Secciones

  • Portada
  • Actualidad
  • Opinión
  • Actualidad general
  • Deportes
  • Clasificados
  • Vida Social
  • Espectáculos
  • Contraportada

Bolsonaro pide rescatar a su país de la corrupción y la sumisión ideológica

NUEVO GOBIERNO. El congresista de 63 años y de posiciones de ultraderecha fue investido ayer como Presidente de Brasil, un país marcado por la corrupción política y la violencia, y que ostenta la mayor economía de América Latina.
E-mail Compartir

Jair Bolsonaro prestó juramento ayer como Presidente de Brasil, tomando las riendas de la nación más grande y poblada de América Latina, con la promesa de reformar los innumerables aspectos de la vida cotidiana y poner fin a los gobiernos que no han cambiado nada.

Luego de la ceremonia en sesión extraordinaria en el Congreso, en una jornada marcada por un gran operativo de seguridad, Bolsonaro prometió grandes cambios en su primer discurso como Presidente. Dentro del recinto, pidió a los congresistas que lo ayuden a "rescatar Brasil de la corrupción, la criminalidad y la sumisión ideológica".

El ultraderechista, que ganó en el segundo turno al izquierdista Partido de los Trabajadores en un escenario polarizado, dijo que intentará construir "una sociedad sin discriminación ni división".

También advirtió que "respetará las religiones y nuestra tradición judeocristiana", y que su administración representará una "oportunidad única" para "combatir la ideología de género".

"Comenzamos un trabajo arduo para que Brasil inicie un nuevo capítulo de su historia y se convierta en la gran nación que todos queremos", afirmó.

Para el excapitán del Ejército, la ceremonia de toma de posesión culminó un viaje de un congresista marginado e incluso ridiculizado a un líder que muchos brasileños esperan que pueda combatir la corrupción endémica, así como la violencia que rutinariamente le da a la nación la dudosa distinción de ser líder mundial en total de homicidios.

El congresista de 63 años subió al poder con una agenda anticorrupción y a favor de las armas que ha revitalizado a los conservadores y a los partidarios de la derecha, después de cuatro triunfos consecutivos en las elecciones presidenciales por parte del izquierdista Partido de los Trabajadores.

"Felicitaciones al Presidente" Bolsonaro, "que acaba de pronunciar un gran discurso de investidura", tuiteó Trump. " ¡Estados Unidos está contigo!", agregó. Rápidamente, Bolsonaro agradeció el mensaje y dijo: "Juntos, tendremos más prosperidad y progreso para nuestros pueblos".

Reducir el gasto

Gary Hufbauer, del Instituto Peterson de Economía Internacional, un grupo de expertos con sede en Washington, aseguró que un desafío central para Bolsonaro será reducir el gasto y las prestaciones, lo que no es tarea fácil dada la composición del Congreso y los intereses arraigados.

"Bolsonaro necesita algunos éxitos rápidos para empezar con el pie derecho con la gente y las élites políticas", dijo Hufbauer, quien agregó que si no lo hace, probablemente Bolsonaro vea reducida su luna de miel política a seis meses.

Amazonas y economía

El nuevo Mandatario, que pasó casi tres décadas en el Congreso y que se impuso con un 55,1 por ciento de los votos en la elección de octubre, en segunda vuelta, ha recibido críticas desde el extranjero por sus planes para revocar legislación sobre el Amazonas y por su desinterés en los programas sociales en uno de los países más desiguales del mundo en cuanto a ingresos.

En el frente económico, se desconoce hacia dónde guiará Bolsonaro a la mayor economía de Latinoamérica ya que durante la campaña cambió el rumbo de las posturas de estadistas anteriores con promesas para emprender reformas favorables a los mercados. También se comprometió a revisar el sistema nacional de pensiones y a privatizar varias empresas estatales, lo que le valió un amplio respaldo entre los actores financieros.

Se sabe, además, que priorizará la lucha contra la delincuencia en un país que lleva años con la mayor tasa anual de homicidios del mundo: más de 63 mil personas fueron asesinadas el año pasado.

años de cárcel es la condena que Luiz "Lula" da Silva cumple desde abril, por corrupción. 12

millones de brasileños son pobres, según el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística. 54,8

"Lula" anuncia un año de mucha resistencia y espera un Brasil sin pobreza

REIVINDICACIÓN. El exgobernante sostuvo que el objetivo de su partido debe ser la defensa del pueblo de su país, incluyendo la salud, la educación y el empleo
E-mail Compartir

El expresidente brasileño Luiz Inácio "Lula" da Silva, encarcelado desde abril y condenado a 12 años por corrupción, afirmó ayer que 2019, año en que el ultraderechista Jair Bolsonaro inicia su mandato como jefe de Estado de Brasil, será de resistencia y que no bajará la cabeza.

"2019 será un año de mucha resistencia y mucha lucha, para impedir que nuestro pueblo sea aún más castigado de lo que ya fue. Brasil necesita cambiar sí, pero cambiar para mejor", afirmó "Lula" en un mensaje de año nuevo que escribió desde su celda y que fue publicado en la web del Partido de los Trabajadores (PT).

plena democracia

El mensaje fue divulgado el mismo día en que Bolsonaro inició un mandato de cuatro años, en los que promete que Brasil dará un giro hacia la derecha y pondrá fin a las políticas de izquierda que el PT impulsó en 13 años de Gobierno.

"Nuestro objetivo en 2019 debe ser la defensa del pueblo brasileño. Defender el derecho a la salud y educación de calidad; al empleo y a la oportunidad de estudiar y trabajar en paz por un Brasil mejor", aseguró "Lula", quien lideraba las encuestas de intención de voto para las presidenciales de octubre pasado pero fue impedido de disputar la elección por su condición de preso y condenado en segunda instancia.

De acuerdo con el líder socialista, un Brasil con más derechos para todos sólo es posible cuando se garantizan la plena democracia y los derechos a la libre organización, a la manifestación y a la expresión.

"Eso sólo será posible si todos son reconocidos como ciudadanos y ciudadanas; si se practica la verdadera justicia, sin persecución política, odio o prejuicio", añadió el carismático exgobernante, que alega haber sido condenado en el marco de una persecución para impedirle volver a la Presidencia.

Agregó que tuvo que iniciar el año en la celda en la que fue recluido, según él, sin haber cometido ningún crimen, condenado sin pruebas y sin derecho a un juicio justo.

"Lula" dijo que no bajará la cabeza y que espera que 2019 sea el inicio de un nuevo camino por un Brasil sin hambre y sin pobreza.