Respeto
Vi la foto del día que mostraba un letrero que decía "No acampar" y pensé que se ve muy bonita nuestra ciudad de Valdivia, adornada con letreros no estacionar, velocidad máxima, no virar izquierda, autorizado virar derecha, semáforos, lineas amarillas en las calles, cruces de peatones con luces y todo. Señales y normas que nadie respeta, que la Municipalidad instala y repone, pero que la institución fiscal encargada de su fiscalización no está ni ahí.
Felipe Ramírez cofréfeliperamirezcofre@gmail.com
Incoherencia y Zonas Calma
La creación de zonas calmas en el centro de Valdivia es un avance importante alineado a las políticas nacionales sobre transporte, vialidad y planificación urbana, sobre todo para ciudades que tienen dentro de su visión estratégica potenciar su desarrollo a través del turismo.
No obstante, si bien esta medida podría ser efectivamente un paso inicial para peatonalizar las calles que rodean la plaza, potenciar un centro sin automóviles de la mano de una política eficiente en transporte público que permita incentivar el comercio local y hacer más equitativa la forma de movernos por la ciudad, tiene el riesgo de ser una política aislada e incoherente con los otros proyectos que el municipio respalda. Es así como cabe preguntamos ¿Cómo es posible que convivan esta política de zonas calmas con la realización de estacionamientos subterráneos en la Plaza de la República? Ese es un proyecto que -entre otras cosas- incentiva a que más automóviles lleguen hasta el corazón de la ciudad y nos impide peatonalizar las calles de la plaza por lo menos hasta el 2050, estando a contracorriente de todos los lineamientos de planificación urbana que buscan potenciar las plazas céntricas como espacios de encuentro de peatones, recreación y consumo para el comercio local.
Felicitamos esta medida de Zonas Calmas y esperamos que con ello el Municipio entre en razón y se abra -tal como se ha propuesto- a construir estacionamientos alrededor del centro, abandonando así su defensa e impulso a los estacionamientos subterráneos en la plaza, los cuales son un atentado contra el desarrollo turístico, patrimonial, económico y de movilidad urbana de nuestra ciudad.
Carla Amtmann Fecci carla.amtmann.f@gmail.com
Hacer ciudad
La arquitectura y la ciudad deben adquirir un mayor protagonismo en las agendas políticas y sociales, por el bien de nuestro entorno, de nuestra calidad de vida y de nuestros ciudadanos. Y, por supuesto, con el necesario apoyo para apuestas urbanas de largo recorrido. Cualquier apuesta precisa de no menos de 10 años para su gestación, aprobación, desarrollo y consolidación.
Hacer ciudad requiere de premisas fundamentales como priorizar sinergias entre el sector público y el sector privado, potenciando las concesiones administrativas y los FUC ( Financiación urbana compartida). Los edificios públicos pueden convivir perfectamente con actividades privadas, disminuyendo drásticamente los costos de mantenimiento. La gran mayoría de actividades son compatibles entre sí: una residencia de adulto mayor puede convivir con equipamientos infantiles, que a su vez pueden convivir con espacios de coworking que son compatibles con centros de salud, y así suma y sigue.
Hacer ciudad implica también involucrar al sector privado en la rehabilitación patrimonial, asignatura pendiente y significativa , económica y socialmente. Debemos humanizar el espacio público, la estética de éste es un problema de ética y de justicia social.
Luis Alonso Arquitecto
Inserción Social
El 2015 junto a Paz Ciudadana, la Fundación San Carlos de Maipo dio a conocer el primer estudio sobre Exclusión Social, entrevistando a más de 2000 internos de 9 penales, dejando en evidencia una realidad innegable. No podemos hablar de reinserción, si la inserción social nunca ha sido una realidad para este segmento.
Es cierto, no sólo la exclusión es causa de la delincuencia.
El Modelo de reinserción post penitenciario desconoce las realidades que enfrentan las mujeres, un segmento importante de la población penal que, aunque no es mayoritario, es probablemente el de mayor impacto en el contexto familiar y en los factores de riesgo del inicio temprano de trayectorias delictivas.
La Inserción de Mujeres tiene en la base otros elementos previos a la generación de ingreso y que son claves para consolidar su proceso, tales como los mecanismos de reunificación familiar, la conexión a redes de apoyo social, el reconocerse como ciudadana de derechos y mejorar su percepción de eficacia, el apoyo en salud mental, etc. De lo anterior, cabe preguntarse, si las acciones en favor de una inserción efectiva de la población penal serán capaces de distinguir estas diferencias en sus modelos post penitenciarios. Creemos que deben serlo.
Marcelo Sánchez Fundación San Carlos de Maipo