Los lobos marinos están acostumbrados a pasearse por la Costanera de Valdivia y hasta parecen disfrutar de la interacción con la gente. Sin embargo, algunas personas olvidan que no se trata de animales domésticos y se acercan demasiado a ellos, tratándolos como si fueran mascotas. Por supuesto que esta es una acción arriesgada.
Siguiendo la tendencia que se ha experimentado en otras naciones, hemos ingresado hace pocos días junto a parlamentarios de la UDI, un proyecto de ley que establece la obligación de consignar en las boletas de compraventa, el monto de IVA pagado en cada operación, información que debe ir luego del precio final de la operación realizada a fin de evitar confusiones en los consumidores
Esta iniciativa se fundamenta en la necesidad de otorgar a las personas mayores espacios de información acerca del valor e impuestos que pagan en cada compra, con el propósito de fomentar criterios básicos de buenas prácticas que siempre es bueno incentivar. Y a su vez, busca que los consumidores puedan diferenciar cuánto de lo que están pagando, va en beneficio del prestador de un servicio determinado, y cuánto es lo que recauda el Fisco, dinero que luego es utilizado para la implementación de políticas públicas o la ejecución de proyectos.
Precisamente en la actualidad, el gobierno está promoviendo una reforma tributaria que busca recaudar recursos para el Estado, pero principalmente para promover el desarrollo general del país, potenciando nuestras pequeñas y medianas empresas, fortalecer a la clase media y entregar a los chilenos mayores espacios de libertad para desarrollar sus potencialidades en el plano económico.
La experiencia internacional nos indica que separar del costo de la venta el pago del impuesto en cada boleta, es una señal que colabora en tal sentido, convirtiendo al consumidor en un actor relevante frente a la política impositiva y al uso de fondos fiscales, entregándole una opinión formada y dispuesto a juzgar a sus gobernantes por el uso que hagan de su dinero.
Por otro lado, y para no sobrecargar las obligaciones de los vendedores, ese establece un mínimo a partir del cual las boletas de compraventa deban entregar esta información adicional, el cuál será de mil pesos.
No es el objeto de esta iniciativa provocar un conflicto a los establecimientos comerciales, los cuales, no tendrán la obligación de modificar sus precios, por cuanto los precios no se verán alterados por este nuevo deber de información.
Gastón von Mühlenbrock
Diputado