Un gran "evento" en una de las principales calles de Valdivia. Es de esperar que el camión bacheador de la municipalidad pase por ahí pronto y se solucione el problema, porque es peligroso y además se ve bastante feo. Parece una ciudad descuidada y nadie quiere dar esa imagen ¿verdad?
Creo que hemos llegado a un punto de inflexión. El caso de Yonathan Vega, que ha sido imputado por el asesinato de la madre y hermana de su expareja, además de dejar con lesiones graves a ella y su padre, nos debe llamar a tomar el toro por las astas, y reformular el método en el cual distintas administraciones han tratado de atacar el problema de la violencia intrafamiliar y la violencia de género.
Y es momento que digamos basta y nunca más a una situación que afecta no sólo a las mujeres de la región de Los Ríos, sino a las de todo el país, independiente de su edad.
No es posible que en poco más de cuatro meses de lo que va de este año, ya sean 300 las mujeres que han sido víctimas de algún hecho de violencia. Y eso nos da cuenta de que en algo estamos fallando como autoridades en no poner freno a actos que no sólo nos provoca enojo y rechazo, sino también debiera darnos vergüenza.
Debemos fortalecer las acciones de prevención, no sólo a nivel adolescente y en jóvenes universitarios, con charlas, talleres y folletería que entregue información relevante con respecto a la violencia de género.
También debemos llegar a los más pequeños, a los niños y niñas en edad temprana, para generar en ellos no sólo conciencia, sino también propender a hábitos de conducta de respeto hacia las mujeres, y también a la sociedad en general, donde no podemos tolerar actos de violencia de ninguna especie.
Pero también es nuestro deber entregar las herramientas necesarias para que las mujeres, las adolescentes, no tengan temor a denunciar actos de maltrato.
Las medidas de protección deben tener un mayor seguimiento por parte de los órganos competentes, como los Tribunales de Justicia, Servicio Nacional de la Mujer y Equidad de Género e incluso las propias policías, para que se cumplan de manera efectiva lo instruido por la ley y la justicia.
Y por último, existe la necesidad de robustecer las redes de protección, con centros especializados en todas las comunas, con abogados, sicólogos y otros especialistas, que defiendan los derechos de las mujeres y las ayuden a salir adelante de estos hechos tan deleznables.
Gastón Von Mühlenbrock
Diputado