"Éramos una familia. Ahí aprendimos a cocinar, a tejer, a copuchar(...) hacíamos lindos paseos a fin de año. Cuando estaba mejor la cosa en los colegios se hacían mínimo dos corderos para comer, ahora puro pollo".
Las palabras son de María Cristina Sáez, quien a sus 73 años de edad sumó sus memorias a una investigación sobre la Escuela Proyecto de Futuro de la que fue alumna y profesora. Su testimonio está en "Proyecto de los sueños", un libro hecho para conmemorar el centenario del establecimiento educacional, con recuerdos recopilados por sus actuales estudiantes.
Rescatar viejas historias fue una idea que surgió hace dos años a través de un Taller de Patrimonio Escolar desarrollado por la periodista Mariana Torres, en colaboración con diversos profesores de historia de la Escuela Proyecto de Futuro, como por ejemplo Rubén Núñez. De esta forma, un grupo de 21 niños de entre 7° y 8° Básico aprendió a hacer entrevistas y a buscar información con miras al centenario.
Durante el proceso fueron identificados al menos 30 ex integrantes de la comunidad educativa que aportaron con sus testimonios. La investigación se extendió durante 2017 y 2018, lográndose crear un inédito volúmen de 117 páginas que hablan de cien años de historia.
Recuerdos
El libro fue lanzado en mayo. Se publicó con el patrocinio del Daem de Paillaco y surgió también como una iniciativa de Erwin Fonseca, actual director de la escuela. "Esta acción es muy relevante, porque esta historia escrita va a ser incorporada a los procesos de enseñanza dentro de la escuela. Esperamos que este libro sea parte importante para la historia de Paillaco y que sea compartido en nuestras unidades curriculares, para el trabajo de la identidad, el patrimonio y el afecto por nuestro territorio", dice.
La escuela fue fundada en 1918 y se conoció como Escuela N° 11 de Niñas. Desde ese año y hasta 1940 no hay registros de su labor educativa. Sin embargo, lo que comenzó a ocurrir después está en los recuerdos de varias personas.
"La historia mía en la escuela está relacionada a toda mi vida. En la escuela me inicio en 1950 como estudiante. En ese tiempo, la escuela era hasta 6° año de preparatoria, como se llamaba en ese tiempo. Como todo niño, era muy inquieta. Nosotras usábamos delantal blanco y como muchos niños veníamos a patita pelada, sobre todo en invierno, porque llovía mucho y no queríamos echar a perder el único zapatito que teníamos. Era una realidad muy diferente. Esta escuela era muy chiquitita, tenía seis salas. No teníamos kínder y en una sala había una cocina. Mi mamá le decía a la profesora 'corríjala', si yo me portaba mal, y la profesora lo hacía con una varillita que nosotros mismos le regalábamos", recuerda Juana Cea (74) ex estudiante y ex profesora. Y la también ex docente, María Inés Montecinos (76), agrega: "En ese galpón, cuando era la Escuela de Niñas, se hacía un gimnasio dentro de la misma sala. El polvo era terrible".
Solidaridad
Guido Filún fue director entre 2010 y 2016, y quien en el libro destaca la solidaridad como uno de los pilares fundamentales de la escuela. "En el sentido social, la escuela levantó un compromiso con la comunidad, con los alumnos y con los apoderados. Fue muy fuerte eso, fue distintivo. Había un comedor pequeño para cuarenta alumnos y los apoderados construyeron otra parte más grande, extendieron el comedor, pero con recursos propios. El patio antes no tenía cemento y era de tierra, pero los padres trabajaron para pavimentar los patios de la escuela. La escuela teniendo tantos alumnos no contaba con una biblioteca escolar y también se construyó gracias a los padres. Una de las cosas que más impactaba al llegar a la escuela, era el trabajo de los padres y apoderados, eso era muy notorio. La solidaridad y el sentido de pertenencia".
"Dentro de la importancia de la escuela para Paillaco hay que considerar que es una de las más antiguas de la comuna, además era una escuela de mujeres. Siempre ha sido reconocida a nivel regional".
Estrella González, Ex estudiante
"La escuela ha ayudado a la comuna en educación, participación, integración, cultura, en mejorar las relaciones entre padres, hijos y vecinos. Es fundamental esta escuela en la comuna".
Ariela Espinoza, Apoderada
1918 fue el año de fundación de la escuela. De sus actividades hasta 1940 no existen registros documentales.
21 niños participaron en el taller de patrimonio creado para recopilar datos con
117 miras al centenario.