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Solicitan utilizar las ex dependencias de jardín infantil

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Consultada por sus metas a corto plazo para la escuela, Mirta Inostroza señaló que "dado que nos hacen falta muchos espacios, lo que se podría mejorar y que nos ayudaría mucho, sería la habilitación de las ex dependencias del jardín "Manitos Contentas" que están a un costado de nuestro establecimiento. En su momento la ex alcaldesa María Angélica Astudillo accedió a que sean usadas por la Escuela Radimadi, pero en este momento está sirviendo más de bodega porque está en mal estado y no se puede usar, ya que el piso está con termitas, entonces es peligroso. La nueva administración municipal no ha tenido los medios económicos para arreglarla, pero para nosotros sería ideal para poder implementar la jornada completa de la prebásica y así ayudar a las mamás y papás que no tienen donde dejar a sus hijos".

"La reposición de la Escuela Radimadi es urgente porque los niños lo necesitan"

LA UNIÓN. La profesional lleva siete años dirigiendo el colegio, que a pesar de la escasez de sus espacios, se destaca por su rendimiento.
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Encabeza un establecimiento educacional que a diario debe lidiar con su escasez de infraestructura, pero que al mismo tiempo se las arregla para mantener uno de los mejores rendimientos académicos de su comuna. Se trata Mirta Margarita Inostroza Campos, directora de la Escuela Radimadi de La Unión, profesional que suma tres décadas de una exitosa carrera docente.

La profesora nació el 29 de agosto de 1960 en la comuna de Collipulli, región de La Araucanía, pero que lleva casi 30 años de residencia en La Unión. Está casada hace 31 años con el ex funcionario de Carabineros de Chile Patricio Oyarzún, con quien tuvo tres hijos: María José (28) que es kinesióloga; Patricio Gabriel (27) también kinesiólogo; y Mirta Belén (26) que es ingeniera civil química.

Cursó la totalidad de su enseñanza básica en la Escuela Thomas Alva Edison de Collipulli, misma comuna donde completó su educación media en el Liceo C-7. Posteriormente entró a la carrera de Pedagogía en Educación General Básica en la Universidad Católica de Temuco, y se tituló en 1987.

"Siempre fui líder, y consideraba que tenía condiciones como para dominar a grupos grandes de personas y poder llevarlos por una senda. Además siempre pensé que los niños, sobre todo de sectores rurales, a veces no recibían una buena educación y yo soñaba con ser una profesora que trabaja en el campo. Esa era una de mis ambiciones", afirmó.

Luego de titularse y mientras ejercía su profesión, realizó una serie de postítulos y diplomados en diferentes instituciones como la Universidad Austral de Chile y la misma Universidad Católica de Temuco, por ejemplo, en temáticas como la administración y calidad de la educación. "Uno puede tener muchas intenciones, pero a veces faltan las herramientas, por eso hay que buscarlas para mejorar cada día", dijo.

Su primera experiencia laboral fue en la Escuela Príncipe de Gales de Nueva Imperial, comuna donde vivió un par de años. Posteriormente arribó a La Unión, también por el traslado laboral de su marido y aunque estuvo un tiempo sin trabajo, luego se integró a la Escuela Rural Pilpilcahuín, donde trabajó durante tres años.

"Fue una experiencia preciosa. Caminaba todas las mañanas cerca de 3 kilómetros para llegar a la escuela, con un paisaje muy lindo de vegetación nativa. Trabajé con niños muy humildes que llegaban descalzos a la escuela y que además de la educación necesitaban mucho cariño. También tenía apoderados muy cariñosos", recordó la profesora.

En 1995 fue trasladada a la Escuela Radimadi. "La adaptación del campo a la ciudad no fue tan fácil, pero mi deseo por hacer bien las cosas me ayudó mucho y tuve el apoyo de la señora Ivonne Barril que era jefa de UTP, y la directora Liliana Mutizábal que confió en mí y me apoyó", aseguró.

