucho que ver. Uno puede opinar como lo hacemos en la comisión del festival, las personas que queremos que vengan. Pero el sistema de contratos que estamos manejando lo hacen los canales".
La alcaldesa señaló que "esta semana vamos a tener un adelanto importante de la parrilla". Hasta la fecha, la organización del festival sólo ha confirmado a los miembros del jurado: Humberto Gatica, Becky G, Yuri, Camila Gallardo, Sebastián Yatra, Carlos Rivera, Constanza Santa María y Álvaro Escobar.
Polémicas presentaciones
Entre octubre y noviembre, Luis Miguel firmó 16 shows en el Auditorio Nacional de Ciudad de México, más otros tantos en el resto de su país. Sin embargo, las polémicas se concentraron en los conciertos realizados en la capital azteca. Problemas de afinación, desapariciones del escenario y demoras en cumplir con los horarios provocaron la ira de los asistentes, lo que quedó consignado en medios locales y redes sociales.
El artista también ha cancelado algunos shows de su gira, específicamente en Morelia (Michoacán) e Irapuato (Guanajuato), alegando razones logísticas. Pero en los portales mexicanos se habló de que el intérprete no se encontraba en condiciones de sostener un show de dos horas e incluso se habló de la influencia del alcohol.
El punto máximo de la polémica se produjo a mediados de octubre, cuando discutió con los técnicos de sonido en pleno concierto.
