Ayer era difícil imaginar que en toda la esquina de las calles Ramón Freire y Martínez de Rozas, en Panguipulli habían estado emplazadas desde la fundación de la ciudad -hace más de 70 años- casas y locales comerciales de madera, de tres pisos, en las que vivían y trabajaban 22 personas. En esa esquina hubo un taller de orfebrería, restaurantes, tiendas donde se ofrecían los más variados artículos, además de viviendas. Sin embargo, ayer no quedaba nada.
El incendio del pasado domingo afectó a inmuebles del casco histórico de la ciudad. En ellos residían varios adultos mayores, quienes recibían su sueldo del arriendo de locales que poseían, pero por la antigüedad de las estructuras no habían podido contratar seguros para protegerlos. Durante la mañana los propietarios y arrendatarios fueron autorizados para buscar entre la madera convertida en carbón sus pertenencias. Se sorprendían cuando notaban que un sillón de mimbre, una silla de madera con tapiz rojo, una caja fuerte que en su interior solo contenía papeles mojados y una bolsa con trajes de baño se habían librado de las llamas. Era lo único que estaba casi intacto.
Desde una esquina miraba Catalina Espinoza, quien mañana cumple 72 años. "Yo era la dueña de la casa que estaba en toda una esquina, una que tenía tres locales comerciales. Los arriendos eran mi sustento y yo tenía mi casa aquí mismo. La tuve por más de 50 años", dijo. Antes, ella era la dueña de una tienda de línea blanca y otra de instrumentos musicales para iglesias, pero hace diez años terminó con esos negocios. "Ahora no hay plata para reconstruir, pero mi hijo mayor va a ver cómo amplía su casa, que queda aquí al lado y se salvó, gracias a Dios. Por mientras voy a tener que vivir de allegada", relató.
Desde la vereda del frente miraba Juan Chelen. Su madre, Victoria Vera, era propietaria del Restaurante Porvenir y arrendaba tres locales, entre ellos una heladería. "Mi mamá llegó arrancando del terremoto del '60. Ella nos crió acá, luchó, trabajamos y ahora quedamos en la calle", dijo.
Buscando entre las cenizas estaba Roberto Martínez, quien era arrendatario. Hace un año había instalado el Restaurante 480 y antes una tienda de arte, una tabaquería y un local de insumos canábicos. "Perdimos todo, quedamos en cero. Incluso perdimos una colección de vinilos muy antiguos, invaluables", explicó. Ahora se trasladará a otro sector de Panguipulli.
Las coordinaciones
El intendente de Los Ríos, César Asenjo, explicó que fue comprometida la formación de una mesa de trabajo en la que participarán el alcalde Rodrigo Valdivia y los equipos municipales, además de seremis de diferentes carteras. Desde Economía se analizarán los instrumentos de fomento productivo que podrían apoyar a los comerciantes; desde Trabajo se cautelará la situación de quienes ahí laboraban; desde Desarrollo Social se harán coordinaciones a través del Fosis y desde Vivienda se verificará si los propietarios y arrendatarios se encuentran aptos para optar a beneficios, como subsidios de arriendo, según explicó la seremi Andrea Wevar.
El alcalde Rodrigo Valdivia indicó que "tenemos que resolver cómo cooperamos con las familias. En lo inmediato la municipalidad los proveerá de mediaguas o viviendas de emergencia, especialmente para los propietarios. Además, estamos resolviendo con el aporte de algunos privados cómo levantamos estos locales comerciales. No es un tema fácil de abordar, porque cuando se trata de emprendimientos es más complejo el financiamiento del Estado". También aseguró que las personas que quedaron desempleadas están siendo colocadas en las empresas que existen en la comuna. "Estamos auxiliándolos a todos, no los vamos a dejar desamparados", recalcó la autoridad comunal.
Para hoy fue agendada una reunión con los afectados. Además, hoy se espera contar con informes que indiquen el origen del incendio y la situación de los grifos del sector, los que presentaron problemas.