En el establecimiento se especializó como profesora de matemática entre quinto y octavo básico y posteriormente fue nombrada como jefa de UTP. Luego de que la anterior directora se acogiera a retiro, en 2012 asumió dicho cargo. "Acepté postular pero la verdad es yo no quería este cargo, sin embargo al asumir el desafío di mi mayor esfuerzo y finalmente gané el concurso de Alta Dirección Pública entre más de 30 postulantes", recordó.

¿Cómo recuerda sus comienzos en el cargo de directora?

- Fue muy emocionante, porque recibí bastante apoyo de mis colegas, y seguimos adelante tratando de mantener la exigencia. De a poco mis colegas más antiguos se fueron yendo y tuve que formar un nuevo equipo de trabajo con colegas muy jóvenes, pero todos se han subido al carro, trabajan muy bien, y el nivel académico se ha mantenido alto.

¿Qué metodología utilizan para lograr buenos resultados?

- Como establecimiento estamos categorizados dentro del nivel socioeconómico medio bajo. Uno de los aspectos que nos hace tener buen rendimiento, es que tenemos un equipo bien consolidado, que trabaja y reman todos para el mismo lado. Cada profesor cumple su función y ellos mismos fijan sus metas y logros.

Otra cosa que nos ayuda mucho es el apoyo de nuestros padres y apoderados, continuamente estamos en contacto con ellos, los hacemos partícipes del PEI (Proyecto Educativo Institucional), del reglamento interno, y ellos se sienten parte de nuestro equipo, y cuando tienen una queja los escuchamos y vemos cómo solucionarlo en conjunto.

¿Cuál diría que es su sello en relación al trabajo en el aula?

- Es la exigencia al alumno, pero también el apoyo que se les da porque tenemos profesores asistentes en cada aula. Si por cualquier motivo un profesor se ausenta, el asistente continúa con la planificación como si nada hubiese pasado.

Lo otro es que exigimos mucha asistencia. Tenemos un promedio de 94% de asistencia en el año, y si el alumno faltó nos preocupamos de llamar por teléfono al apoderado para preguntar qué pasó y por qué no vino. Si está enfermo exigimos la licencia médica o el control médico con algún doctor. El apoderado tiene que venir a justificar debidamente antes de volver a clases. Con eso los padres prefieren no hacerlos faltar y con esto logramos también que sean responsables.

¿Cómo describiría la infraestructura que tienen en la actualidad?

- Este edificio fue construido como oficinas públicas y en 1973 se nombró como escuela básica, pero las salas no tienen la superficie indicada para albergar la cantidad máxima de 45 alumnos por curso. Es un espacio muy estrecho, difícil para ejecutar estrategias metodológicas dentro del aula, como formar grupos de trabajo, porque el movimiento del mobiliario no lo permite por la estrechez de las salas. Tampoco permite desplazarse con facilidad.

No podemos llevar un curso completo a la biblioteca porque no tiene las medidas necesarias ni siquiera para postular al CRA, entonces se va en grupo o se solicitan los libros para llevarlos a la sala. Tampoco podemos tener jornada completa en prebásica, porque tenemos un prekínder en la mañana y otro en la tarde, y lo mismo en kínder. Otra necesidad grande es tener un gimnasio, pues tenemos un patio techado en que además de las clases de educación física se hacen los talleres deportivos y de folclor. Tenemos otro patio pero no es techado y sólo se puede usar cuando no llueve. Tenemos que hacer malabares con los horarios para hacer en el patio techado todo lo planificado.

¿Cuál es la solución?

- Sin duda que la reposición del establecimiento. Es muy necesaria y urgente, porque la demanda es cada vez mayor y el barrio y La Unión siguen creciendo. Cuando inició su administración, el alcalde (Aldo Pinuer) nos prometió que haría todo lo posible por adquirir un terreno para la reposición de este colegio, e incluso se atrevió a indicar que a un costado del jardín "Manitos Contentas" existe un terreno que podía adquirirse (en calle Arturo Prat). Necesitamos un establecimiento con más comodidades, porque nuestros niños no tienen todo lo que necesitan. Con las comodidades necesarias mejoraríamos aún más nuestros resultados académicos.