La justicia tarda, pero llega. El viejo refrán aplica bien a 10 mil 600 funcionarios municipales en edad de jubilar - adultos mayores la mayoría de ellos-, que desde 2014 esperaban con ansia la Ley de Incentivo al Retiro que ayer por fin concluyó su tramitación en el Congreso.
Con la contundente y unánime aprobación de la Cámara en su tercer trámite legislativo, el proyecto quedó en condiciones de ser despachado y entrar en vigencia. Altamente valorable que el Gobierno y el parlamento hayan asumido el compromiso de tramitarlo con la convicción de sacarlo adelante antes que cierre el año… tarea cumplida.
Habiendo sido alcalde, presidente regional y vicepresidente nacional de municipalidades por varios períodos, entiendo en carne propia lo que este proyecto significa para nuestros funcionarios, y estoy absolutamente convencido de lo justo que era aprobarlo con prontitud.
Desde el 2014 que los municipales no tenían condiciones para acogerse a una desvinculación con un amparo social y económico mínimo digno que compense, en algo, el enorme daño causado por el antiguo sistema de cálculo de jubilación, en que sólo se consideraba como renta imponible el sueldo base -cercano al salario mínimo- pero desprovisto de las asignaciones, bonos e incentivos que representan el grueso de la renta. Y aunque se corrigió en la década del 2000, el daño previsional quedó instalado para los más antiguos, hoy la mayoría en la tercera edad.
Es cierto que entre las asociaciones había diferencias y matices, y podríamos haber seguido introduciendo mejoras. Sin embargo, a veces lo perfecto es enemigo de lo expedito, y éste era el caso. El texto aprobado lo convierte en una buena ley que responde a las demandas y aspiraciones mayoritarias y principales del mundo municipal.
Pero falta. En la actualidad existen 88 mil 600 trabajadores municipales, estamos resolviendo el problema de 10.600. Pero el 50 por ciento de los que siguen están a honorarios. Así como hoy estamos enfrentando un tema de justicia social y laboral de los más antiguos, también debemos ocuparnos de la solución justa para quienes, aún y pese a tanto debate, siguen trabajando en precarias circunstancias contractuales, mayoritariamente los más jóvenes del sistema.
Mis sinceras felicitaciones a todos mis ex colegas municipales, en especial a los de mi región .
Bernardo Berger Fett
Diputado