Equiparar la cancha
Hace unos días participé de las conclusiones del estudio "Desafíos de la inclusión laboral" realizado por Cadem para Microsoft Chile y que contó con el apoyo de Fundación Tacal. Fue una positiva experiencia que apunta en el sentido correcto en cuanto al interés de las empresas de ser articuladoras de la inclusión laboral. Pero, también hay desafíos y preguntas por responder, para hacer más efectiva la relación tecnología-inclusión.
El estudio fue un acercamiento a lo que piensan las empresas respecto de la inclusión laboral. Con 45 compañías consultadas, el 80% consideró que sus trabajadores con discapacidad son tan eficientes como los demás colaboradores; y, el 97% señala que ha sido una experiencia positiva.
Estamos de acuerdo con que la tecnología y la innovación son componentes claves a la hora de emparejar la cancha en materia de inclusión, pero esa misma claridad nos lleva a tener desafíos que asumir. El primero, ampliar estudios de este tipo a regiones. Tener claridad de lo que piensan tanto empleadores como trabajadores, es relevante a la hora de evaluar una política pública y una ley.
Otro aspecto, la educación de las personas con discapacidad. No hay que olvidar que el porcentaje que termina su educación formal o ingresa a la educación técnica o superior, está muy por debajo de las cifras globales país. Esto disminuye muchas oportunidades. Entonces, ¿cómo cambiamos este paradigma? Y, luego, ¿cómo entregamos conocimientos y herramientas para que todas las personas con discapacidad tengan acceso a la tecnología y la aprendan a utilizar?
Importante cómo se vive la inclusión en la empresa. En el estudio, un 40% valora que la inclusión mejora el clima laboral ¿Queremos que este sea el resultado de la inclusión? O esperamos que la principal respuesta sea que las personas con discapacidad cumplan su rol de trabajador a cabalidad según sus competencias, que son productivas o que han permitido el desarrollo de la compañía.
El gran desafío es terminar con los prejuicios. Esto se rompe con el conocimiento y la información. Cualquier política país que vaya en ese sentido, hará lo correcto. Hoy me quedo con los resultados preliminares, con la importancia que una empresa como Microsoft quiera involucrarse en este gran tema y con las palabras de su gerente general Sergio Rademacher; "Lo esencialmente humano, la colaboración, el aprendizaje tecnológico y la inclusión, son las claves para entender la empleabilidad del siglo XXI".
Andrea Zondek Presidenta Fundación Tacal
Unidad
Disfruta cada momento del hoy que tienes en la vida, trata de entregar los afectos más sinceros a quienes te rodean, no mires a quién le haces llegar tu cariño, porque todos los quizás lo buscan. Comparte cada gesto de humildad y sencillez que puedas expresar y comprende que los demás esperan cada día lo mejor de ti.
Habrán muchos a quienes quizás tu no les importes, pero que eso no sea motivo para no esbozar una sonrisa, evitar tender la mano y dar una palabra para ayudar a vivir.
Si pudiéramos entre todos unir nuestras manos, el mundo sería el milagro que buscamos los seres humanos, para entendernos
Arturo Goddard Bravo Profesor Normalista normalista1949@hotmail.com
Sobre la Ley de Fármacos
La llamada Ley de Fármacos II, en trámite en el Congreso, presenta una serie de deficiencias y errores que tendrán efectos indeseados y no visualizados para los pacientes de nuestro país.
Una de las falencias más graves del proyecto es confundir a los dispositivos médicos con los productos farmacéuticos, considerando que son esencialmente diferentes: tienen aplicaciones y usuarios distintos y la vida útil de los dispositivos es mucho menor que la de un medicamento, por sólo mencionar algunas características. La aplicación indiscriminada y arbitraria de las reglamentaciones sobre drogas a las tecnologías médicas pone en peligro su desarrollo, calidad y restringe el acceso del paciente.
En materia de regulación también hay falencias notorias, derivadas de un mal diseño del proyecto. En el texto que salió de la Cámara de Diputados se establecen plazos extremadamente cortos -seis meses- para regular la gran cantidad y diversidad de dispositivos médicos disponibles en el mercado nacional (más de 35.000). Organismos internacionales recomiendan entre 3 y 5 años para generar marcos regulatorios eficientes.
A esto hay que agregar que en Chile no existen los conocimientos ni infraestructura para certificar la conformidad de calidad de los dispositivos médicos existentes. De concretarse esta exigencia de plazos, los efectos negativos serán evidentes: desabastecimiento y desincentivo de manejo de algunos stocks.
Chile necesita una ley específica para los dispositivos médicos que demarque claramente la cancha. Sólo así se logrará el objetivo final: dar seguridad al paciente y garantizarle el acceso en forma oportuna a la mejor tecnología.
Eduardo del Solar Director ejecutivo Aso. Proveedores Industria de la Salud (APIS)