Comercio ambulante atrajo a turistas con variada oferta
EN CALLES CÉNTRICAS. Vendedores se prepararon para la Noche Valdiviana. Los visitantes llegaron de distintos puntos de la región y del país.
El centro de la ciudad ayer convocó a miles de personas con motivo de la Noche Valdiviana. Como cada año las calles congregaron a comerciantes que a eso de las 11 horas ya estaban instalados, principalmente en el Paseo Libertad y en el sector costanera.
Los vendedores ambulantes ofrecieron a los visitantes una diversidad de productos, entre ellos mochilas, bananos, pañuelos, artesanías, vestuario y accesorios, billeteras, maquillaje, juguetes. También, comida, como anticuchos, calzones rotos, completos, sopaipillas, y bebidas, mote con huesillo y jugos.
Una buena oportunidad
Alex Novoa se instaló en Libertad esquina Yungay para ofrecer su artesanía elaborada en madera reciclada. "Es primera vez que me ubico en este lugar, años anteriores en esta fecha lo hacía en Los Molinos. Creo que estar aquí es una buena oportunidad, además de vender hoy día (ayer) la gente te pide el número de teléfono y después te puede comprar", contó. En su puesto vendió morteros y ensaladeras de raíz de alerce, lingue rojo, laurel y mañío.
Rafael Fernández llegó de Santiago el viernes en la noche. Trajo 200 rosas naturales para vender y por primera ofreció sus productos en la Noche Valdiviana. "Me contaron que se junta harta gente y eso es lo que uno busca, harto público. La verdad, me ha ido bastante bien, no me quejo", afirmó.
Visitantes
Desde horas de la mañana los turistas recorrieron el centro de la ciudad, a la espera de la Noche Valdiviana. Desde diversos puntos de la región y del país llegaron a presenciar el espectáculo.
Es el caso de Carolina Andrade, quien desde Panguipulli viajó para observar por primera vez el corso fluvial. "Vine especialmente a la Noche Valdiviana, ando de vacaciones en la ciudad y aproveché la oportunidad. Me llamó la atención el comercio y está todo muy bonito".
En tanto, Isabel Sandoval llegó desde Tomé, región del Biobío. Viajó el viernes en la noche para presenciar el evento, junto a su marido, en una delegación de 45 personas. "Estoy de cumpleaños, así que mi regalo fue venir a ver los fuegos artificiales. El comercio y el ambiente previo me pareció muy bonito, es un mini Yumbel cuando se celebra la fiesta religiosa de San Sebastián".