Un gran desafío a la región dejó planteado el informe entregado por el Observatorio Laboral de Los Ríos respecto de la realidad del empleo en tres rubros fundamentales: silvoagropecuario y pesca; hoteles, restaurantes, comercio y servicios; e industria manufacturera.
Entre sus datos puso en evidencia que existe una baja escolaridad entre los trabajadores, con escasa presencia de personas con formación universitaria, a pesar de contar en la zona con cuatro planteles acreditados de Educación Superior.
Las menores cifras se dan en el agro, faena forestal y pesca, con ocho años de educación tanto entre hombres como mujeres; luego viene el área de manufacturas con 11 años de enseñanza y después está el área del comercio, donde los varones muestran 11 años de enseñanza y las damas, 12 años.
El promedio nacional actual es de 11,2 años y debiera aumentar en la medida que más jóvenes se incorporen al mundo del trabajo (la obligatoriedad de 12 años de colegio se estableció recién en el gobierno del Presidente Lagos en 2003); sin embargo el país ha experimentado un alza de deserción escolar juvenil en los últimos años, llegando en la actualidad a 5,58% (110 mil personas aproximadamente); en comparación con el 1% de la educación básica, según datos de Mineduc.
Lo complejo es que, lamentablemente, terminar el colegio en Chile tampoco da garantías de competencias suficientes para desempeñarse en el mundo laboral. Un estudio de la Fundación Sura ("Aprender es más…"), indica que el país no ha conseguido mejorar aprendizajes en Ciencias y Matemáticas en casi una década. Además, otros índices de Educación 2020 señalan que el 50% de los egresados de educación media no entiende lo que lee en un párrafo sencillo y el 60% no es capaz de hacer un cálculo simple.
Así visto, el panorama país no es muy distinto del local. Y en ningún caso alentador, porque la falta de personal calificado se traduce también en menores ingresos para las familias. En Los Ríos el sueldo promedio en inferior a los 500 mil pesos.
A la luz de lo anterior es que los datos avalan la necesidad regional de trabajar en la capacitación y en un mayor vínculo educación-empresa.