Al Vuelo

E-mail Compartir

Esto fue en calle Martínez de Rosas, pero puede pasar en otros lugares de Valdivia y la región. Las personas dejan colchones viejos en las calles, pensando que alguien se lo llevará, pero lo único que realmente sucede es que se mojan con la lluvia y ya no le sirven a nadie más. Diferente sería si existiera un lugar de acopio y entrega. Pero no hay.