Claudia Muñoz David
Para el próximo lunes 13 de mayo fue postergada la votación sobre la idea de legislar del proyecto de reforma previsional enviada por el Presidente Sebastián Piñera. Los integrantes de oposición de la Comisión de Trabajo de la Cámara de Diputados habían realizado observaciones al proyecto y aseguraron no haber recibido respuestas satisfactorias. Ante esto se generó la postergación y el gobierno decidió retirarle la urgencia simple.
La reforma que busca cambiar el actual sistema de pensiones es un tema contingente y, según un estudio de Criteria Research, para el 42 por ciento de los habitantes de Los Ríos representa la acción más urgente que debe realizar el actual gobierno, incluso antes que la reforma al sistema de educación o de salud.
Para analizar los ejes de este proyecto -que persigue crear un nuevo pilar solidario para la clase media; fortalecer el pilar solidario de los sectores vulnerables; crear un subsidio para adultos postrados y subir el ahorro individual de un 10 por ciento a un 14 por ciento, con un incremento gradual de la tasa de cotización obligatoria y con cargo al empleador- Diarioaustral Región de Los Ríos y la Asociación de AFP desarrollaron el pasado miércoles un seminario en el que participó el gerente de la Asociación de AFP, Fernando Larraín.
Él aseguró que "el desafío que nos tiene que motivar a todos es buscar cómo mejorar las pensiones, cada año que nos demoremos significa que tendremos pensiones más bajas".
Destacó que los cambios sociales por los que ha atravesado el país desde la creación del sistema, en 1980, hasta hoy hacen que una revisión y una reforma del sistema sea prioritario. Mostró que en 1980 el ingreso per cápita en el país era de 2 mil 767 dólares, el 54,9 por ciento de la población era joven y la esperanza de vida era de 65 años para los hombres y de 72 años para las mujeres.
En cambio hoy el ingreso per cápita es de 25 mil dólares, el 35,6 por ciento de la población es joven y la esperanza de vida los hombres es de 77 años y de 82 años para las mujeres. "El país ha cambiado de manera muy rápida, sin embargo, seguimos utilizando un sistema de pensiones que no ha tenido modificaciones", dijo el gerente. Además destacó que cada año las pensiones se convertirán en un tema más importante para los chilenos, ya que se estima que en 2040 más de 6 millones de personas tendrán más de 60 años de edad.
Principales problemas
Sobre la realidad del actual sistema, Larraín dijo que "en todos los países del mundo lo que pasa con las pensiones es un reflejo del mercado laboral". Explicó que en Chile el sistema laboral es precario, a pesar de ser superior al del resto de los países de la región.
"El tránsito de las personas del mercado formal al informal es grande y permanente, tenemos muchos trabajadores por cuenta propia que no tienen protección social, tenemos salarios bajos y una brecha en las mujeres. Por otro lado, cada vez las personas están ingresando más tarde al mercado laboral, empezando a cotizar a los 28 años, pero están viviendo más años. Por lo tanto, el monto de la jubilación es menor", dijo. Declaró que es especialmente preocupante que durante 2018 3 millones 282 mil 280 personas no cotizaran para su pensión. Esto, sumado a las lagunas previsionales. "No podemos llamar pensión a ahorros por menos de diez años", destacó, agregando que "solo las personas que cotizan más de 30 años serán capaces de recibir una pensión completa". El problema es que las personas que cotizaron menos de diez años "son más del 30 por ciento de quienes reciben pensiones hoy", contó.
También expresó que las mujeres se encuentran en desventaja. "Ellas viven más y cotizan menos porque tienen más tránsitos del mercado formal al informal y porque a igualdad de funciones en una organización reciben menos salario. Eso es impresentable. Además, se pensionan antes. Una mujer promedio en Chile cotiza 15 años", dijo.
El proyecto
El gerente de la Asociación de AFP, Felipe Larraín, analizó los principales puntos del proyecto. Con respecto a la falta de ahorro, dijo que reconoce este problema y se hace cargo a través del aumento de la tasa de cotización de un 10 a un 14 por ciento, pagado por los empleadores. "Pero no se hace cargo de que todos los trabajadores coticen. Cada vez más vamos a ver un mercado en el que la gente se va a mover de sus trabajos y va a pasar de trabajos formales a informales. ¿Creen que quienes manejan Uber cotizan? Debemos empezar a pensar formas de aumentar la base de personas que cotizan", dijo.
En cuanto al aumento de las expectativas de vida, indicó que el proyecto busca crear un incentivo para postergar el retiro a través de bonos, pero no cambia la edad de jubilación. "Ningún gobierno quisiera hacerlo porque la tasa de aprobación de algo así es cero. Sin embargo, todos saben que hay que cambiarla, pero nadie se atreve", dijo.
Consideró que el énfasis en las entidades que administrarán el porcentaje adicional de las pensiones no tiene mayor injerencia con el aumento de los montos que la gente va a recibir, "pero es una discusión que es bueno tener por temas de legitimidad". "El proyecto creo que tiene errores grandes, porque permite el ingreso de nuevos actores -en hora buena la competencia- pero lo que se necesita es que tengan un giro único de pensiones. No se puede permitir que hagan ventas atadas, porque eso solo generaría conflictos de interés. No podemos agregarle mayor nivel de complejidad al sistema. Además, la propuesta de gobierno encarecerá al afiliado, porque cualquier administrador va a cobrar, lo que deberá pagar el afiliado", recalcó.
Con respecto al retorno de los activos, dijo que las pensiones actualmente están compuestas por un 30 por ciento del aporte del trabajador y un 70 por ciento de la rentabilidad. "El Estado debe abrir la discusión para buscar formas de aumentar el retorno de los fondos".
Para Larraín subir de un 10 por ciento a un 14 por ciento las cotizaciones es insuficiente, debería acercarse al 18 por ciento.
"Los cambios que hagamos hoy van a impactar mucho más fuerte a las generaciones futuras que a la actual generación de pensionados o a quienes están prontos a pensionarse. Esto tiene que ver con cambios que se hacen para dejar un mundo mejor a las próximas generaciones", dijo.
No solo pensiones
Pero además agregó que la calidad de vida de los adultos mayores no solo debe depender de las pensiones que reciban, sino que también se deben hacer mejoras sociales relacionadas con la calidad de las ciudades, el transporte público y el acceso a los medicamentos y la salud, entre otros aspectos.
"La calidad de vida es integral", recalcó.